Decíamos ayer...
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Sevilla 1 - At. Madrid 3
En 1930, después de varios años en un exilio forzado, debido básicamente a su activa militancia intelectual, Miguel de Unamuno volvía a su cátedra de la Universidad de Salamanca rememorando una frase que Fray Luis de León, también docente universitario y también apartado de sus clases injustamente por la violencia de ese poder mediático llamado inquisición, había inmortalizado muchos años antes. Como si todo ese doliente periodo en el ostracismo no hubiese acontecido, dicen que tras años ausentes ambos comenzaron su clase con la mítica frase “cómo decíamos ayer”. El Atlético de Madrid no da clases de nada, no es referente intelectual de nadie (creo) ni se posiciona precisamente enfrente de ningún poder de poderes, pero por alguna razón lleva años sometido al brutal acoso de un sistema, el que maneja el fútbol profesional de este país, que en algún momento decidió convertir la Liga y su circo mediático en un parque temático por y para Real Madrid/Barcelona en el que el resto de participantes ni son, ni están, ni pueden ser protagonistas. Desde el pitido final que daba la décima Copa del Rey a los colchoneros, la propaganda del circo, la venenosa realidad diaria de unos medios de comunicación que viven por y para mantener esa gallina de los huevos de Oro de la Liga de Dos ha estado dilapidando la modesta construcción que se había fabricado, casi sin querer, a la ribera del Manzanares. Molestan los intrusos inesperados. Desde ese día todos los jugadores titulares (y no titulares) del equipo han pasado por las portadas de los “pretigiosos” medios orales y escritos como futuros jugadores de otro equipos más afines y acordes al orden establecido. TODOS han pasado por ahí. Dos meses de pesadilla en los que la mejor noticia para el Atleti era que no publicasen noticias del Atleti. MA Gil, el usurpador del Club Atlético y protegido del Sistema que gobierna el fútbol, mantenía su tradicional posición de desaparecido ante el insulto constante. No le importa que agredan a un equipo, el Atleti, que no pasa de ser más que su medio de vida. De hecho, el avinagrado dirigente ha dejado claro más de una vez sentirse muy cómodo en esta tesitura de comparsa vulgar. Caminero, una de las nóminas menos evidentes de este país, seguía comprándose gafas de sol atendiendo la orden del heredero Gil de no hacer su trabajo y con ello renunciar a la histórica oportunidad de montar un equipo mucho más completo y realmente terrible. Los aficionados, envenenados por la toxina mediática, entraban al trapo sacando conclusiones precipitadas sobre las supuestas ventas que acontecían (cuando en realidad no acontecía nada). Pero quedaba Simeone, la salvaguarda hoy por hoy del espíritu colchonero. En su particular exilio y mientras el mundo del fútbol se cocía en su propio caldo desnaturalizado el argentino pensaba en lo suyo, ajeno a la estupidez. Y comenzó la liga. Como si no hubiese pasado nada porque nada había pasado. Parafraseando a los clásicos: decíamos ayer...
Y es que La liga 2013-14 comienza exactamente como acabó la anterior. Con un equipo denso y bien construido que no ha perdido un ápice de rigor, honestidad y ambición. Un equipo que mantiene todos sus virtudes... pero también sus defectos. Una roca táctica construida desde atrás que rezuma poderío físico y táctico pero que adolece lamentablemente de contrapeso técnico. Esto último duele más teniendo en cuenta que había todo un verano para solucionarlo. El partido comenzó rápido, con ritmo y velocidad pero muy áspero. Un reconstruido Sevilla, equipo en creación pero con muy buena pinta y prueba palpable de que las secretarías técnicas están para trabajar con imaginación y no para dejarse crecer la barba con estilo, se hacía con el balón y metía al Atleti atrás. Guión tantas veces conocido otras veces pero un guión que en principio no asusta. Los sevillanos tenían el balón pero no inquietaban (a excepción de un excelente pero aislado remate de cabeza al larguero) a una defensa que sigue siendo exactamente la misma. Pasado el primer cuarto el Atleti pudo tener por fin el balón más de dos segundos y vimos finalmente cosas del nuevo Atleti. Vimos por ejemplo que el auténtico crack de este equipo es Diego Costa, un jugador que no para de crecer y que aporta docenas de recursos en ataque. Si consigue templar con inteligencia esa fogosa cabecita creo que tenemos un jugador de los que marcan la diferencia. También vimos el tipo de delantero que puede ser Villa, un de los tipos que mejor se desmarcan del mundo. Ayer no hizo un partido espectacular pero se le ve en forma y con ganas. Esperemos que cuaje. Los que desgraciadamente no se asomaron mucho en la primera parte son los culpables de que este Atleti construya de vez en cuando algo de fútbol, Koke y Arda, que apenas entraron en contacto con el balón. El primero igual de voluntarioso que siempre es en cualquier caso un seguro de vida en defensa, a balón parado y en esa segunda línea de presión. Mejoró mucho después. El turco sin embargo mostró unas preocupantes sensaciones de indolencia que no se le recordaban y que fueron a peor. Me asusta lo que pueda pasar con Turan. Aun así, a balón parado y tras córner desde la derecha, el Atleti se adelantó en el marcador. La enésima vez que Miranda peina en el primer palo y un delantero, esta vez Diego Costa en acrobacia, entra en el segundo para rematar. El 0-1 invitaba a pensar en otro tipo de partido pero en apenas unos segundos los de Emery empataron con un soberbio disparo de Perotti desde más de 30 metros. Uno de esos goles que entra una vez de muchas.
El Atleti acusó demasiado el gol rival. Desde ese momento hasta el final del primer tiempo estuvieron a merced del Sevilla, encerrado en su campo y sin capacidad para parar el partido o robar el balón. El descanso, lejos de solucionar el panorama, sirvió de refrenda de lo que habíamos visto antes. El equipo retrocedía cada vez más y se limitaba a dar pelotazos sin ton ni son. La presión no funcionaba, la transición no existía y los del Nervión cada vez estaban más y más cerca. Perdido el centro del campo y el balón, Simeone actuó sentando a un enfadadísimo Arda y sacando a la Gran Esperanza Blanca: Óliver Torres. Poco después uno de los nuevos, Leo, sustituía a otro de los nuevos, Villa. El panorama cambió para bien de los madrileños que volvieron a tener el balón y jugar en campo contrario. Óliver es evidente que todavía tiene carencias físicas y que es un punto débil en defensa (cosa que se vio mejor un poco más tarde jugando caído a una banda, fuera de casa y frente a un equipo volcado) pero en ataque es ambrosía. Cada vez que toca el balón da la sensación de que puede pasar algo y es de esos jugadores en extinción capaces de inventarse algo que nadie espera.
Pero dejemos el futuro representado por Óliver y quedémonos con la realidad que tiene la cara de Costa y Koke. A falta de un cuarto de hora el canterano puso un gran balón al enésimo desmarque de Costa para que el brasileño repitiera el gol de la final de Copa cruzando el balón al palo contrario. Un segundo gol que cerraba el partido. El Sevilla se fue arriba con más fe que otra cosa pero el Atleti tiró de oficio para no sufrir e incluso para hacerle un siete al rival a base de contrataques. En uno de ellos, tras jugada personal por la derecha sorteando rivales, el uruguayo Cebolla marcó el tercero con gran maestría.
Inmejorable comienzo de un Atleti que promete seguir asentado en las premisas que la pasada temporada lo hizo grande: compromiso, rigor táctico, mentalidad ganadora y ambición. Falta por ver el recorrido que puede dar Villa y la aportación que finalmente puede dar un Óliver Torres que a día de hoy es el único sitio por el que podemos imaginar un salto del equipo en la línea de ser más peligroso con el balón. En cualquier caso Habemus Liga y habemus equipo.
6 comments
habemus, habemus!!!
que bien volver a ver este blog activo.
Un abrazo
Alfonso
Bienvenido Ennio a esta, (nunca mejor dicho), tú casa, espero que rebosando energía.
Y como decíamos ayer, "ese medio campo de nuestros dolores", ciertamente comenzamos el partido espesos y sin controlar el balón, pero a pesar de todo en los primeros minutos llevábamos cinco corners a favor por ninguno en contra y el larguero del Sevilla lo compensamos con el de Villa tras desvío del portero.
En líneas generales me gustó el equipo, como bien dices mantiene la personalidad y entrega del año pasado con un plus para mí importante, un banquillo que permite cambios tácticos sin perder un ápice de calidad.
Y lo de Óliver...., ¡Madre mía que bonito es soñar!.
Saludos.
Un placer volver a leerle Don Ennio, mas todvía desde tierra extraña que me hace sentir como en casa.
Tengo que decirle que presiento gran campaña de nuestro Atleti...
Un gran abrazo.
Jesus
Como siempre. Excelente Crónica.
Coincido con usted en la totalidad de sus argumentos. Por que son exactamente certeros.
Solo un ruego. Que nos quedemos como estamos o un poquito mejor.
Un abrazo.
Bienvenido de nuevo y no desesperes, yo todavía espero que aparezca un cerebro por el Calderón en estos 11 días que quedan!!
Encantado de volver a leerte Ennio.
He intentado desconectar de este asqueroso periodo y no leer nada de fichajes, rumores, etc ....pero la verdad es que no lo he conseguido del todo y, como cada verano, acabo con un rebote de narices y asqueado de los dirigentes y la prensa que tenemos. Es que no aprendo.
Menos mal que empieza la liga y ya se habla de fútbol, y no de Bales, representantes, rumores, etc
En fin, espero que aun llegue un refuerzo de calidad para el medio centro
Un saludo,
Jaime
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