Faltaba tan poquito...
Etiquetas:
Valencia
Share
At Madrid 4 - Valencia 1
Cuando al estar presente en algún espectáculo, sea de la naturaleza que sea, únicamente en el momento de terminar, que es cuando te tienes que ir, reparas en el irrefutable hecho de que estás allí y no te habías dado cuenta de ello, es evidente que te lo has pasado bien. Hubo un tiempo en que yo tenía esa sensación al ir al Vicente Calderón pero desgraciadamente hace años que algo así sólo ocurre de forma muy esporádica. Ayer afortunadamente fue uno de esos días, uno de esos partidos con nervios, emoción, polémica, juego y victoria que hacen que la afición a este adulterado deporte todavía siga presente con intensidad en algunos de nosotros. Eso si, cuando iba comentando la jugada a la salida por el Paseo de los Melancólicos me dio mucha pena darme cuenta de lo cerca que estaba este equipo el año pasado y año anterior de acabar siendo un equipo decente, equilibrado y temible. Bastaba un jugador de calidad en el centro el campo y un entrenador con las ideas claras y poco amigo de la improvisación. No es que Tiago sea Xavi Hernández pero es un buen jugador de fútbol y sobre todo esprecisamente lo que necesitábamos. Viendo lo que ha costado encontrarlo por la gloria de Dios que lo fichen ya. No es que Quique me parezca tampoco un entrenador sobresaliente y ni siquiera me gusta especialmente pero hay que reconocer que ha dotado a este equipo de seguridad, credibilidad y criterio. Hay muchas cosas que no me gustan y tendría una lista amplia de críticas a su labor pero al Cesar lo que es del Cesar.
Tenía muchos reparos yo con el partido frente al Valencia por la naturaleza de los equipos y sus entrenadores. Desde hace tiempo ha quedado patente las dificultades de equipo colchonero a la hora de crear juego y manejar el balón con lo que tener enfrente a un equipo como el Valencia, con el impresentable de su entrenador, no parecía el mejor de los escenarios. Lo del Valencia es digno de estudio. Para mi tiene una de las mejores plantillas al nivel del Real Madrid (y no lo digo como exageración) pero cometen la torpeza de poner todo ese potencial en manos de un iluminado como Unai Emery, uno de esos presuntos entrenadores que sin ser nadie ni haber hecho nada se dedican a mirar por encima del hombro a la humanidad apoyándose en su rácana, estúpida y antinatural forma de entender el fútbol. Uno de eso presuntos entrenadores que tanto gustan a los herederos gil y al productor cinematográfico y que bien podría haber estado en nuestro banquillo para desgracia de propios y extraños. La plantilla del Valencia en manos de este sujeto es como utilizar un Vega Sicilia para hacer kalimotxo. Así de simple. El guipuzcoano además es de esos tipos que cada vez que habla pretende demostrar a la raza humana lo listo que es… y así le va, claro.
Pero el Atleti salió a por el partido. Con respeto, concentrado, sin perder la cabeza, sin presionar tan arriba como contra el Barça,… pero a por el partido. Me gusta este formato de Atleti serio pero sin complejos, compacto atrás pero sin renunciar al llevar las riendas cuando se presente la ocasión, respetuoso pero no cobarde. Eso si, me gusta cuando está Tiago en el campo porque de otra forma solo vemos complejos, torpeza y cobardía. El portugués es de esos tipos que lo hacen todo bien: manda, ordena, tranquiliza, cambia en sentido del juego, pausa, acelera, no la pierde, mira hacia delante, mira hacia detrás,… y lo hace todo sin aspavientos. A su alrededor el equipo por fin parece un equipo. La defensa parece sería (otra vez Perea hizo un partido normal y sin sobresaltos) los interiores parecen jugadores aprovechables (en el caso de Reyes, otra vez el mejor, muy aprovechable), Asunçao se destapa como un stopper fabuloso y la delantera se preocupa de encimar al rival. El Valencia, con su entrenador jugando a contener como corresponde al talento de este sujeto, no existía y no existió hasta que apareció el protagonista mediático del partido: el árbitro. En una jugada donde cualquiera que alguna vez haya jugado al fútbol sabe que ningún delantero se tira Reyes es arrollado dentro del área en un penalti de libro. El árbitro mira a la luna de Valencia mientras el equipo se descompone en las protestas y el equipo che arma el contrataque llegando franco a la portería de De Gea que es capaz de parar el primer envite, no así el rechace que Silva cuela en la portería pasando entre rivales. Resultado injusto para lo que se había visto en el campo y mazazo importante que el equipo acusó perdiendo el buen tono mostrado hasta el momento.
Pero cuando con el transcurso del tiempo el Atleti vuelve a recomponer la situación, un clamoroso fallo del último defensor valenciano deja al Kun delante de Marchena y lo regatea para quedarse sólo delante de Cesar a lo que el defensor valenciano responde desde el suelo llevándose el balón claramente con la mano en otro clamoroso penalti que el trencilla decide no ver. Entonces es cuando se arma la marimorena. Los jugadores colchoneros se vuelven locos y el Calderón en pleno se pone a chillar como fieras y eso es mucho decir. Cuando este estadio se pone de esa forma asusta (yo doy fe de ello). Tanto fue así que el árbitro (en otra muestra más de lo malo que es) se da cuenta de la que ha liado y decide parar el partido consciente de que se ha comido un penalti por lo que utiliza la excusa de consultar con el cuarto árbitro (¡Jesús, María y José!) para decidir que había sido efectivamente penalti. Entiendo las protestas valencianas respecto a lo poco ortodoxo de a la actuación del colegiado pero la realidad es que los dos penaltis lo fueron y por las buenas o por las malas se hizo justicia.
A partir de ahí, con un Valencia con 10 y un Atleti convencido de su potencial el partido terminó acabando como tenía que acabar. La segunda parte fue básicamente un acoso colchonero a la portería blanca (ayer negra) con un Reyes en estado de gracia y un genial Kun que aunque falto de forma era un peligro constante cada vez que cogía el balón. Sólo la mala puntería del argentino y un gran partido del veterano Cesar, que mezclaba paradas antológicas con actuaciones circenses más cerca de los payasos malos y estúpidos que de un verdadero profesional del fútbol, hicieron que la derrota valencianista fuese efectiva mucho antes. Llegó de la forma más épica posible. Un Kun agotado y con los gemelos más duros que las Cariatides atenienses no podía andar y pedía el cambio. El árbitro, en otra actuación antológica, no concedió el cambió y pidió que se sacase el córner antes de ello pero está cosas son así. El balón desde la esquina le cayó a la cabeza de Agüero que pone el 2-1 en el marcador. Desde ese momento el Valencia bajó los brazos y asistimos a un recital rojiblanco que acabó con los goles de Forlán (gran pase de Jurado al hueco) y de Jurado a la media vuelta en el área che.
Gran partido de los colchoneros que hace creer en este equipo formado por apenas 11 jugadores pero que estando todos ellos metidos en el partido han demostrado poder ganar a cualquiera. Faltaba tan poquito… si a principio de temporada hubiésemos tenido esto y dos o tres tipos decentes en el banquillo…
At Madrid 4 - Valencia 1
Cuando al estar presente en algún espectáculo, sea de la naturaleza que sea, únicamente en el momento de terminar, que es cuando te tienes que ir, reparas en el irrefutable hecho de que estás allí y no te habías dado cuenta de ello, es evidente que te lo has pasado bien. Hubo un tiempo en que yo tenía esa sensación al ir al Vicente Calderón pero desgraciadamente hace años que algo así sólo ocurre de forma muy esporádica. Ayer afortunadamente fue uno de esos días, uno de esos partidos con nervios, emoción, polémica, juego y victoria que hacen que la afición a este adulterado deporte todavía siga presente con intensidad en algunos de nosotros. Eso si, cuando iba comentando la jugada a la salida por el Paseo de los Melancólicos me dio mucha pena darme cuenta de lo cerca que estaba este equipo el año pasado y año anterior de acabar siendo un equipo decente, equilibrado y temible. Bastaba un jugador de calidad en el centro el campo y un entrenador con las ideas claras y poco amigo de la improvisación. No es que Tiago sea Xavi Hernández pero es un buen jugador de fútbol y sobre todo esprecisamente lo que necesitábamos. Viendo lo que ha costado encontrarlo por la gloria de Dios que lo fichen ya. No es que Quique me parezca tampoco un entrenador sobresaliente y ni siquiera me gusta especialmente pero hay que reconocer que ha dotado a este equipo de seguridad, credibilidad y criterio. Hay muchas cosas que no me gustan y tendría una lista amplia de críticas a su labor pero al Cesar lo que es del Cesar.
Tenía muchos reparos yo con el partido frente al Valencia por la naturaleza de los equipos y sus entrenadores. Desde hace tiempo ha quedado patente las dificultades de equipo colchonero a la hora de crear juego y manejar el balón con lo que tener enfrente a un equipo como el Valencia, con el impresentable de su entrenador, no parecía el mejor de los escenarios. Lo del Valencia es digno de estudio. Para mi tiene una de las mejores plantillas al nivel del Real Madrid (y no lo digo como exageración) pero cometen la torpeza de poner todo ese potencial en manos de un iluminado como Unai Emery, uno de esos presuntos entrenadores que sin ser nadie ni haber hecho nada se dedican a mirar por encima del hombro a la humanidad apoyándose en su rácana, estúpida y antinatural forma de entender el fútbol. Uno de eso presuntos entrenadores que tanto gustan a los herederos gil y al productor cinematográfico y que bien podría haber estado en nuestro banquillo para desgracia de propios y extraños. La plantilla del Valencia en manos de este sujeto es como utilizar un Vega Sicilia para hacer kalimotxo. Así de simple. El guipuzcoano además es de esos tipos que cada vez que habla pretende demostrar a la raza humana lo listo que es… y así le va, claro.
Pero el Atleti salió a por el partido. Con respeto, concentrado, sin perder la cabeza, sin presionar tan arriba como contra el Barça,… pero a por el partido. Me gusta este formato de Atleti serio pero sin complejos, compacto atrás pero sin renunciar al llevar las riendas cuando se presente la ocasión, respetuoso pero no cobarde. Eso si, me gusta cuando está Tiago en el campo porque de otra forma solo vemos complejos, torpeza y cobardía. El portugués es de esos tipos que lo hacen todo bien: manda, ordena, tranquiliza, cambia en sentido del juego, pausa, acelera, no la pierde, mira hacia delante, mira hacia detrás,… y lo hace todo sin aspavientos. A su alrededor el equipo por fin parece un equipo. La defensa parece sería (otra vez Perea hizo un partido normal y sin sobresaltos) los interiores parecen jugadores aprovechables (en el caso de Reyes, otra vez el mejor, muy aprovechable), Asunçao se destapa como un stopper fabuloso y la delantera se preocupa de encimar al rival. El Valencia, con su entrenador jugando a contener como corresponde al talento de este sujeto, no existía y no existió hasta que apareció el protagonista mediático del partido: el árbitro. En una jugada donde cualquiera que alguna vez haya jugado al fútbol sabe que ningún delantero se tira Reyes es arrollado dentro del área en un penalti de libro. El árbitro mira a la luna de Valencia mientras el equipo se descompone en las protestas y el equipo che arma el contrataque llegando franco a la portería de De Gea que es capaz de parar el primer envite, no así el rechace que Silva cuela en la portería pasando entre rivales. Resultado injusto para lo que se había visto en el campo y mazazo importante que el equipo acusó perdiendo el buen tono mostrado hasta el momento.
Pero cuando con el transcurso del tiempo el Atleti vuelve a recomponer la situación, un clamoroso fallo del último defensor valenciano deja al Kun delante de Marchena y lo regatea para quedarse sólo delante de Cesar a lo que el defensor valenciano responde desde el suelo llevándose el balón claramente con la mano en otro clamoroso penalti que el trencilla decide no ver. Entonces es cuando se arma la marimorena. Los jugadores colchoneros se vuelven locos y el Calderón en pleno se pone a chillar como fieras y eso es mucho decir. Cuando este estadio se pone de esa forma asusta (yo doy fe de ello). Tanto fue así que el árbitro (en otra muestra más de lo malo que es) se da cuenta de la que ha liado y decide parar el partido consciente de que se ha comido un penalti por lo que utiliza la excusa de consultar con el cuarto árbitro (¡Jesús, María y José!) para decidir que había sido efectivamente penalti. Entiendo las protestas valencianas respecto a lo poco ortodoxo de a la actuación del colegiado pero la realidad es que los dos penaltis lo fueron y por las buenas o por las malas se hizo justicia.
A partir de ahí, con un Valencia con 10 y un Atleti convencido de su potencial el partido terminó acabando como tenía que acabar. La segunda parte fue básicamente un acoso colchonero a la portería blanca (ayer negra) con un Reyes en estado de gracia y un genial Kun que aunque falto de forma era un peligro constante cada vez que cogía el balón. Sólo la mala puntería del argentino y un gran partido del veterano Cesar, que mezclaba paradas antológicas con actuaciones circenses más cerca de los payasos malos y estúpidos que de un verdadero profesional del fútbol, hicieron que la derrota valencianista fuese efectiva mucho antes. Llegó de la forma más épica posible. Un Kun agotado y con los gemelos más duros que las Cariatides atenienses no podía andar y pedía el cambio. El árbitro, en otra actuación antológica, no concedió el cambió y pidió que se sacase el córner antes de ello pero está cosas son así. El balón desde la esquina le cayó a la cabeza de Agüero que pone el 2-1 en el marcador. Desde ese momento el Valencia bajó los brazos y asistimos a un recital rojiblanco que acabó con los goles de Forlán (gran pase de Jurado al hueco) y de Jurado a la media vuelta en el área che.
Gran partido de los colchoneros que hace creer en este equipo formado por apenas 11 jugadores pero que estando todos ellos metidos en el partido han demostrado poder ganar a cualquiera. Faltaba tan poquito… si a principio de temporada hubiésemos tenido esto y dos o tres tipos decentes en el banquillo…
4 comments
la expulsión y el penalti de Marchena resultaron claves. A partir de ahí, el partido se tornó rojiblanco. un abrazo.
Eres un crack, directamente.
Leída la crónica y oída la tertulia de "Pobre Atléti", coincido plenamente contigo.
En la visión del partido, en cómo ves el tema RG (ni de medio ni de centro, mejor en Bilbao), la eliminatoria de Lisboa, Jurado y su partidazo de ayer (jojo)...
Quique debe seguir porque fichar a otro supone volver a empezar de cero. Conoce la entidad, las debilidades de la plantilla (muchas), las principales necesidades, y sólo falta que le hiciesen caso en verano a la hora de fichar.
Sigue así, eres uno de los "blogueros" rojiblancos de referencia.
Pablo, haces que se me salten los colores. Muchas gracias.
Yo estoy convencido de que lo que pienso, lo que pensamos, es lo mismo que piensa mucha gente pero desgraciadamente los "notarios de la realidad" prefieren escuchar únicamente la realidad que ellos mismos se inventan y así es muy difícil.
Un abrazo,
De nada. Sabes que hay mucha gente que no piensa igual. Tampoco hay que irse muy lejos para ver tipos que todavía defienden a Raúl García como jugador válido para un Atlético que aspire a cosas, gente cuya crítica al club (englobando todo, desde directiva hasta jugadores) ha sido nula cuando se han ganado 2 partidos, ¡gente que fue a Neptuno por quedar cuartos!, en fin...
La prensa sigue engañando a mucha gente, sólo hay que ver los premios que ganan "los Manolos" de Cuatro. Sin embargo, dentro de unos años, cuando en la facultad de periodismo toquen el tema de la información tendenciosa e insustancial (si es que se enseña ese tema) en el deporte, saldrán ellos en la portada.
Otro abrazo.
Publicar un comentario