Muchas gracias a todos los que os habéis pasado por aquí durante todos estos años.

Puedes encontrarme en www.enniosotanaz.com o enniosotanaz@hotmail.com

¡Un abrazo!

R.I.P

“La soberbia no es grandeza sino hinchazón y lo que está hinchado parece grande pero no está sano.” (San Agustín)

Es imposible mantenerse ajeno al huracán Florentino Pérez. Es imposible hacerlo seas o no seas aficionado al fútbol y quieras o no quieras contagiarte de esta especie de movimiento mesiánico que gira en derredor del niño protegido de la familia March. El supuesto empresario lumbrera es la estrella mediática del nuevo Real Madrid y goza de la admiración y el respeto unánime de toda la prensa nacional e internacional deportiva o no, sin sufrir ni de refilón una sola voz discordante a su figura, a su legado o a su gestión. En un mundo polarizado como en el que vivimos donde absolutamente todo es cuestionable y donde toda partícula tiene su antipartícula no deja de ser algo sospechoso. Especialmente viniendo de un tipo que adsorbe (y destroza) de la noche a la mañana una empresa que es el doble de grande que la que él dirige, que construye emplazamientos remunerados por la administración cuatro veces más caros que el resto pero a la administración le da igual, que hasta hace poco tenía acciones de una compañía y su competidora, que construye las torres más altas de la ciudad en terrenos que hasta entonces eran zona verde (y que además no eran suyos), que consigue créditos multi-millonarios cuando nadie los da y los consigue para (y en nombre de) una “empresa” que tiene una deuda de 400 millones de Euros, diez veces más que las cifras que hicieron que el resto de equipos (como el nuestro) tuviesen que transformarse en sociedad anónima por ley y veinte veces más que la que provocó por ejemplo una sospechosa intervención judicial en el Club Atlético de Madrid. Eso sí, ni una sola voz discordante. Más bien todo lo contrario. No pretendo hacer un tratado de las fechorías disfrazadas de este tipo soberbio y carca con cara de repelente niño Vicente (aunque ahí están) pero quiero manifestar el asco que me produce aquello en lo que este tipo (junto a su cohorte de palmeros, los voceros de la infamia, los advenedizos de la sopa boba y demás gentuza) están convirtiendo el mundo del fútbol.

El primer virreinato del nuevo mesías del supuesto mercado libre ya supuso una transformación considerable del circo del balompié pero no precisamente en el campo de juego. El pornográfico dispendio de millones que el oscuro sujeto de apellido Pérez disfrazó de inversión durante sus 6 años de mandato, algo sin parangón hasta entonces, llevó a las vitrinas del Real Madrid dos ligas y una copa de Europa. ¿Mucho? ¿Poco? No hay duda, elijan el medio de comunicación que elijan el periodo Florentino está considerado como un tramo de la historia blanca “plagado de éxitos” en contraste con los de su antecesor o sucesor (Sanz y Calderón), monigotes sin escrúpulos y protagonistas de periodos “de sequía, negros y oscuros” para el equipo merengue. Nadie repara (ni reparará) nunca en que durante los 5 años de Lorenzo Sanz se ganaron 3 ligas y dos copas de Europa (más en menos tiempo) o que con el “anticristo” de Calderón en tres temporadas (menos de la mitad) se ganaron las mismas ligas que con Florentino el divino. ¿A quién le importa decir la verdad? El Real Madrid del periodo Florentino cambió más que nunca de entrenador (echando por decreto a leyendas del madridismo que ahora son intocables para la prensa), fue todo menos un equipo señor a la hora de fichar, nunca tuvo un estilo de juego definido y ni siquiera jugaba bien con regularidad. Cualquiera que me escuche decir esto pensará que estoy drogado o que mi colchonerismo me ciega pero créanme que fue así y no es tan difícil demostrarlo. La prensa alababa constantemente jugadas puntuales de sus galácticos pero nada parecido a un equipo de fútbol fuerte y compacto como conjunto (Milan, Ajax, Liverpool, Barcelona,…). Nada parecido ni de lejos.

Nadie se cuestiona nada del pasado a día de hoy. Florentino es Dios. Nadie tampoco repara en que el maná monetario que sustentó semejante empacho de poderío (mediático más que otra cosa) vino como consecuencia de una operación “magistral” según TODOS los periodistas que consistió en recalificar una zona verde, reclamada por los vecinos de Chamartín para poder utilizarla como tal desde hacía decenios, para construir rascacielos. Es decir, los madrileños, gracias a sus representantes políticos que por primera vez en lustros votaron todos a favor de algo (izquierda y derecha, vomitivo), subvencionamos el festival de estupidez que el Pope Florentino tuvo a bien ofrecer a sus ovejas. Todavía nadie ha explicado que ganó la ciudad de Madrid con aquello. No es tan difícil tener ideas geniales de este pelaje. Imaginen que el ayuntamiento decide hoy recalificar a urbanizable la zona de la Chopera dentro del Retiro madrileño (lugar que tiempo atrás usaban para entrenar algunas categorías inferiores del Atleti por cesión del ayuntamiento) para que tiempo después decida comprarle al Atleti el mismo terreno por miles de millones de Euros para así construir en la zona dos rascacielos de esos que generan “riqueza” para “todos” y que de paso pondrían al Atlético de Madrid en la órbita de los equipos grandes. ¿Alguien fuera del entorno de la mafia calabresa calificaría la operación de magistral?

Y ahora llega el segundo tsunami. Como un cerdo en una cacharrería entra el mismo personaje con las mismas gafas, la misma camisa, la misma soberbia y la misma desfachatez para definir y sentar las bases de lo que tiene que ser el fútbol moderno: un circo de freaks con un domador, tres o cuatro vedettes gordas y muchos payasos mantenido la mentira desde la estúpida ignorancia pero que aplauden con lágrimas en los ojos los latigazos del domador. Un circo del fútbol tremendamente caro y cuya amortización se debe hacer fuera del campo a base de ejercicios de malabarismos mediáticos que crean y destruyen fantasías tan reales como las Crónicas de la Dragonlance. Si en el primer virreinato las redacciones de deportes de los medios de comunicación se transformaron en sucursales comerciales que vendían sueños, historias y merchandising del nuevo parque temático conocido como “Realmadridlandia” ahora los mismos tendrán que ampliar sus locales y recursos para conseguir el estipendio necesario que de comer al monstruo. Si el Madrid gana ganan todos así que prepárense para tragar palomitas blancas.

En sitios como Inglaterra donde el equipo más popular no llega al 7% del total de aficionados las posibilidades de competir contra un proyecto faraónico y adulterado como el de florentino son escasas pero posibles al existir mercados potenciales inferiores en número pero relativamente semejantes en cuanto a orden de magnitud. Por esa razón puede aparecer un Jeque con dinero que quiera competir con un equipo en horas bajas pero que tiene un 4 o 5% del total de seguidores dispuestos a pagar camisetas. En España donde los seguidores del Madrid según las encuestas son el 33% está claro que no hay competencia posible a no ser que venga del otro equipo que tiene cifras parecidas (26%) y que además tiene un amparo político e institucional bastante saludable también. Los medios que mueven el circo (televisión, prensa, radio, publicidad,…) van a la parte gorda del pastel como aves de rapiña que son y la parte gorda es ese 33% de ovejas omnívoras que quieren creer en galaxias, mesías, redentores y demás leyendas paganas. Olvídense por tanto de competitividad, pluralidad, periodismo, democracia y demás términos para débiles. Olvídense del fútbol señores porque eso será lo de menos. La máquina no puede fallar.

En un contexto como este el Atlético de Madrid tiene poco sitio y si el Atlético de Madrid tiene poco sitio imagínense el sitio que pueden tener el resto de equipos con menor presupuesto que son TODOS los demás. Malos tiempos para la lírica que diría aquel. Me temo que el fútbol muere poco a poco en el mundo pero en España ya ha muerto y lo ha hecho, como no podía ser de otra forma, a manos del vil metal, la especulación y los cerebros abyectos, todos ellos resumidos en un señor que nunca se cambia de traje.

Descanse en paz.

“No hay peor tiranía que la que se ejerce a la sombra de las leyes y bajo el calor de la justicia.” (Montesquieu)