Muchas gracias a todos los que os habéis pasado por aquí durante todos estos años.

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¡Un abrazo!

Otro añito en el infierno

Oporto 2 - At. Madrid 0


Decía un escritor francés llamado André Giroux que el infierno es esperar sin esperanza así que esto debe ser el infierno. Un infierno pesaroso, injusto y terriblemente difícil de sobrellevar pero un infierno que era previsible. Un club raptado por sinvergüenzas, con una plantilla diseñada por un lamentable inútil y dirigida por un entrenador cobarde y sin orgullo no puede aspirar a más que intentar no hacer el ridículo en cada partido que desgraciadamente es lo que hemos hecho desde que ha empezado las competiciones en que jugamos.

Mañana vendrán las excusas, las apelaciones a la heroica, la tradición o la suerte pero no serán más que las tradicionales milongas de los que más que sufrir están tranquilos con este sucedáneo de atleti y tanto y tanto ingenuo de presunto corazón rojiblanco que se lo traga hasta el corvejón. Mañana escucharemos estupideces con tufo a refrán trucado como eso de que la plantilla es la misma del año pasado, que faltan huevos, que tal jugador es malísimo o que toda la culpa es de Abel. Todo mentira por supuesto. Faltar falta prácticamente de todo desde dinero a orgullo desde jugadores a talento en la dirección deportiva. Si fuese un tipo divertido y optimista, de esos que son capaces de vender una realidad que no existe o de cambiar el nombre para que parezca otra cosa diría que este año nos lo vamos a tomar sabático.

¿Merece la pena hablar del partido? Yo creo que no. Hablar de fútbol se puede hacer poco porque como viene siendo habitual apenas hubo y de lo demás, sinceramente mejor no hablar. El Atleti salió con el mismo espíritu que han inculcado todos los entrenadores anteriores (menos Luis Aragones y Pepe Murcia) desde la vuelta a la primera división, es decir con miedo, juntito en defensa, olvidándose del balón, olvidándose de crear y dando patadones. Todo valía con de parar el todopoderoso juego ofensivo de los portugueses (y si hubiesen sido islandeses pues islandeses porque da igual y a todos hay que tenerles miedo). Si el planteamiento deportivo era más propio de Urtain o de algún criminal de guerra serbo-bosnio que de un entrenador de fútbol, la configuración de la plantilla no podía ser más lamentable. Y mira que es difícil equivocarse teniendo una plantilla con menos jugadores útiles que posiciones a cubrir en el campo pero es que ni por esas. La estupidez de sacar a Perea en el lateral izquierdo (siendo ya un mal lateral derecho) dejando en el banquillo al único zurdo que existe en la plantilla para cubrir ese puesto (por muy mal que esté) es propio de entrenador malo que quiere demostrar que es bueno. La estupidez de poner a jugar en la última esquina del último pueblo de Portugal al único jugador de la plantilla que está algo en forma y que es capaz de tirar una pared (Jurado) sólo responde a esa necesidad exasperante y angustiosa que tienen todos estos entrenadores del montón por intentar que nadie estropeé su táctica felina tratando de jugar al fútbol. Tampoco entiendo la perenne alineación de Simao de titular cuando no ha hecho absolutamente nada en ninguno de los partidos que llevamos de temporada, igual que no entiendo esa posición de mierda que le dejan al pobre de Forlán en la que está siempre lejos de la jugada, le hace llegar siempre tarde a todo y que lo funde en tareas defensivas. Si además el propio jugador está en una baja forma lamentable como es el caso el resultado es catastrófico. Muy mal Abel. El año pasado en el mismo escenario empecé a sospechar que volvíamos a tener un entrenador del montón que encima se cree el salvador de la patria y hoy ha confirmado lo que se sospechaba desde que empezó la liga: es muy malo. Pero insisto, él no es el verdadero ni único culpable.

La primera parte tuvo dos ocasiones del Atleti: un tiro de Forlán desde la Plaza de Castilla y una mano a mano de Agüero debido a un error del Oporto. Los portugueses tampoco hicieron nada (porque ni mucho menos es un equipo para tenerle pánico) pero se intuía al menos que querían el balón, los jugadores sabían a lo que jugaban y lo hacían en su posición. Era cuestión de tiempo. A destacar eso si, porque es lo único destacable, la desgracia del pobre Roberto al lesionarse en el minuto 20 cuando se estaba afianzando en la portería y el único motivo de alegría de la noche, el debut de De Gea, el portero internacional de 18 años que Pitarch quería vender este verano (y afortunadamente no pudo) porque decía que ya tenemos muchos porteros jóvenes. Como era de esperar lo hizo más que dignamente.

En el descanso alguien debió llamar por teléfono a los jugadores (porque no creo que fuese Abel ni nadie del cuerpo técnico el que lo hiciera) para comentar que si querían seguir en la Champions había que ganar el partido. Habiéndola cagado contra el Apoel en casa el empate le venía mejor al Oporto que ha nosotros (por mucho que Abel siguiese en su cruzada por no dejar jugar al Oporto). No surtió mucho efecto, porque el despropósito táctico seguía siendo el mismo, pero Jurado se salió un pelín de su marginación más allá de la M-50 y se vieron algunos intentos de jugar a la pelota pero claro, cuando un equipo está configurado y mentalizado para quedar empate a cero salvo que un rechace, una ráfaga de viento o un contrario deje el balón en los pies de nuestro delanteros, es difícil que se reponga a un gol por muy injusto o tonto que este sea. Y así fue. Veinte rechaces en la portería colchonera dejan un balón cruzado desde el lateral del área que Falcao remata de tacón a la red. 1-0 y fin del partido. Es lo que tiene jugar así. A partir de ahí hasta el final simplemente vimos un ánima correteando por el campo sin ton ni son con la camiseta a rallas rojas y blancas, un carrusel de cambios estúpidos, caras de panoli y otro gol de los portugueses haciendo la herida un poquito más grande.

Cerezo dirá mañana que estamos vivos en las tres competiciones y efectivamente es así: la copa no ha comenzado, en la liga no te eliminan hasta Junio (hagas lo que hagas) y más que en la Champions, que como dijo MA Gil no es rentable, estarán pensando en ese tercer puesto que nos invita a jugar la UEFA o como coño se llame este año. Esta última frase esperpéntica resume lo que es hoy por hoy el atlético de Madrid.

Aficionados colchoneros compren ventiladores y aparatos de aire acondicionado que se espera otro duro año en el infierno.

Suerte

Valencia 2 - At. Madrid 2

No descubro nada nuevo diciendo que la suerte es vital en esto del fútbol y la suerte ha dictaminado el resultado global del partido de esta noche. La suerte es el nombre que los humanos damos al azar o la incertidumbre y por una cuestión cultural tradicionalmente se asocia a detalles mágicos o míticos pero la mayoría de las veces es un factor que se reparte más o menos de forma homogénea. Es decir que si el Atleti jugase partidos del fútbol parecidos al de hoy a lo largo de toda la temporada muy probablemente estaríamos hablando de otra cosa diferente a ese esperpento de equipo que nos había ofrecido el Club Atlético de Madrid durante las primeras jornadas. Hoy el equipo ha jugado a un deporte bastante parecido al fútbol y eso es ya toda una noticia.

Para ser justos el Atleti salió totalmente desconocido, es decir bastante bien. Muy agresivo, dominando el balón y jugando en campo del Valencia lo que probablemente es la mejor forma de encarar un partido de fútbol teniendo un equipo, como el que tenemos, de peligrosa y lamentable fragilidad defensiva y manifiesta imposibilidad de crear fútbol. Parecía un espejismo pero el Atleti quería el partido, estaba concentrado y los jugadores tenían la mirada de los jugadores que están en el campo lo cual debería también ser algo normal pero desgraciadamente no lo es. Y así pasó lo que tenía que pasar, una excelente jugada de equipo de los rojiblancos con gran Jurado que deja al Kun en el área con el balón y por lo tanto en gol.

Para ese momento todos éramos conscientes de flan de gelatina que era el cuestionado Valencia lo duro que tenían aferrarse un partido con el marcador en contra y con un estadio exigente que lleva tiempo cuestionando la labor del equipo, pero tuvieron que aparecer los fantasmas del pasado y como si el espíritu Azteca de Aguirre estuviese en el banquillo los madrileños se echaron atrás, se olvidaron del balón y se dedicaron a especular con los tempos de partido. Esta estupidez tan de moda entre entrenadores del montón que sin embargo se creen los inventores del fútbol. Uno de estos personajes, por cierto, estaba sentado en el banquillo Che que desgraciadamente para ellos ocupa posiblemente uno de los entrenadores más tontos de la primera división y conste que no lo digo por esos ademanes de juglar con urticaria o esos gestos tan poco creíbles como el 90% del cine nacional sino porque hay que ser tonto para hacer jugar una fabulosa plantillas como la del Valencia de la forma en la que este hombre pretende hacer. Aún así, con nuestro jugadores en la frontal y dando espacio y balón a los valencianos, el Atleti pudo sentenciar sobre todo con una galopada de Agüero que delante del portero echó el balón fuera pero este equipo ni siquiera tiene suerte. Dos pases desde el centro del campo a la espalda de los madrileños bastaron para dar la vuelta al marcador en cinco minutos lo que demuestra dos cosas: la lamentable defensa de los de Abel y el lamentable centro del campo del mismo equipo que además de ser incapaz de crear retazos de fútbol tampoco son capaces de cerrar los pases en largo desde el centro del equipo contrario. El Valencia incluso pudo sentenciar antes de acabar la primera parte lo que hubiese sido mucha más injusto que el injusto 2-1.

La segunda parte fue eso que se llama un partido de ida y vuelta. El Atleti salió de nuevo más agresivo en su actitud (tiene narices que eso dependa del marcador) que no de planteamiento puesto que Abel seguía sin renunciar al doble pivote de tarugos (aunque hay que reconocer que Cleber no ha estado tan mal como en él suele ser habitual). Hubo muchas ocasiones por los dos lados pero sin dudas las más claras estuvieron en los pies de Forlán (bajísimo todo el partido y probablemente ayudado por esa extraña posición en la que está obligado a jugar por culpa de Abel), Cleber y Maxi un par de veces. Era completamente injusto el resultado pero parecía que la enésima derrota de Atleti tendría lugar en Valencia pero por una vez la escurridiza suerte que no acompañó en toda la noche vino en forma de pase de A. López al segundo palo que Maxi remata a la red para desesperación de los valencianos.

Si el Atleti es capaz de mantener el nivel de hoy hay razones para soñar en que este año no tendremos problemas para mantener la categoría. Cotas más altas son quimeras de cotorra y basta echar un vistazo a la plantilla para darse cuenta de ello. De todas formas como decía Nietzsche la esperanza es un estimulante vital muy superior a la suerte.

Objetivo 45 puntos

At. Madrid 2 - Almería 2

El tema es así, un estadio cuya parte más joven y ruidosa canta con pasión de centro comercial canciones de fogata y lugares de fantasía cuando nos está cayendo la del pulpo, un palco que bosteza (y eso es lo mejor que se puede decir del palco), unos jugadores que se están haciendo multimillonarios por lucir bajo los focos unas camisetas que a nosotros nos cuestan 70€, una defensa de chiste, un centro campo virtual, una delantera desorientada y aturdida, un equipo que no existe, una liga adulterada, una colección de seres humanos que dicen ser futbolistas y que dicen jugar a un deporte parecido al fútbol, un entrenador que su cara de vinagre no es coherente con el “magistral” despliegue táctico que desmonta con alboroto lo que cinco minutos antes se sostenía con pinzas, una grada aburrida y somnolienta que come pipas y bocatas a la luz de la luna, un banquillo que alberga ex futbolistas, vagos y maleantes, un presidente que se ríe de todo y de todos con tanta desfachatez como falta de preparación y un mandamás que dirige las operaciones desde un extraño centro de operaciones y que probablemente sea que el que más se ríe de toda esta historia.

Con este panorama un seguidor de atleti de toda la vida, juicioso, sensato y normal debe tener una sola cosa en la cabeza: los 45 puntos que nos den la salvación. Cuanto antes asumamos la cruel realidad mejor nos irá a nuestra salud y nuestros reflejos.

¿El partido de ayer? Se resume muy fácil: sopor mientras vemos ese sucedáneo de deporte entre el fútbol australiano y la lucha grecorromana que se juega últimamente en el Calderón, penaly puntual a Forlán que él mismo se encarga de tirar fuera de la portería (en lo que es una alegoría perfecta de Atleti 09/10), más sopor, Sinama sin-gol que encara al portero completamente sólo y se tropieza contra sí mismo (otra alegoría) generando un contra ataque del Almería que acaba en gol, más sopor, Melé en el área del Almería que deja un balón en los pies de Cleber (ese jugador que parece un muñeco del “PC Fútbol” jugado en un ordenador sin memoria RAM) y que en contra de lo que es normal en el presunto brasileño acaba en gol, más sopor, rechace de un defensa andaluz a la espalda de su compañero que deja el balón en los pies de Forlán a pocos metros de la portería y que hasta este Forlán es incapaz de fallar, más sopor, más sopor, ataque de entrenador de Abel que saca al Kun a Simao que al parecer estaban cansados (nadie sabe para qué) y sobre todo que coloca en el campo a tres tarugos en el centro del campo en lugar de los dos que ya había, mucho más sopor, Hugo Sánchez que ve que es fácil llevarse el partido y entra en el campo a dar el mejor pase de la noche, melé en el área atlética con los once jugadores que iban vestidos a rayas cagados de miedo y gol del Almería en el último minuto. 2-2.

Visto lo visto sólo nos queda rezar para quedarnos en primera división.

La plantilla era, es y será una mierda. Apenas ocho jugadores de la misma dan el nivel de la primera división y el resto está ocupado por caraduras, ex jugadores y adolescentes asustados. Esta es la plantilla que tendremos hasta final de temporada y aunque queda por medio el periodo invernal de fichajes todos sabemos dos cosas: el tipo de jugadores que se pueden fichar en invierno y el director deportivo que tenemos para ficharlos. Lo dicho, a rezar.

El director deportivo se puede largar mañana o el 20 de Junio del 2010 porque ya dará igual. El estropicio está hecho y hasta el próximo verano, si seguimos en estas condiciones, no se podrá empezar a hacer bien las cosas.

¿El entrenador?... tres cuartos de lo mismo. Me ha decepcionado (y en este sentido lo de ayer es casi definitivo) pero esta plantilla no hay quien la entrene. Ni el mejor entrenador del mundo podría hacer que esta plantilla luchase por algún título y dudo que alguno consiga hacerla jugar al fútbol. Abel me ha decepcionado a nivel técnico y a nivel personal. Camacho dejó el Madrid antes de empezar la liga y el de Velada debería haber hecho lo mismo si tuviese algo de amor propio y dignidad. Si no lo ha hecho es parte del problema, así de claro.

Y de Cerezo y MA Gil poco más se puede decir. Hace muchos años que no deberían estar donde están pero aunque se fuesen ahora mismo el equipo, está temporada, seguiría siendo el mismo: un absoluto despropósito.

Los amigos de Dorothy



FC Barcelona 5 - At. Madrid 2

El Atlético de Madrid 09/10 es esto: un retal. Un garabato mal hecho o un triste castillo de naipes. Una manta corta con agujeros que si te tapa los pies te entra el frío por arriba y vicebersa pero que en cualquier caso te entra el frío por los agujeros que tiene. En definitiva es como los amigos de Dorothy en busca del Mago de Oz, un león cobarde, un espantapájaros sin cerebro y lo que es peor, un hombre de hojalata sin corazón. Porque este Atleti construido a base de bromas, residuos y mentiras no tiene cerebro ni valentía pero ni siquiera tiene corazón. Es un ánima perdida retozando en el camino de los muertos, que no sabe ni siquiera a donde va.

El Atlético de Madrid había perdido el partido contra el Barça antes de salir a jugarlo. Las caras de los jugadores llegando ayer a Barcelona eran las caras de un puñado de partisanos entrando con las manos esposadas en un campo de concentración alemán. Eran las mismas caras de los jugadores que han saltado al césped con la camiseta del Atleti esta noche, unas caras que reflejaban el miedo, la pesadumbre, el complejo de inferioridad y la miseria que arrastra hoy por hoy el nombre de este equipo. El miedo atenazaba todos y cada uno de los músculos de los jugadores de la misma forma que la falta de profesionalidad que a muchos de estos “profesionales” les ha hecho acabar en este rincón del mundo les hacía evadirse y apartarse del orgullo y la dignidad que nunca debería abandonar este escudo pero que desgraciadamente hace muchos años que no está. En la última década es normal que jugar contra el Real Madrid o el Barça sea sinónimo de gol en contra antes de los cinco primeros minutos. La primera vez pudo ser mala suerte pero a día de hoy no es muy descabellado pensar que el problema tiene más que ver con el miedo y la falta de valentía traducidas en una sospechosa falta de concentración.

Empezar un partido contra el Barça en el Camp Nou con 1-0 en el marcador en el primer minuto de partido y pretender hacer un papel digno sería una empresa difícil para cualquier equipo bien armado y con aspiraciones pero para este Atlético de Madrid de mentira, roto y acabado la empresa era simplemente imposible. Y es una pena porque el partido no estaba mal planteado independientemente de que este equipo no sabe que hacer con una pelota cuando esa sea probablemente la única forma de ganarle a este Barça. Abel puso a sus once mejores hombres (así de triste es el panorama) y los puso en su sitio natural (incomprensible que hoy salga Jurado en el centro y el martes contra los chipriotas no) pero quizás es que esta plantilla no es ni cien veces peor de lo que cree el desgraciado de García Pitarch o sus Jefes corruptos. A los quince minutos ya iban dos goles por debajo y por tanto ya hacía catorce que el “intenso” trabajo táctico de la semana se había ido a la mierda. El Atleti parecía un muñeco de peluche que llora si le aprietas la mano pero el Barça decidió no poner el pie en el acelerador (no lo puso en ningún momento del partido) y prefirió que el Atleti se suicidase solito. Agüero, como casi siempre, intento sacar casta y hacer la guerra por su cuenta con un Jurado que se sumaba en algunas ocasiones pero los demás preferían mirar al marcador para ver cuanto tiempo quedaba. Simao recordaba al jugador mediocre que salió del Barça por la puerta de atrás, Forlán parecía Cleber Santana disfrazado de Forlán, Roberto se moría de miedo mientras Asenjo debía estar haciendo el gilipollas con el anormal de Fernando me-falta-un-hervor Hierro y su panda de secuaces y el resto de jugadores seguían en su línea de siempre. Y así llego el tercero y el cuarto... injusto premio para los méritos del Barça, si, pero cuando el Barça te golea tres veces en tres años consecutivos es que debe haber algo más grave de fondo. La superioridad del Barça era tan brutal (sin parecerlo) que la relajación del equipo llegó a extremos impropios en un equipo de primera división lo que provocó un carrusel de fallos en la defensa blaugrana uno de los cuales supuso el 4-1 de Agüero.

La segunda parte gracias al equipo catalán no fue el via crucis que todos esperábamos y a los puntos deberíamos decir que fue de los rojiblancos, pero eso no debería decirle nada a nadie. El Barça estaba ya pensando en el resto de partidos de temporada y los colchoneros se limitaron a intentar jugar como un equipo de fútbol frente a un puñado de jugadores complacientes que ya habían hecho su trabajo. Hubo dos goles mas, por parte de los madrileños un desconocido Forlán hacía un gol del que nadie se acordará nunca mientras que Messi coronaba la enésima humillación en la historia contemporánea del equipo madrileño.

El viernes pasado me preguntaba un amigo sobre el partido y le contesté que mi única duda era si nos meterían más o menos de seis. Lo decía completamente en serio. No soy Gurú, simplemente veo todos los partidos del Atleti.

Esto es nuestro equipo hermanos y lo será durante toda la temporada. ¿El entrenador?... ni el mejor entrenador del mundo sería capaz de sacar nada de esta plantilla. ¿Pitarch? un desgraciado que nunca debería haber pisado el Vicente Calderón y que ojalá lo echen esta misma noche pero hoy ya no servirá para nada. Me alegraría muchísimo leer mañana en el periódico que Cerezo y el veterinario han decidido vender el club pero eso tampoco cambiaría esta temporada el equipo que dice ser el Atlético de Madrid hoy por hoy. Tengo miedo por la permanencia y lo digo en serio.

Nos espera un año difícil, angustioso, doloroso, desagradable y probablemente humillante.

Estoy realmente harto de todo esto.

El movimiento se demuestra andando


At. Madrid 0 - Apoel 0

Dicen que el movimiento se demuestra andando y es verdad. Basta ver a los jugadores jugar andando para demostrar lo que es este equipo y de paso saber lo que nos espera esta temporada. Basta ver la cobardía y falta de tino con la que juega la plantilla para ver la cobardía y falta de tino del entrenador. Basta ver (si las lágrimas o la risa te permiten hacerlo) el once inicial y los nombres del banquillo para comprobar la extrema inutilidad del inútil de García Pitarch y basta ver el trabajo de García Pitarch para ver lo que les interesa el Atleti a los que lo han puesto ahí. El partido de esta noche, que abría y probablemente cierre las aspiraciones de nuestro equipo en la manida Champions, aparte de ser un bochornoso y tremendamente aburrido esperpente ha servido una vez más para dejar a cada cual en el lugar que le corresponde. A los jugadores (salvo mínimas excepciones) en el lugar de mercenarios sin alma ni pasión, tan implicados e interesados en ayudar a este equipo como yo en ayudar a la Cienciología. Abel como un entrenador más, del montón, amarrataguí y con el mismo plan que tendría cualquier entrenador del montón. A Pitarch como lo que es, un redomado incompente que encima se permite el lujo de escupirnos desde su montaña de estiercol y al duo sacapuntas, Cerezo y MA Gil como unos mentirosos.

Tenía dudas sobre un desconocido equipo que viene de esa extraño país que alberga dos paises en uno, por mucho que la minoría turca no sea reconocida en ningún sitio fuera de Turquía, y tenía dudas sobre de qué parte de la ciudad dividida de Nicosia vendría este Apoel pero las dudas se disiparon nada más entrar en el campo y ver ondear una inmensa bandera griega en la parte de la grada ocupada por la numerosa hinchada greco-chipriota. El equipo lo que expuso en el campo fue orden, dos líneas de cuatro juntas, una ligera presión y paciencia, lo que a la postre fueron armas más que suficientes para desarmar a un Atleti sin esquema, sin recursos y sin alma. Enfrente los colchoneros, por decisión de un Abel que recordaba a sus hazañas de la temporada pasada en Oporto, decidían relegar a Jurado a una banda, donde hace un par de años desplegó el peor fútbol de toda su carrera, improvisaba un par de laterales de entre el saco de centrales que el bueno de Pitarch ha tenido a bien tener en la plantilla y le daba la manija del partido a esa especie de Cantinflas hormonado que dicen que es un jugador de fútbol. Un tipo que sale con cara de susto al campo y que es el único mediocentro del mundo que no necesita que lo presionen cuando tiene el balón porque él mismo se presiona y lo pierde. Otro gran acierto del inútil de Pitarch que ya hace dos años era una broma y hoy lo sigue siendo, más pesada si cabe. Con estas premisas la primera parte se saldó así: espesura rojiblanca, pelotazos al aire, incapacidad de conectar dos pases seguidos, Forlán bajo de forma, Simao bajo de forma y los demás a verlas venir. Jurado desde su esquina del mundo y un desasistido Kun intentaban poner al menos ganas pero era inútil. En lugar de intentar poner de titular a un jugador con pulsaciones normales del corazón o que el tal Cleber se adapte a la velocidad del fútbol moderno lo que hace este pseudo-atleti es adaptar su ritmo al talento del señor Santana. Resultado: minuto siete y Asenjo hace el paradón de la noche con un remate chipriota a puera vacía. ¿Creen que sirvió de estimulo para la reacción?... en absoluto. El mismo guión hasta el minuto 30 que llegó el primer remate a puerta de los madrileños gracias a una combinación in extremis de los dos únicos que parecían querer jugar el partido. Y eso fue todo por parte colchonera en la primera parte porque de parte chipriota todavía faltaba un nuevo susto en forma de remate a puerta vacía que de nuevo marra un tal Charalabides casi en el minuto 45.

Si contra un equipo como el Apoel, teniendo dos mediocentros lesionados y siendo Jurado el jugador más en forma de la plantilla, el bueno de Abel es incapaz de prescindir del doble-pivote defensivo (por no decir doble-pivote de tarutos) y colocar al único tipo de la plantilla capaz de pasar hacia delante, es evidente que no va a ser capaz de hacerlo ya nunca. Si el panorama de resultados y objetivos es ya desolador en el tercer partido, el panorama respecto al juego que pueda desplegar este equipo no le va a la zaga. Ya saben la receta: destrozar el juego del contrario, tratar de no tener la pelota, dar pelotazos, rezar y esperar a que alguno de los buenos reciba el balón. ¿Les suena?

Pero nada parecía ser susceptible de cambiar para el bueno de Abel puesto que saltaron los mismos once seres humanos en la segunda parte y como no podía ser de otra forma, porque recuerden que el movimiento se demuestra andando, todo siguió también exactamente igual. Misma espesura, mismo anti-fútbol, mismos pelotazos y misma emoción entre los greco-chipriotas que para entonces ya eran conscientes de que podía sacar su primer puntito en la Champions.

Pero supongo que motivado por el efecto de Jupiter en la órbita de Saturno o porque Abel se equivoco sin querer, Maxi sustituyó a ese personaje que ameniza las noches de los Zapings futbolísticos de apellido Santana. De este forma el argentino se iba a la banda y Jurado tomaba un hueco inédito en el centro del campo, ese lugar en el que hace más de una década que en la dirección deportiva del Atleti se ha decidido que no hace falta. Oye, fue como quitar el tapón en una bañera llena de agua. De repente el balón se movía, más jugadores entraban en juego, el Apoel parecía el Apoel y no el Milan de Sacchi y las ocasiones se sucedían. Sin mucha flluidez pero se sucedían. Primero Jurado, luego Agüero, Maxi desde la derecha pasando por delante de la portería, Forlán varias veces probando su mortal disparo pero sin fortuna... parecía que por fin el equipo madrileño tomaba la manija y el ritmo y casi ni nos acordábamos de los 55 minutos tirados pero entonces asistimos al enésimo ataque de entrenador de los últimos tiempos. Abel decide en ese momento (minuto 70 aproximadamente) romper el ritmo del partido para sacar a Sinama por Perea. Alguien podía pensar “bueno, lo quita para jugar con tres defensas y meter un jugador más arriba o en el centro”. Podría ser pero no fue. Sinama jugó de lateral derecho. “Un lateral derecho ofensivo”, grito un compañero mío de grada, a lo que yo le conteste que no es ni lateral ni ofensivo. Efectivamente las aportación de Sinama en el lateral fue tan inútil como la aportación de Perea había sido antes o como la que Dominguez estaba siendo en el otro lado, sólo que con menos discrección por parte del francés que se gana la enemistad de la grada a pasos agigantados. Probablemente la discreta actuación de estos jugadores se corresponda con que ninguno de los tres es lateral pero eso es volver a la labor del señor que está en Valencia recuperándose de un esguince (no se matiza en que lugar del cuerpo tiene el esguince).

Y poco más hasta el final. Roto el rítmo vuelta a la normalidad. Aparte de un par de remates de cabeza de los chipriotas que con cada corner o falta sembraban el terror de la lamentable defensa colchonora hubo también nuevos remates (casi siempre de un bajo de forma Forlán), un par de ellos realmente espectaculares como la dramática última oporunidad pasado el minuto 90 con un zurdazo brutal del uruguayo que atajó el palomitero de Xiotis.

Aparte de la falta de ilusión o de las subjetivas y muy personales sensaciones que el espíritu, juego y la actitud de este equipo deja en los corazones colchoneros el partido dejá unos números mucho más objetivos. Tercer partido de la temporada, dos empates una derrota y un sólo gol frente a tres equipos de media tabla baja. Primer partido en champions en casa y contra el peor equipo del grupo y se empata con estrépito. Este es el Atlético de Madrid de los Abel, Pitarch, Cerezo y Gil. Supongo que en cualquier caso esta noche los programas radifónicos seguiran haciendo placenteras e indoloras felaciones periodistas a los dirigentes de este bendito club.

Los albóndigas en remojo

Como he escrito en el post anterior ayer no pude estar en el campo ni ver el partido. Por eso transcribo aquí sin añadir una coma la crónica que me ha mandado mi buen amigo El Hombre Omega, un tipo que me merece mayor credibilidad que cualquier periódico o emisora.


Existe en el cine americano un subgénero protagonizado por entrañables perdedores que pretenden destacar en actividades para las que física y mentalmente no están dotados. Bien sea un partido de futbol americano, o en una cancha de baloncesto, los protagonistas tratan, de manera patética, de competir con el equipo de los guapos y atléticos lideres del instituto. Todo esto cambia cuando aparece en sus vidas el entrenador de vuelta de todo, generalmente antigua estrella del deporte profesional que les infunde coraje, determinación y tantas ganas de ganar que el grupo de freaks termina creyéndoselo y derrotando al rival. Ayer en el Calderón Abel Resino decidió ser ese entrenador y sacó a la cancha a un grupo de “futbolistas” que encarnan, uno por uno, los personajes tópicos de estas producciones:

Cleber Santana seria el gordote sin amigos del que se ríen todos sus compañeros y al que el entrenador le da la orden de no dejar pasar a nadie por su zona de juego. Sinama es el muchacho hiperactivo que se enreda con sus propios pies y en la táctica de los novatos actúa como distracción del contrario (pero solo como distracción). Valera juega el papel de casi-guapo. A primera vista parece un chico normal pero si observas su comportamiento detenidamente te das cuenta de que sufre algún pequeño trastorno. Jurado seria el jefe, el líder de los Nerds, ese que lleva infinidad de bolis en el bolsillo de la camisa, sabe que vale más que los demás pero su inmensa timidez le bloquea. Por ultimo Reyes, otro personaje recurrente: el del ex jugador profesional con resaca perpetua que el club ha contratado para darle relumbrón a la entidad. Desgraciadamente el partido de ayer no tuvo un final feliz como en el cine.

Con estas armas nos plantamos frente al Racing de Santander, una temible escuadra que si no me equivoco va a pasarlas canutas para no descender, pero que con lo poco que tiene le bastó para que no nos llegara la camisa al cuello durante casi todo el encuentro. Nuestros jugadores lo intentaron, de verdad. Supongo que a un equipo en el 4 de sus integrantes no son futbolistas profesionales no se le puede pedir más. Añade la baja de Maxi y el agotamiento del Kun y Forlan por sus compromisos con las selecciones y el empate fue un resultado justo. En realidad pudimos ganar el partido, si Forlan hubiera acertado en el único mano a mano que tuvo y que no suele perdonar o si el lanzamiento de falta que se estrello en el poste, también del uruguayo, hubiera ido un centímetro más a dentro. Pero como el Racing también se acerco con peligro en un par de ocasiones y le regalamos el gol de rigor, pues eso, justo empate.

Del club de los novatos un par de cuestiones: todo el ataque del rival venia por la banda de Sinama y Valera, este ultimo siempre mal situado, sin cerrar al extremo y perdiendo el balón en situaciones muy comprometidas. Cleber, lo que esperábamos, lo que, excepto Pitarch, ya sabíamos; que no es un jugador de futbol. Sinama ocupo espacio físico en el campo y Reyes … salió al campo motivado, toco el balón dos veces y decidió volver a ser el curro romero del futbol (el curro de las espantadas y las almohadillas no el genio del toreo).

Mención aparte merece Jurado. Hoy leo las crónicas deportivas y todas coinciden en el partidazo que hizo. Hay un tipo de chica más bien normalita, ni guapa ni fea ni tonta ni lista que sale por las noches con dos amigas realmente horrorosas. A altas horas de la madrugada para los chicos que las cortejan ella es el pibón. Como estará la cosa en el Atleti que un jugador tan vulgar y sin sangre como Jurado nos parece un pibonazo. La única buena noticia de verdad fue la salida del canterano Keko en sustitución de invisible Sinama. Todo lo que hizo en el campo lo hizo bien y con criterio.

No creo que Abel acabara muy contento con la actuación de sus freaks ,¿O sí?. Porque si lo piensas bien, creo que decidió sacar estos tipos para poner en solfa la maravillosa política de fichajes del club. ¿No son estos los cracks que me habéis traído? ¡pues ahí los tenéis! Mejor una vez rojo que ciento colorado, dice un antiguo refrán.

Sobre los problemas extradeportivos solo una cosita, mientras la gente protestaba dentro y fuera del estadio, mientras que a lo largo de la semana los dirigentes del club han escrito cartas y rectificaciones y la prensa una vez más les ha hecho el juego, la revista oficial que el club edita y reparte gratuitamente en cada partido mostraba en un revelador dibujo los jugadores que tenemos y la posición que ocupan. Echándole un vistazo al grafico cualquiera entiende los males de este equipo. A veces el enemigo sin saberlo está en casa.

Reflexiones sobre un desastre

At. Madrid 1 - R. Santander 1


No hay sensación más frustrante y desesperada que tener que vivir el tristísimo episodio que vivió el club Atlético de Madrid ayer y encima tener que hacerlo desde una distancia que lo hacía todo mucho más patético todavía de lo que era. Una boda de un amigo de la infancia me hizo perderme toda la epifanía colchonera y tener que vivirla a base de prensa, llamadas de teléfono, SMS's y comentarios anónimos de personajes anónimos que me rodeaban. Personajes que no eran seguidores colchoneros y que no entendían los motivos de una protesta que ellos, supongo que alumbrados por los medios de comunicación de este dichoso país, asumían como una pataleta sin sentido de un puñado de lunáticos. “Han ido cuatro gatos”, me decía uno de ellos con cierta sorna confirmando el dato en las alertas de su teléfono. Resultando todo ello patético sin duda lo más patético de todo fue el comprobar que muchas otras personas, supuestos seguidores colchoneros esta vez, tenían exactamente la misma opinión: cuatro gatos que entorpecen la honorable labor de los "legítimos" dueños del club. Eso es el Atleti hermanos: un puñado de correveidiles que esconden las pocas cenizas que van quedando de lo que fue una vez un precioso club. Una orquesta incompleta de funcionarios aburridos que tocan sin partitura dirigida por un par de hombres grises que usan el circo como tapadera. Un muñequito blando, simpático e inofensivo que la prensa carroñera usa para relajar la tensión, como cuña para calzar los desajustes de la máquina de hacer dinero o simplemente para probar en sus carnes cualquier tipo de desatino.

Estoy tan decepcionado y triste que no me apetece insultar a nadie ni tratar de entender nada. Simplemente dejaré aquí mis modestas conclusiones a modo de reflexión personal.

1) Supongo que mucha gente entenderá el número de asistentes a la manifestación como un éxito. Yo no. Para mi es un rotundo fracaso que deja como conclusión algo que ya sospechaba y que es el que la inmensa mayoría de la masa atlética no entiende el equipo más que como un grupo de señores que salta al césped para jugar al fútbol. Ni honor, ni historia, ni sentimiento ni demás cuentos de princesas. Esa inmensa mayoría jamás irá una hora antes al estadio dejando de hacer otra cosas más "importante", jamás se perderá diez minutos de partido si puede evitarlo, jamás se comerá un atasco gratuito por ejercer su derecho a protestar y en definitiva jamás se manchará las manos en pos de una leyenda que además no se cree. Si ayer, con todo lo que había llovido, había más gente mirando la manifestación que protagonizándola nunca podrá ser de otra forma. Admitámoslo y asumámoslo: esa es la inmensa mayoría del Atleti. ¿Cómo se ha llegado a esta situación de parálisis? Pues cada uno tendrá su teoría pero creo sinceramente que no tienen sentido ya las manifestaciones fuera del estadio Vicente Calderón con estas premisas y las formas actuales porque al final no son más que sanos ejercicios de nadar a contra corriente, tan loables como estériles y que en la mayoría de ocasiones además nos dejan como “lunáticos” frente a la opinión pública.

2) El equipo, el que salta al césped, es una vergüenza y una lamentable broma pesada. Lo era antes del partido de ayer y lo es todavía mucho más después. El segundo partido de liga (que se dice pronto) me temo que inicia ya la oscura estela de una temporada larga y tortuosa cargada de disgustos, sopor, lamentos, excusas, decepciones, rumores, pesadillas, sustos y mucha vergüenza. Lo que está mal construido normalmente se cae. Lo que está muy mal construido se cae además con estrépito. Nuestra plantilla está muy mal construida así que hay que empezar a estar preparado para lo peor. Sólo un estúpido sin cerebro podía creer que los Valera, Cléber, Reyes,… de turno iban a dar un salto de calidad a este equipo cuando de hecho es todo lo contrario. Hay que ser muy estúpido y muy imbécil para creerlo aunque me consta que mucho “comepipas” estaban convencido de ello imbuidos por los cantos de sirena que nacen en las oficinas del Calderón y los arcángeles de la prensa se encargan de rociar en entre la plebe pasiva. Algo que pone de manifiesto también el sorprendente nivel de inteligencia de la adormecida, complaciente y cobarde nueva afición colchonera. En la segunda jornada estamos infinitamente más cerca de la cola que de la cabeza y eso habiendo jugado contra Malaga y Racing, dos “superpotencias” de La Liga de las Estrellas, como todos sabemos. Se avecinan tiempos difíciles para los idiotas que nos tomamos al Atlético de Madrid en serio.

3) Los giles y cerezos no tienen ninguna gana de largarse y no hay nadie con medios y recursos dispuesto a dar la cara en la oposición o ser una bandera en la lucha a la que poder agarrarse. No sé si existirá alguien en la sombra dispuesto y capaz de ser el dueño/presidente del Atleti pero si existe es un redomado cobarde que no sé a qué coño está esperando para dar la cara. No sé si existirá ese alguien pero si existe que se quede donde está porque tampoco me vale. Ya no. Si los que están son lo que son y los que vienen se esconden antes de empezar esperando a que el camino este liso y limpio de matojos, la situación es mucho más desesperada de lo que nos damos cuenta.

4) La prensa es el enemigo, lo han demostrado un millón de veces así que no hay que volver a ponerlo en cuestión, pero cuando tu posibilidades de salir con vida pasan precisamente por lo que haga ese enemigo la realidad es que de alguna forma estás vendido a su suerte. Por decirlo de otra forma más clara: estás vendido. El Atlético de Madrid será lo que la prensa quiera que sea y creo que parece evidente hacia donde apunta todo.

Punto de burbuja

El mundo de la física define el “punto de burbuja” como aquella temperatura a la cual se forma la primera burbuja de vapor en un material líquido y que supone oficialmente el inicio de la ebullición. Me acuerdo ahora de esta definición porque no hace mucho que hablaba con un amigo y utilizábamos ese símil para explicar el problema del Atlético de Madrid. Los dos estábamos de acuerdo en que la oposición a ese sucedáneo de atleti que lleva unos cuantos años suplantando la realidad no había todavía alcanzado el “punto de burbuja” que desatase la ebullición pero no coincidíamos sin embargo en la posibilidad de que dicho punto alguna vez se pudiese alcanzar. Mi amigo era optimista al respecto y opinaba que sólo era una cuestión de tiempo el que la gran masa colchonera se diese cuenta de que los dueños ilegales del club eran el verdadero problema de fondo mientras que yo era pesimista sobre lo mismo. Mi teoría se fundaba en que el aficionado atlético de toda la vida poco a poco iba abandonando el barco y que las nuevas incorporaciones no eran más que seguidores de una comparsa divertida y folklórica que no sólo tenían una explicación para cada desgracia sino que se alimentaban de la tragedia. Mi teoría insistía también en que sólo un cambio de actitud por parte de la prensa “seria”, esa que lleva décadas mirando hacia otro lado y promocionado la imagen distorsionada del Pseudoatlético de Madrid, podría hacer que la gran masa se pusiese de una vez por todas enfrente del problema.

Hace un par de días cuando estábamos todos digiriendo todavía la insultante carta abierta a la afición colchonera del supuesto dueño supremo del Atlético de Madrid, mi amigo me llamó para felicitarme por mi modesta contestación pero sobre todo para restregarme una deuda pendiente: “te lo dije”, me gritó al teléfono. “¡Por fin hemos alcanzado el punto de burbuja”.

La primera burbuja en un líquido no aparece por casualidad. Hace falta estar calentando la masa durante algún tiempo en el transcurso del cual parece que no pasa absolutamente nada. El líquido se calienta pero todo parece seguir igual hasta un momento dado en el que sin saber exactamente cuando y en el sitio más insospechado aparece la primera burbuja de vapor. Las tropelías ejecutadas por el heredero mandamás y su divertido cooperador a lo largo de décadas de poder usurpado son variadas y variables en cuanto a su gravedad. Durante todos esos años este par de genuinos empresarios no hicieron más que encender la rabia de un buen puñado de aficionados entre los que modestamente me incluyo. Algunos tiraron la toalla pero otros intentamos revelarnos ante unos medios de comunicación torticeros y complacientes y con más voluntad que medios intentamos propagar la palabra de lo que entendíamos que era el verdadero sentimiento atlético (con mayor y menor razón, también es verdad). Poco a poco se empezó a calentar esa especie de material líquido pero pasados ya varios años poca gente lo notó y ninguno conseguimos ver aparecer esa ansiada burbuja que desatase la ebullición. Probablemente teníamos y tenemos energía suficiente pero necesitábamos una fuente de calor más poderosa (que no mejor).

Y entonces llegó el vodevilesco esperpento de este verano. El heredero mandamás y sus cooperadores, crecidos como estaban en su tradicional inmunidad para con todo, no dudaron en acometer la enésima mentira, la enésima desfachatez y el enésimo despropósito culminado con la reluciente guinda de vender al pseudo-lateral derecho titular un día después de acabar el plazo de fichajes. Entonces fue cuando paso algo raro y extraño y no me estoy refiriendo a la oleada de post, cartas a los medios o la indignación en los blogs que aunque a muchos les pueda parecer un fenómeno nuevo llevaban ya muchos años echando humo. Me refiero a la respuesta de la prensa “seria” con alegatos muy críticos en todas las emisoras, editoriales impensables tan sólo unos meses antes y emocionados tirones de oreja por parte de mamporreros oficiales o cortesanas descocadas que a hora visten de señoritas. El fenómeno culminó incluso con el mismísimo Jose Ramón de la Morena en El Larguero hablando de la sentencia judicial que estipula que el señor Gil se hizo con el club Atlético de Madrid de forma fraudulenta.

Algo debe estar pasando cuando el escurridizo y aficionado al más oscurantista ostracismo que se recuerda en la historia moderna, el señor MA Gil, se atrevió a salir de la cueva para publicar una patética e insultante carta abierta a los aficionados atléticos en el diario AS que lo único que consiguió fue la agresiva contrarréplica partidista de uno de los brazos escritos del Nacional-madridismo, el diario MARCA, además del aumento de cabreo entre los ya cabreados seguidores colchoneros.

Mi amigo dice que el eje que va desde esa carta a la protesta prevista para el próximo sábado en el Calderón es el “punto de burbuja” de esta lamentable situación pero yo, aun asumiendo que estamos muy cerca, sigo sin tenerlo tan claro. Los periodistas tiran la piedra y esconden la mano que es lo que hacen casi siempre y sigo sin ver una campaña radical, constante y específica en contra de la gestión de esta gente. Creo que periodísticamente es un filón tremendamente fácil de comerse porque es tremendamente fácil orquestar con pruebas una campaña de investigación periodística que ponga en ridículo tan lamentable gestión, como otros hicieron por cierto con nuestro vecino o en valencia o en Vitoria, pero por alguna razón no se hace aquí.

En la misma línea no me gusta un pelo la bochornosa respuesta oficial de la supuesta Agrupación de Peñas, un escrito mal redactado por algún onanista del gilismo más abyecto probablemente desde las propias oficinas del club, y que sinceramente rebaja el sentimiento atlético hasta las cloacas más asquerosas y pestilentes.

Artículo agrupación de peñas

Tampoco me gusta para acabar ese demagogo y torticero editorial publicado en el diario AS, el otro brazo escrito del Nacional-madridismo, que justifica los problemas del atlético en la globalización, el ipod, la gripe A, el tiempo atmosférico, los movimientos telúricos, a las Spice Girls o las velas negras de la bruja Lola. No debería sorprendernos de todas formas porque es algo así como si George Bush tratase de justificar el descenso demográfico en Irak con los debastadores efectos que tiene en a humanidad el programa de Risto Mejide.

Editorial AS

¿Se alcanzará el sábado el ansiado Punto de Burbuja?... Veremos.

Carta abierta a MA Gil Marín



Estimado M. A. Gil Marín,

En atención a la emocionada carta con la que nos ha correspondido a la afición colchonera y siendo el que escribe un humilde miembro de esa inmensa y heterogénea familia, permítame corresponderle con algunos apuntes personales sobre sus sorprendentes palabras.

1) Sobre la situación del fútbol.

Efectivamente, el mundo del fútbol se ha convertido en una especie de carrusel carroñero en manos de una máquina poderosa y sin sentimientos que busca un beneficio económico de tintes obscenos y argucias en el filo de lo legal y muy lejos de lo honesto. Estoy de acuerdo en que nada tiene que ver este circo de gigantes y cabezudos con una competición deportiva noble, justa y emocionante pero tiene cierta gracia que esas palabras vengan pronunciadas precisamente por el hombre que enarboló la bandera del “profesionalismo” y el concepto de club “moderno” para sin antes preguntar incrustársela en el pecho a nuestra institución. Un “profesionalismo” que no hablaba de historia, orgullo o sentimientos sino de ingresos atípicos, camisetas, publicidad productiva, cuota de mercado, potencial comercial y que eliminó de cuajo la viejas tradiciones del club. Un “profesionalismo” que hablaba de eliminar por completo de los pasillos a cualquier vestigio humano de personal con un mínimo de vinculación histórica y emocional con los colores rojo y blanco precisamente como forma de eliminar el dañino sentimiento. Un presunto profesionalismo que vive de espaldas a todos y cada uno de los grandes nombres que forjaron este club a los que sistemáticamente desprecia. Es ciertamente simpático que precisamente usted escriba esas sentidas palabras cuando está inmerso en proceso de lapidación de probablemente el último símbolo que queda del verdadero Atlético de Madrid tal y como lo recuerdan los que sufrieron y lucharon por el, ese estadio Vicente Calderón que tiene los días contados al parecer por las vicisitudes del fútbol “moderno” pero que ustedes no se cansan de repetir que es para bien, sin matizar para bien de quién, porque al fin y al cabo los sentimentalismos no tienen lugar en este mundo moderno y profesional que usted profesa.

Estoy también completamente de acuerdo en situar el papel del mal llamado periodismo deportivo como arte y parte de este circo de colores siendo como es un protagonista demasiado interesado y con demasiadas cosas en juego como para dejar que los acontecimientos se desarrollen según sus propios términos. La prensa hace, deshace, crea, destruye, pone y quita pero piénselo bien antes de escribirlo porque probablemente esa sea precisamente la razón de que usted todavía siga ocupando el puesto que ocupa y que su traje de marca siga impoluto después de ser el presidente del Atlético de Madrid durante los diez peores años de toda su centenaria historia. Hay una palabra en el diccionario que resume el primer punto de su escrito mejor que yo:

Demagogia: “Degeneración de la democracia, consistente en que los políticos, mediante concesiones y halagos a los sentimientos elementales de los ciudadanos, tratan de conseguir o mantener el poder.”

2) Sobre las sociedades Anónimas.

Es difícil no estar de acuerdo con lo que usted escribe pero sorprende que lo haga el heredero natural del principal protagonista por el cual este club es hoy una sociedad anónima. Un señor, su progenitor, que reventaba las ondas nocturnas de la mano del por entonces ministro de deportes virtual, vendiendo y sin derecho a réplica esa “estupenda” ley que venía a ser la tabla de salvación del mundo del fútbol. Es ciertamente sorprendente que diga toda esta diatriba en contra de una ley a todas luces injusta porque no me consta que su progenitor luchase contra nada ni nadie por mantener al Atlético de Madrid fuera de aquella pantomima. No me consta porque no ocurrió. Su padre promovió y abrazó el maná de las sociedades anónimas con pasión y fervor hasta el punto de fagocitar el proceso de transformación y escribir los episodios más negros de la historia del Atlético de Madrid. En su caso no obstante, la solución es tremendamente fácil y bastaría con no acatar la ley que es algo sobre lo que ya tiene experiencia. Unos tribunales parecidos declararon que usted (o su progenitor) y sus cooperadores se habían hecho con el club de forma fraudulenta y así lo declara una sentencia que gracias a todos parece que ha prescrito. ¿No lo recuerda? De nuevo hay una palabra en el diccionario que resumen mejor que yo el segundo punto de su carta:

Hipocresía: “Fingimiento de cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente se tienen o experimentan”.

3) Sobre la situación del Atlético

El Atlético, o eso que sale al campo los domingos con la camiseta de lo que antiguamente era el Atleti, está en sus cotas más bajas de prestigio, fama, autoestima, capacidad de ilusión y resultados de toda su historia. La cantidad de aficionados históricos que han abandonado por desesperación la nave colchonera es proporcional a los años de miseria espiritual y sequía de éxitos que venimos atravesando. Atendiendo a los códigos del fútbol de honor y gloria a los que hacía mención en su primer punto no se puede decir que el club “no ha dejado de crecer” sin con ello faltar a la verdad. a) Hablar de millones de aficionados es hablar de algo que no se puede demostrar y que caso de ser cierto sería siempre a pesar de su gestión. ¿A quién quiere engañar señor Gil? Basta salir a la calle para ver que la afición a este equipo es una afición menguante y lo es por la sencilla razón de que la afición a un equipo de fútbol sólo puede entenderse por dos cosas: por los éxitos o por los sentimientos. Los éxitos no existen y a los sentimientos ustedes los están matando. b) lo del valor patrimonial debería de explicarlo con algo más de claridad y rigor para demostrar que es cierto pero me temo por su trayectoria que la claridad o el rigor no sean conceptos que maneje con normalidad. A día de hoy lo que sabemos es que tenemos una deuda de entre las que más, un club que no tiene dinero para fichar a nadie y un patrimonio que cada vez parece menos. Así de crudo. c) Decir que deportivamente también hemos crecido es en este caso un chiste de muy mal gusto. Teniendo los pies en la tierra es fácil ver que nos han cogido y adelantado equipos que hace no mucho mirábamos por encima del hombro y hasta hemos perdido puestos en la clasificación histórica donde teníamos un consolidado tercer puesto. Estamos inmersos en el periodo más largo sin títulos de toda la historia y tenemos la plantilla más descompensada de todo el fútbol profesional europeo. Ese es nuestro patrimonio deportivo. d) No sé, porque usted lo mantiene oculto como todo, cuales son los acuerdos comerciales de los que habla y no sé como será en el futuro pero este año la excusa para la lamentable y vergonzosa gestión deportiva del verano ha sido la falta de dinero. Decir que gracias a los ingresos podemos competir a un alto nivel con el equipo que tenemos y con lo que ha pasado es o tener un concepto equivocado de lo que significa competir o que de nuevo nos está engañando. Una vez más me remito al diccionario para resumir su tercer punto:

Cinismo: “desvergüenza en el mentir o en la defensa y práctica de acciones o doctrinas vituperables”.

4) A modo de ruego.

Agradezco la invitación que me hace porque de hecho es lo que llevo intentando desde hace unos años. Desde entonces intento denunciar la desnaturalización que está sufriendo mi equipo e intento recordar los valores, sensaciones y sentimientos que un día me hicieron enamorarme de esta idea que es el Atlético de Madrid a la gente que lo ha olvidado o que no ha tenido la suerte de conocer. Por esa misma razón le ruego a usted que siendo coherente con sus palabras abandone cuanto antes el equipo y que lo deje sin ocasionar muchos más desperfectos en manos de gente que lo entienda, lo asuma, lo quiera y lo proteja. Esos dos millones de personas de las que usted habla estaríamos agradecidos y dichosos de poder volver a disfrutar del Atlético de Madrid.

Atentamente,

Ennio Sotanaz

Si quieres ver la carta abierta para la afición colchonera de MA Gil Marín publicada en el diario AS del día 6 de Septiembre de 2009 pulsa aquí


El golpe

Había pasado apenas medio día desde la noche anterior y todavía no estaba repuesto de la decepcionante última jornada del periodo de fichajes de este año. Un periodo de fichajes que como los de casi todos los años había estado cargado de rumores, oscuros chivatazos de la prensa o ambiguas promesas que culminaban en ese esperpéntico final que dejaba todo como al principio… o no. Estaba todavía aturdido por los estúpidos alardes de grandeza por parte de bufones y tropas imperiales de la directiva o abrumado con las kafkianas explicaciones de los propios cerebros de la operación que incluso pocas horas después de ser vapuleados con saña en el primer partido de liga seguían sacando pecho, cuando me topé de repente con la increíble noticia de que el Club Atlético de Madrid había vendido al Everton inglés al “bueno” de Heitinga, el pseudo-lateral derecho titular de un equipo sin laterales derechos, por un montante que era tres millones de euros menor de lo que había costado un año antes. En ese momento empezaron a sonar en mi cabeza los inmortales acordes de Marvin Hamlisch mientras componía la escena final de este drama por entregas que hemos sufrido en el que los protagonistas se levantaban de un suelo de mentira, se limpiaban la sangre falsa pegada al cuerpo y se reían a mandíbula batiente felicitándose por el golpe redondo que acababan de dar. Ahí estaba el anti-Robert Redford de Enrique Cerezo limpiándose el polvo de esos pequeños insultos que apenas ensuciaron su camisa estrechando la mano y felicitando al anti-Paul Newman y gran cerebro en la sombra que es MA Gil que en ese momento salía de su garita postiza en la que había estado (y siempre está) recluido. Mientras los allí presentes, palmeros y eunucos del tándem Gil/Cerezo con trajes de raya diplomática, se abrazaban con cariño y brindaban con champagne (probablemente robado) el aficionado al Atleti salía de aquel tugurio cabizbajo y renqueante siendo incapaz de entender nada. Una vez más había sido robado con nocturnidad y alevosía pero no podía decir ni hacer nada porque todo se había perpetrado con maestría y el mundo entendía que el único culpable si acaso era el propio aficionado colchonero. Chapeau!

La temporada anterior concluía con un cuarto puesto in-extremis que daba pie al fabuloso golpe que estaba por venir y mientras por el camino se tapaba con barniz maloliente las salidas por la puerta de atrás de Seitaridis y Maniche, lateral derecho y mediocentro internacionales que se habían reído del club, que se habían llevado unos cuantos millones de esos que no hay pero que dejaban también dos huecos importantes en la plantilla titular, los objetivos de los cabecillas que dirigen el club iban por otros derroteros que poco tienen que ver con cubrir huecos o con la plantilla (¿Plantilla? ¿Qué plantilla?) Bastaba completar el largo y cálido verano con rumores sabiamente filtrados y con valoraciones dinámicas que fluctuaban según la situación de la opinión pública (que no del mercado) tapizando siempre todo con el socorrido San Benito de la crisis mundial galopante que afectaba a todos los estamentos de la vida incluido el fútbol e incluido por supuesto el Atlético de Madrid. Mientras los vecinos demostraban que las crisis son para los que tienen nómina, pagan impuestos o están bajo el amparo de la ley, los dirigentes colchoneros se plantaban en la línea de salida, renovaban todos los abonos posible con cantos de sirena, hacían caja de forma indigna aprovechándose de los abonados en el momento más crítico del año y diseñaban con fervor la tramposa trama. Sin bajarse de la burra de la crisis y de la gran plantilla que estaba en Champions los jugadores recuperados que no contaban al principio (porque no contaban) pasaron de poder dejar unos dineros que gastar, a ser los “mejores” candidatos para apuntalar el equipo y acabar siendo los grandes fichajes del verano. Estamos hablando de gente como Valera, Cléber, Reyes, Jurado,… tipos que ya fueron rechazados una vez por malos y que nadie en el marcado quiere tener. El final de la película ya lo conocen ustedes y no hace falta repetirlo. Basta matizar que culmina con la huida de un jugador titular en un equipo que juega la Champions League a un equipo que no juega en la máxima competición europea y que está en la parte baja de la tabla. Por algo será.

¿La crisis lo explica todo? Yo creo que no. Es difícil de entender la operación de la peineta si a día de hoy no deja un duro para fichajes y seguimos teniendo una deuda reconocida de 150 millones de euros. Es difícil entender también como no tenemos dinero de la televisión, cuando además no se puede ver al equipo televisado gracias a un contrato leonino que se supone que el club ya ha cobrado, igual que es difícil de entender que el equipo tenga que jugar Champions, hacer una buena campaña en cuanto a ingresos y vender los 45000 abonos para que el balance sea cero. Es también difícil creer a Cerezo cuando dice que son ellos los que se juegan su dinero cuando nos están vendiendo cada vez que tienen oportunidad eso de que si no se ingresa no se gasta que es lo mismo que decir que no piensan apostar ni un duro de su propio patrimonio. No me creo lo de la crisis justificadora de todo pero me lo creo menos comparándonos con el resto de equipos (todos ellos reforzados con más inversión y mejor criterio que nosotros).

Aún estando como estoy acostumbrado a los desmanes de esta pareja de estafadores reconozco que este nuevo remake de El Golpe me ha dejado sin palabras por lo elaborado de su argumento, la desfachatez de sus protagonistas, el miedo que me produce el resultado y la insultante connivencia de los “notarios de la realidad”. Está claro que a estas alturas de película este que escribe ya tiene pagado su abono completo (incluido el eufemístico “abono total”) y que la sensación de gilipollas es tan grande como el cabreo que vive en mis entrañas pero me temo que todo ello no pasa de ser una mera anécdota cuando cada vez es más evidente que los días con vida de este club, definitivamente y por mucho que me niegue a reconocerlo, están contados.

Una lástima que el anti-Paul Newman de MA Gil no pueda decir lo mismo que su alter-ego, aquello de “mañana volveré a ser el hombre más buscado del país” pero eso es lo que tenemos.