Viviendo en el desierto
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Turan
At. Madrid 4 - Córdoba 2
Hay una escena en El Club de Los Poetas Muertos en la que un Robin Williams en estado de gracia, invita a los incrédulos alumnos a que arranquen las primeras páginas de sus libros de poesía. La poderosa razón para hacerlo no es otra que en ellas aparece un método cartesiano para, mediante gráficas y criterios castrenses, poder asignar una nota a las obras de arte. Valiente estupidez. Tenía razón el Gran Capitán cuando hizo lo que hizo. El arte, como tantas y tantas cosas entre las que se incluye el desempeño futbolístico, no se puede calificar con números ni cifras. Esa y no otra es la principal razón por la que detesto (e ignoro) los trofeos individuales en un deporte eminentemente de equipo como es el fútbol. Se otorguen a Estrellita Castro o a Koke, se entreguen en Bruselas, en la sede de la LFP o en Don Benito. Pero dándome exactamente igual lo que formalmente ocurriese en la entrega de los premios de la Liga Florentino Pérez del otro día, lo que me parece verdaderamente repugnante es el insulto, el despecho y la falta de empatía que se tuvo con el Club Atlético de Madrid. Por parte de unos dirigentes corruptos y soberbios que actúan como una pandilla paleta del Palermo más mafioso, pero también por parte de esos compañeros de la primera división que como parte de la trama, en el mejor de los casos, no han sido capaces de dar la cara por los protagonista de una de las historias más bonitas y más cercanas del fútbol contemporáneo. Así se pudran. Unos y otros.
Por eso ha sido muy reconfortarte toparse esta tarde con la afición del Córdoba. Para volver a fijar la mirada en las cosas que de verdad importan y para recordar que el fútbol es eso que ocurre entre Madrid-Barça y Madrid-Barça. Lo que hace y que miles de personas viajen cientos de kilómetros para ver a su equipo, a pesar de estar en puestos de descenso y de tener que manejar un presupuesto irrisorio. El fútbol es ese puñado de miles de cordobeses aplaudiendo a su equipo después de perder 4-2 sin haber ganado un partido todavía. El fútbol es eso y no lo que aparece por la radio, por la tele o en las portadas para gañanes de los diarios deportivos. Odio eterno al fútbol moderno, sí, pero amor eterno al fútbol de verdad. Gracias a la afición del Córdoba por ser hoy ejemplar. Callando por momentos al Calderón, animando a su equipo en las buenas y en las malas y haciéndolo además sin emitir un insulto ni un desdén al adversario. Chapeau!
El partido en el campo ha sido también bonito y vistoso pero, a diferencia de lo que ocurrió en la grada, sólo existió un equipo. El Atleti salió como un toro y con una alineación que invitaba a soñar en la que Mandzukic aparecía arropado por un tridente de lujo: Koke, Arda y Griezmann. El Canterano realizó un partido soberbio. Brutal. Erigiéndose en el líder dentro del terreno de juego, conectando con los mediocentros, imprimiendo intensidad y haciendo jugar. Se postula como primer candidato para sustituir a Gabi en esas lides, si es que no lo ha sustituido ya. El turco volvió a dar otro recital de manejo de la pelota, combinación y fútbol, pero eso ya no es ninguna novedad. Lo que si que fue novedad es que, por fin, el francés entró al nivel de sus compañeros y consiguió enseñar parte de lo gran futbolista que es. Conduciendo, combinando y metiendo goles.
Los primeros 20 minutos del equipo fueron espectaculares. Un acoso brutal y constante que hacía al conjunto andaluz no poder salir de su propia área. El Atleti atacaba por la izquierda sobre todo (buenos detalles, otra vez, de Siqueiera) pero también tirando diagonales por el centro que acaban en tiros demasiado inocentes. Koke estuvo a punto de inaugurar el marcador pero el balón acabó en el travesaño. Pasado el ecuador de la primera parte el ritmo y la intensidad se frenaron. El Córdoba cogió oxígeno y pudo por fin desprenderse de la presión. Cierto runrún apareció en la grada. Las llegadas a la portería rival se frenaron pero el balón y el dominio seguían siendo rojiblancos. Afortunadamente para los de Simeone, Griezmann subió el primer gol al marcador tras un rechace que controla muy bien dentro del área y que teniendo luego la suerte de que su disparo posterior golpeara en un defensa, para acabar colándose en la red.
El segundo tiempo comenzó prácticamente igual que había terminado el primero pero todo cambió rápidamente cuando Ghilas aprovechó el despiste de Juanfrán en la marca para rematar a gol un saque de esquina. La euforia que emanaba la grada blanquiverde se coló por todos los rincones del Calderón, ayudando por el camino a que aparecieran las primeras dudas entre los más frágiles de espíritu que hoy se sentaban en las cochambrosas sillas del estadio. Pero afortunadamente los jugadores que hoy visten la camiseta del Atleti no son tan frágiles de espíritu. De hecho son todo lo contrario: fuertes, valientes y duros de moral. Se fueron para arriba y en apenas diez minutos solucionaron el partido. Primero con gol soberbio de Griezmann que remató de cabeza un excelente pase de Juanfran tras elaborada jugada por la derecha. Después con un remate, casi sin querer, de Mandukic que recogió un balón pasado que se comía el cancerbero cordobés. Raúl García (aunque me cuentan que en la televisión se ha visto que no fue él sino el defensa) cabeceaba otro balón lanzado dede la izquierda para subir el cuarto al marcador. El 4-2 del Córdoba llegó al poco del final y podría entrar en la categoría de anécdotas irrelevantes si no fuese porque llegó tras otro de esos desbarajustes de la defensa colchonera que ya nos ha dado algún susto serio esta temporada.
3 puntos obtenidos en un partido Epifanía en el que la grada a cantado el campeones, campeones a grito de pecho y en el que el Frente Atlético se ha acordado reiteradamente del señor Tebas. Es evidente que nos sentimos apartados de la riada de estiércol que emite la tan cacareada Liga Española y sus pregoneros. Viviendo ajenos al epicentro en el que se instala la sala de máquinas que mueve el mundo del fútbol pero es lo que hay. Tendremos que convivir lo mejor que podamos con ello porque, tal y como decía Séneca (que debía ser colchonero), el que no quiera vivir sino entre justos, que viva en el desierto.
3 comments
Muy buenas las referencias al Club de los Poetas Muertos y a la afición del Córdoba.El fútbol, como fiesta y espectáculo.
Ayer reconocía precisamente en un tuit que me habían impresionado, y a estas horas ya van más de 200 RT´s... Novedad total para mí, que me muevo en registros discretos...
A mí el Atleti en la primera parte me pareció tan intenso como de costumbre, pero no me dio la sensación de que pusiéramos en muchos apuros a los cordobeses. No obstante, el equipo me sigue pareciendo muy fiable, y mi agradecimiento al Cholo y cía, eterno.
Coincido contigo en que Siqueira sigue dejando buenas sensaciones. Ahora bien, veremos si el córner tan absurdo que concedió en el empate no le pasa factura. Recuerda que el empate del RM el año pasado en el Calderón, viene de una pérdida de Mario, que al Cholo le "mató", y este año, una pérdida de balón de Saúl contra el Español (creo que fue el Español), le mandó al banquillo.
Transcurridas ya 10 jornadas, diré que lo que más me preocupa es Mandzukic. En mi opinión, por supuesto, buen futbolista, pero lento. Ojalá acabe con grandes números. No es que me disguste, pero tengo asumido que de los últimos nueves que hemos tenido, es el que menos me convence. Insisto, pareciéndome un delantero aceptable.
Por último, me encantó el detalle del Cholo con el Cebolla en rueda de prensa. Poniéndole de ejemplo por su actitud y tal... Sigo con muchas ganas de ver a Cerci. Curiosidad, simplemente. Pero la verdad es que está difícil entrar en el equipo. Gran crónica, Ennio. Saludos.
No quiero ser ventajista, pero en mi anterior post ya puse lo que sucedió en el partido, en cuanto Madukas y Griezz empiecen a entender mecánicamente lo que pretende el Cholo con ellos, los goles irán cayendo uno tras otro.
He de reconocer con dolor que Madjukiz es el delantero centro mas flojo que hemos tenido en los ultimos tres años.
Un abrazo
Jesus
Lo del Atlético de Madrid del año pasado fue una de las historias más bonitas del fútbol de los últimos años junto con maravilloso equipo del Guardiola. Esto fuera de ser una realidad incuestionable parece que produce envidia, ese mal endémico de los españoles porque no entra en una cabeza normal, sana, honesta, razonable que NINGÚN jugador del Atleti haya recibido NINGÚN premio. Esto a mi personalmente, que vivo al Atleti en todo su conjunto, como si fuera uno más de la familia, una gran decepción. Una más aparte de las leidas en los periódicos con el tema de la corrupción qe me hace pensar si estos premios no tendrán también algo de corruptos. Porque esto no es normal...o si ?. AUPATLETI.
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