Adiós Luis
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Luis Aragonés
Acabo de enterarme de la triste noticia del fallecimiento de Luis Aragonés, Don Luis Aragonés, y sinceramente hoy no tengo el cuerpo como para escribir del tema. Me duele mi corazón colchonero. Hace pocos días me preguntaban el nombre de un jugador que en mi opinión representase lo que es el Club Atlético de Madrid y en menos de un nanosegundo contesté, sin dudarlo, Luis Aragonés. Luis hizo mucho por este equipo, indiscutiblemente, pero para mí su figura trasciende sus logros. No es que fuese del Atleti. Era el Atleti.
Como inútil homenaje a su persona y a su figura quiero volver a rescatar un texto que escribí hace años cuando la selección conquistó la Eurocopa con él al frente. Aquel día me sentí más de Luis Aragonés que nunca Creo que sigue vigente.
Adiós.
Hasta siempre.
Descanse en Paz.
“Cadena perpetua es una película magnífica. Una de mis preferidas. Sin embargo lo que más recuerdo de ella no es el excelente guión, ni la interpretación de Tim Robbins ni nada que destaque las suculentas virtudes cinematográficas de la cinta. Lo que más recuerdo es lo bien que queda reflejada la inmensa alegría que se debe sentir después de cobrarte una venganza contra alguien o algo que te ha hecho soportar una penitencia injusta. La imagen de un Tim Robbins blanco y radiante dirigiéndose hacia las calles de su pueblo mexicano soñado de nombre impronunciable (Zihuatanejo) refleja perfectamente el sabor de la venganza más inteligente y elegante. Esa es la imagen que me vino ayer por la noche pero el protagonista no era un Tim Robbins peinado y vestido de blanco sino un Luis Aragonés con aspecto desaliñado (como siempre), mirada perdida (como siempre) y cara de pocos amigos (como siempre).
Y es que la selección española con menos jugadores “colchoneros” de las últimas décadas (concretamente ninguno) se acaba de proclamar campeona de Europa y de hacerlo de la forma más brillante que yo recuerde desde que con seis años inicié el visionado sucesivo de mundiales y eurocopas. Sin embargo, por esas ironías que tiene la vida, esta selección sin jugadores que defiendan los colores de atleti tenía evidentes tintes rojiblancos. El autor del gol de la final fue el último ídolo (ficticio o no) de nuestra “bendita” afición mientras que el cerebro, estratega y verdadero artífice de ese cuento de dibujos animados que es hoy la selección española, es un colchonero de pro que nos ha dado muchas y buenas alegrías pero al que los actuales usurpadores del escudo colchonero le dan sistemáticamente la espalda mientras abrazan opciones más fáciles, más toscas y más torpes.
Triste paradoja la que tenemos que sufrir los atléticos del corazón viendo como la gloria del mayor hito en la historia del fútbol español la encabezan dos exiliados rojiblancos.
El caso de Luis Aragonés es distinto. Luis ha pasado muchas veces por el atlético de Madrid primero como jugador y luego como entrenador dándonos ligas, copas y algo que mucha gente olvida como la posibilidad de volver a jugar en primera división después de dos años en el “infierno” de segunda (no sé lo que hubiese ocurrido sin Luis). Ha tenido muchas rarezas porque, reconozcámoslo, es un tipo raro, pero nunca ha dado muestras de falta de personalidad y eso precisamente fue lo que le llevó a enfrentarse con la actual directiva y ser apartado del universo colchonero moderno, ese que nada tiene que ver con el Atlético de Madrid histórico del que estúpidos como yo nos enamoramos. Yo fui de los que me enfadé cuando Luis Aragonés salió de mala manera de mi equipo (porque siempre he sentido debilidad por este tipo) pero ahora casi me alegra ver que su reforzada imagen nada tiene que ver con el bochornoso sucedáneo de Atlético de Madrid que tenemos la desgracia de sufrir. Luis Aragonés ha dado no una sino varias lecciones a tanto y tanto chupatintas advenedizo y tanto y tanto borrego confundido que abraza como suya la idea esperpéntica de que la mejor forma de triunfar en el fútbol es despreciarlo. En esta confusa época que vivimos de chikilicuatres y “miembras” ser fiel a una idea y morir con ella no se lleva. Se lleva la ambigüedad, nadar entre varias aguas y sobre todo no definirse. Luis dijo antes de la Eurocopa que probablemente no fuesen el mejor equipo pero que él iba para ganar el título y que creía que lo ganaría.
Luis Aragonés es un anacronismo en esta sociedad de mediocres donde el que habla muere y el que tiene personalidad es un freak. Sometido a una brutal presión por estupideces como la de la no convocatoria de Raúl, que abanderaban, con fervor, todos y cada uno de los medios de comunicación, ha sido capaz de hacer de tripas corazón, evitar el daño a su plantilla, asumiendo en carne propia la mierda, mientras seguía hacía adelante. ¿Cuántos de todos esos mequetrefes pedirán perdón? No hacía falta ganar la final para entender las razones que inspiraban a Luis para obrar como obró, pero emociona ver el manteo de los jugadores a su entrenador o las declaraciones de los campeones dedicando la victoria a la misma persona. Algo tendrá Luis cuando todos los jugadores hablan tan bien de él. La otra lección que ha dado es la de que ser fiel a este deporte es la mejor y más bonita forma de ser grande. Independientemente del fabuloso juego que ha desplegado el equipo nacional, que eso es algo que depende también del enorme ramillete de jugadores de que dispone, el mejor acierto de Luis en este sentido es mucho más básico. Lo dijo cuando fue nombrado seleccionador y lo ha cumplido. Dijo que llevaría a los mejores y en función de quienes fueran encontraría la forma en la que pudieran jugar mejor y con personalidad propia. Señor Aragonés. Gracias por todo. Usted si es un fiel representante del Atlético de Madrid que yo entiendo y me enorgullece que aparezca en sus anuarios. Desgraciadamente no puedo decir lo mismo de los que aparecen en los últimos años.
Como colchonero entiendo que le debemos algo. Señores directivos, traten de dejar de hacer el ridículo y si de verdad quieren a este equipo recuperen su esencia tratando mejor a las personas que lo hicieron grande y eliminando cuanto antes la mala hierba que no hace más que bulto y con la que desgraciadamente tenemos hoy que convivir.”
El caso de Luis Aragonés es distinto. Luis ha pasado muchas veces por el atlético de Madrid primero como jugador y luego como entrenador dándonos ligas, copas y algo que mucha gente olvida como la posibilidad de volver a jugar en primera división después de dos años en el “infierno” de segunda (no sé lo que hubiese ocurrido sin Luis). Ha tenido muchas rarezas porque, reconozcámoslo, es un tipo raro, pero nunca ha dado muestras de falta de personalidad y eso precisamente fue lo que le llevó a enfrentarse con la actual directiva y ser apartado del universo colchonero moderno, ese que nada tiene que ver con el Atlético de Madrid histórico del que estúpidos como yo nos enamoramos. Yo fui de los que me enfadé cuando Luis Aragonés salió de mala manera de mi equipo (porque siempre he sentido debilidad por este tipo) pero ahora casi me alegra ver que su reforzada imagen nada tiene que ver con el bochornoso sucedáneo de Atlético de Madrid que tenemos la desgracia de sufrir. Luis Aragonés ha dado no una sino varias lecciones a tanto y tanto chupatintas advenedizo y tanto y tanto borrego confundido que abraza como suya la idea esperpéntica de que la mejor forma de triunfar en el fútbol es despreciarlo. En esta confusa época que vivimos de chikilicuatres y “miembras” ser fiel a una idea y morir con ella no se lleva. Se lleva la ambigüedad, nadar entre varias aguas y sobre todo no definirse. Luis dijo antes de la Eurocopa que probablemente no fuesen el mejor equipo pero que él iba para ganar el título y que creía que lo ganaría.
Luis Aragonés es un anacronismo en esta sociedad de mediocres donde el que habla muere y el que tiene personalidad es un freak. Sometido a una brutal presión por estupideces como la de la no convocatoria de Raúl, que abanderaban, con fervor, todos y cada uno de los medios de comunicación, ha sido capaz de hacer de tripas corazón, evitar el daño a su plantilla, asumiendo en carne propia la mierda, mientras seguía hacía adelante. ¿Cuántos de todos esos mequetrefes pedirán perdón? No hacía falta ganar la final para entender las razones que inspiraban a Luis para obrar como obró, pero emociona ver el manteo de los jugadores a su entrenador o las declaraciones de los campeones dedicando la victoria a la misma persona. Algo tendrá Luis cuando todos los jugadores hablan tan bien de él. La otra lección que ha dado es la de que ser fiel a este deporte es la mejor y más bonita forma de ser grande. Independientemente del fabuloso juego que ha desplegado el equipo nacional, que eso es algo que depende también del enorme ramillete de jugadores de que dispone, el mejor acierto de Luis en este sentido es mucho más básico. Lo dijo cuando fue nombrado seleccionador y lo ha cumplido. Dijo que llevaría a los mejores y en función de quienes fueran encontraría la forma en la que pudieran jugar mejor y con personalidad propia. Señor Aragonés. Gracias por todo. Usted si es un fiel representante del Atlético de Madrid que yo entiendo y me enorgullece que aparezca en sus anuarios. Desgraciadamente no puedo decir lo mismo de los que aparecen en los últimos años.
Como colchonero entiendo que le debemos algo. Señores directivos, traten de dejar de hacer el ridículo y si de verdad quieren a este equipo recuperen su esencia tratando mejor a las personas que lo hicieron grande y eliminando cuanto antes la mala hierba que no hace más que bulto y con la que desgraciadamente tenemos hoy que convivir.”
(L. Aragonés)
3 comments
Estoy fatal, mi héroe se ha ido, nadie representaba mejor lo que supone sentirse colchonero,descansa en paz Luis,y disfruta de tu legado, Dios quiera que nadie nunca mas mancille este escudo, tu corazón.
Jesus
Precioso Ennio, precioso. Directo a la patata. Es raro q me de tanta pena q se muera alguien que no conozco, pero la realidad es q él era el Atleti, él estuvo cuando murió mi padre y ahora...allí juntos estarán. ..q tiemble el tal San Pedro pq...vaya dos! Pero lo cierto también. ..es q ahor mismo está en un sitio en el q hay alguien muy joven, muy diferente, muy loca, muy alegre y muy importante para mucha gente a la q adoro q ayer decidió q hasta aquí habíamos llegdo...y no dejo de pensar q "el circo" de hoy de los q tanto han dado a ese señor es lo último q se merece esa pobre gente. Así q perdone q me atreva pero...gracias Don Luis y hasta siempre y por favor, ahora mismo, aquí, respetemos el duelo...de todos
Recuerdo como si fuera ayer, la ilusión de cuatro fichajes del Atleti, uno venía de Elche, Cardona y los otros tres del Betis: Martínez, Colo y Luis.
Fueron los primeros fichajes de un recién llegado Vicente Calderón y supusieron el comienzo de una de las épocas más gloriosas del club y el nacimiento de un mito rojiblanco, Luis Aragonés.
1964, 2014, casi 50 años de santo y seña Atlética y hasta la eternidad en el Olimpo Atlético.
Hasta siempre "Zapatones", el Atlético de Madrid nunca será igual sin ti.
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