Cosas de la edad
Etiquetas:
Astana,
Champions League 2015-2016,
Correa,
Jackson Martínez,
Yannick Carrasco
Es curioso, pero cuando veo que se acercan partidos frente a rivales desconocidos y de nombre exótico a mí no me da por pensar en goleadas ni en records absurdos sino en nombres, igualmente exóticos, como los de Groningen, Victoria de Guimaraes o Politécnica de Timisoara. Deben ser cosas de la edad. Los más jóvenes del lugar y algunos adultos (como mis compañeros de grada) con esa capacidad inédita para olvidarlo todo con cada bocadillo de panceta, no sabrán de lo que les estoy hablando pero otros muchos sé que sí. Hubo un amplio periodo de nuestra historia en el que no todo era de color de rosa y que tener un equipo "exótico" enfrente era sinónimo de aventura de terror. En estos tiempos contemporáneos, repletos de inmediatez y saturados de egoísmo, en estos momentos en los que, arengados desde las ondas hertzianas y dirigidos por las plumas digitales, se organizan ejércitos de orcos en busca de la caza mayor que supone Simeone, conviene recordar, otra vez, de dónde venimos. Desde la llegada del argentino los únicos equipos que eliminan al Atleti en las competiciones del KO son Madrid o Barcelona. O eso o ganamos la competición. A ver quién puede decir lo mismo.
Deben ser cosas de la edad como digo, pero me parece repugnante que el community manager del Atlético de Madrid apele a las goleadas históricas minutos antes de empezar un partido de Champions frente a un equipo desconocido y en apariencia inferior. Repugnante, gratuito e insultante. Me consta que una gran cohorte de tuiteros de avatares rojiblancos (y estilo faunístico) estaban en la misma línea (o peor), la del desprecio gratuito por el rival, pero no me vale como excusa. El representante oficial de una institución debe respetar y defender los valores de la misma y no caer en la complacencia barata, como un vulgar reality show que vive de esparcir carnaza y enseñar las tetas. Una cuenta que represente al Atlético de Madrid en las redes sociales no puede ser tan gañán ni parecerse tanto a los gañanes que tanto decimos detestar. Si no es así, no tiene sentido que exista nuestro equipo. ¿Qué el Astana despreció también la competición llevando un equipo de circunstancias? ¿Y qué? Es su problema y no el mío.
¿El partido? Poca historia. El conjunto kazajo, de forma voluntaria o no, fue uno de los más flojos que han pasado por el Vicente Calderón en los últimos años. Ninguna individualidad reseñable, un cierto rigor táctico que, hoy en día, es lo mínimo exigible para un equipo profesional y poca capacidad de mordedura. Quitando un par de tiros lejanos en la primera parte, un par de patadas al tobillo al comenzar la segunda y un par de paradas de Oblak cuando ya estaba todo resuelto, poco más podemos decir del equipo “asiático”.
¿El Atleti? Salió serio, a pesar de la dificultad de encarar partidos así, y las minúsculas dudas iniciales se disiparon cuando Saúl hizo el primer gol. Apenas habían pasado veinte minutos pero todos sabíamos que el partido había concluido. Desde ahí hasta el final los dos equipos se pusieron a medio gas y dejaron pasar el tiempo sin hacerse demasiado daño. Hubo tres goles más (Jackson, Óliver y un tal Dedechko en propia puerta), pero les aseguro que pueden considerarse un mal menor para los kazajos.
Tres cosas positivas con las que me quedo. La primera, sin duda, la ilusión que genera Yannick Carrasco. Más allá del halo de excentricidad que pudiera rodear su figura hasta este momento, creo que estamos en condiciones de afirmar que tenemos jugador. Un gran jugador. Rápido, interesante técnicamente, valiente, dinámico y con unas ganas por comerse el mundo que no veo en algunos de sus compañeros. Me gusta Yannick. Creo que puede dar muchas tardes de gloria a los colchoneros y creo también que ahora mismo es titular en este equipo. Segunda, Correa. Aquí sí que no tengo átomo alguno de duda. Jugadorazo. Un tipo de apariencia frágil que tiene un talento muy por encima de la media, unido a una personalidad impropia de alguien tan joven. Combinación ganadora. Quiero verlo siempre en el campo y no me importaría nada una delantera con Griezmann por delante y él por detrás. Tercera, la celebración del gol de Jackson Martínez. Un tanto feo y con algo de suerte, que quizá sirva para poner punto y final a una racha desoladora, pero que sin duda ha servido para comprobar cómo el colombiano es un tipo querido en el vestuario y cómo la plantilla, unida y compacta, está con él. No dio la sensación de que fuese una pose y eso me gusta. Creo que los grandes hitos deportivos se construyen sobre cosas tan efímeras y aparentemente irrelevantes como esa.
Deben ser cosas de la edad, pero sigo sin lanzar las campanas al vuelo. Sigo inquieto por cómo evoluciona el equipo de esta temporada y sigo en guardia por ver cómo se despejan las incógnitas de una ecuación que continúa muy viva. Pero es indiscutible que los números nos respaldan (volvemos a encabezar el grupo de Champions) y eso es una gran notica. La mejor. Al final, como siempre, lo más razonable es recurrir a los clásicos: partido a partido.
@enniosotanaz
5 comments
Da gusto leer un comentario tan exquisitamente bien traído como el que hace referencia al olvido de las raíces, y a la zafiedad de no respetar al rival.
Como bien dice usted, Ennio... Carnaza.
Y eso no es el Atleti.
Ilusión, trabajo, fe, equipo... Y suerte.
Buena suerte, también. Que ya toca.
A por el Valencia. Hay que despejar despacio y con cuidado esa ecuación. Y que se despejen poco a poco muchas más.
Haciéndolo así habrá buenas notas finales.
Ese último trimestre del curso... es el todo.
Yo soy de los tuyos, ayer de camino al calderón estaba pensando en todos esos equipos que mencionas y de esos partidos de loa cuales aun guardo la entrada. Se te ha olvidado el maldito Groningen
Yo soy de los tuyos, ayer de camino al calderón estaba pensando en todos esos equipos que mencionas y de esos partidos de loa cuales aun guardo la entrada. Se te ha olvidado el maldito Groningen
“en estos momentos en los que, arengados desde las ondas hertzianas y dirigidos por las plumas digitales, se organizan ejércitos de orcos en busca de la caza mayor que supone Simeone, conviene recordar, otra vez, de dónde venimos.”
La entrada es estupenda, pero esta parte que transcribo, es sublime. Magnífica. Me la quedo!!
Pensé si merecía la pena coger el coche desde Albacete y plantarme en el Calderón para ver al Astana. Y en parte por lo que escribes, en parte porque tenía ganas de ver ganar al Atleti (este año he faltado contra Las Palmas y Getafe), me metí la kilometrada. Esta vez amenizó el viaje un amigo al que sedujo que las entradas estaban a mitad de precio –al menos, para socios.-
Coincido con tu lectura del partido, así que no ahondaré. Solo dos reflexiones al margen. Una a cuenta de un tuit tuyo, que me ha tenido entretenido estos días. Es sobre la patraña del Balón de Oro… que a mí me importa un rábano. Efectivamente, no me extrañaría que fuera un mensaje del establishment. Conste que me identifico plenamente contigo cuando dices que es absurdo agobiarse por lo que pasará en el futuro a cuenta de si nos levantarán a la penúltima estrella. Pero en el caso del francés, lo veo claro. El tipo, en una de las declaraciones que más me han llamado la atención en los últimos meses, se mete presión y dice que quiere ser como Messi o el otro. Es evidente, que es ambicioso (olé, por él). El caso, es que imagino que a él le molestará no verse ni siquiera nominado entre los candidatos… Es injusto a todas luces. Si a eso le añades que tiene un hermano que cada vez que habla sube el pan… No sé... Yo por supuesto, dispuesto a disfrutar este año de él… pero los 80 kilos de cláusula es más un PVP que una cláusula. Veo claro que volará, y ya le voy diciendo a mi hijo que los buenos son Correa, Godín y Juanfran... (Comparto solo la reflexión que no el temor. Quede claro que pienso disfrutar de él, todo lo que dure.)
Lo otro es lo del Juez de Línea. Imagino será una chorrada que no tendrá más recorrido. Pero no te imaginas lo que me he acordado del partido contra el Bilbao el año pasado. El Atleti no debía ganar para que cuando llegase el FCB al Calderón, nos jugásemos la tercera plaza. Todo el madridismo pendiente de ese partido. Y, mire ud. por donde, 3 goles anulados por fuera de juego (2 no lo eran), y un penalti no señalizado. Como estuve en el campo, lo recuerdo perfectamente. Aquel arbitraje me quitó el sueño. Y no fue en la jornada 7ª, fue cuando tuvo que ser… Imagino que sería “mala fortuna”, pero nos tocó a nosotros. Un saludo.
Despreciar a un contrario, solo es posible en un ignorante o en un canalla.
Y sí, la edad nos hace recordar nuestra historia y como equipos "exóticos" nos pintaban la cara. A los equipos que has mencionado yo añadiría al Vojvodina de Novi Sad, en los años 60, este equipo entonces totalmente desconocido, nos echó de la Copa de Europa en un partido de desempate, (los parciales creo que fueron 3-1 en Novi Sad y 2-0 en Madrid), jugado en Madrid, ya que como club modesto que era aceptó cierta compensación para jugar el desempate en casa Atlética, a pesar de comenzar ganando por 2-0, nos metieron 3 goles y nos mandaron a casa.
La grandeza del Cholo es que cuando jugamos con equipos teóricamente más flojos, no hay sorpresas y como muy bien dices, "los únicos equipos que eliminan al Atleti en las competiciones del KO son Madrid o Barcelona". No lanzo las campanas al vuelo pero con estos precedentes, siento que la incógnita de la ecuación pronto se resolverá.
Coincido en lo de Yannick, no me ilusionaba su fichaje, pero día a día me ilusiona más, en cuanto a Jackson, estoi plenamente convencido que va a explotar y será uno de los mejores delanteros de la liga.
Saludos
Publicar un comentario