La estupidez siempre insiste (At Madrid - Valencia Copa del Rey)
La eliminatoria de Copa del Rey contra el Valencia el equipo la perdió, o para ser más justos su entrenador lo hizo, en el partido de ida. Gracias al lamentable planteamiento del sabelotodo que no sabe nada debimos haber perdido incluso por 20 a cero. En el partido de vuelta, la misma persona, ha vuelto a perder la misma eliminatoria por una razón muy similar.
Nuestro equipo saltó al campo como debería hacerlo cada vez que ese escudo está sobre un estadio de fútbol: a ganar el partido. Sin juego, ni técnica, ni esquema pero con ganas, pundonor y espoleado por su público salió a comerse al rival. En diez minutos teníamos el primer gol. Diez minutos después ya estaba el segundo. Forlán, ese delantero centro que gracias a la intrépida y original sinrazon de nuestro entrenador es el mejor centrocampista que tenemos, dio los dos goles. El segundo de ellos otro magnífico golazo de ese fuera de serie llamado Kun Agüero. 2-0, eliminatoria resuelta y un valencia destrozado y a merced del rival. Faltaba un pequeño golpe de gracia para noquear al rival. Aguirre, con su agudeza característica, paró el empuje, paró el nervio, paro las ganas, paró el juego, paró al público de animar, prohibió a sus jugadores moverse de la parcelita del que campo que les tiene asignada y colocó a nuestros once jugadores a defender en la frontal del área. Lo de siempre, vamos. Un cuarto de hora después Cléber Santana, sucedáneo de jugador incapaz de hacer nada en el campo que no sea intrascendente, nos metía gol en propia puerta en lo que sin duda es la acción más trascendente desde que viste nuestra camiseta. ¿Casualidad? Si cada vez que te asomas por la ventana te cae una maceta, pensar que todo es simplemente por casualidad más que de ingenuo es de ser un estúpido.
Entonces fue cuando salió a relucir otra de las características de este equipo: la falta de personalidad. Toda la que se le supone a su entrenador es la que le falta al equipo. ¡Menudo negocio! ¿De qué me sirve un cuate tan sulfuroso si su equipo se descompone con el primer susto del equipo contrario? De nada evidentemente. En ese periodo de ataque de pánico el valencia hizo su única jugada del partido y nos coló el segundo gol.
El atlético de Madrid de Aguirre se caracteriza por muchas cosas como pensar en pequeño, hacer el ridículo con regularidad, dar lástima pero no precisamente por ser un equipo que suela remontar los partidos. Nuestro equipo rara vez gana un partido que necesita remontar. Los periodistas, haciendo gala de su profundo conocimiento de este deporte, dirán que ese dato no es más el fruto de la casualidad. Yo digo que se debe a que el atleti de Aguirre ni sabe ni quiere jugar al fútbol y jugar al fútbol es algo que te suele tocar hacer si vas por detrás en el marcador. Aguirre, como las garrapatas, vive de los demás, de sus errores, de sus fallos o de su imprudente ambición pero igual que es muy difícil que las garrapatas dirijan el mundo lo es ganar algún torneo de esta manera. La única forma que teníamos de remontar era recurrir a romper el partido y dentro del caos agarrarnos al talento de nuestros jugadores. Es a lo que lleva jugando este señor toda la temporada. Hoy lamentablemente no dio resultado. Era lo más lógico por otra parte. Los jugadores (y de esta categoría habría que quitar a Reyes) dieron todo lo que tenían en cuanto a ganas y esfuerzo pero en el fútbol aparte de eso y por mucho que Aguirre diga y piense lo contrario, se necesita también el balón y saber como jugarlo.
Gil volverá a insistir en confiar en el entrenador y Aguirre volverá a insistir en su discurso tramposo y zalamero, volverá a insistir en su atrofiada concepción de la competición, volverá a insistir en su negativa a fichar jugadores de fútbol, volverá a insistir en fichar costinhas, en tirar los partidos, en anular el juego y en dar pelotazos pero es que como decía Camus la estupidez siempre insiste.