Ganar y/o ganar (Español - At. Madrid)
Decía Chesterton que si de verdad vale la pena hacer algo, vale la pena hacerlo a toda costa. El partido de hoy había que ganarlo a toda costa. Así de simple. Así de claro. Tras una temporada vergonzosa, en lo que a fútbol se refiere, pululando con más pena de gloria por una de las ligas más mediocres que se recuerdan en lustros, no se podía perder la oportunidad, histórica para algunos entre los que yo desde luego no me encuentro, de conseguir disputar la Champions league después de 12 años. Después de 36 jornadas, donde todo el mundo ha podido ver la particular forma que tiene nuestro entrenador de entender este deporte, hoy no era el día de buscar algo que no existe ni de esperar algo que todos sabemos que no va a llegar. Hoy era el día de ganar. A toda costa. Fuera como fuere.Hay que reconocer que el equipo salió colocado y mentalizado de hacerlo. Sin controlar futbolísticamente el encuentro ni imponiéndose por calidad colectiva, porque eso es algo que nunca han entrenado, pero ordenados, muy mentalizados y con muchas ganas. Con esas premisas el encuentro resultó ser mucho más sencillo y bastante menos angustioso de lo que todos esperábamos para regocijo de la parroquia colchonera.
En 30 minutos el atlético de Madrid llegó con claridad al área rival y marcó dos goles que si hubiesen sido encajados por nuestro propio equipo ahora mucha gente estaría echando la culpa a defensa y portero respectivamente. Yo lo achaco al estado anímico y de juego tan lamentable por el que pasa el Español a medida que se está acabando la liga, un virus que se transmite imparablemente con la respiración para los periquitos. Bien es verdad que el Español estuvo grogui desde el primer minuto y que tuvimos la suerte de marcar dos goles rápidos pero esa primera media hora de partido me hubiese valido durante gran parte de la temporada para mi equipo.
Y el caso es que en otros partidos de la temporada también hemos tenido arranques buenos de coraje y fuerza. Lo malo llega después, cuando vamos por encima en el marcador. Entonces es cuando se ve la mano de Aguirre en este equipo. Hoy no podía ser de otra forma: nuestro equipo a la frontal del área, renuncia al ataque elaborado, renuncia al campo, renuncia a la velocidad, renuncia al balón y renuncia al juego. La diferencia del partido de hoy respecto a otros partidos radica primero en que enfrente estaba la peor versión del Español que recuerdo en mucho tiempo y segundo que en lugar de meter un gol habíamos metido dos prácticamente seguidos.
Es decir que tras el segundo gol se acabó el partido y volvimos a la espesura que tanto gusta a Aguirre y que tanto ha agradecido el Español, que se veía desbordado y previendo una contundente goleada. Muy al contrario de lo que se sucedía de forma natural nosotros nos dedicamos artificialmente a dejar pasar el tiempo torpemente hasta incluso invitando descaradamente al Español a que nos creara ocasiones de gol. Afortunadamente para nosotros el rival estaba pensando en otra cosa y su afición también. Así, jugando con 10 por la anecdótica presencia de Eller en el campo y desperdiciando una y otra vez, uno tras otro, infinitos contraataques suicidas, llegamos al final de uno de los partidos más sencillos que recuerdo en toda la temporada.
Mención especial para el de siempre, el Kun Agüero, al que el mundial que disputó en verano unido a esta temporada le ha hecho crecer de forma espectacular. El chico que no sabía comer y al que Aguirre pretendía enseñar como se jugaba al fútbol en Europa el año pasado (que paradoja, fútbol y Aguirre en la misma frase) ha resultado ser una estrella mundial que no sólo tiene un físico portentoso y una técnica deslumbrante sino que ha ganado en generosa entrega para con el equipo lo que le hace ser una pieza codiciada para cualquiera. Con la directiva que tenemos todo es posible así que échense a temblar.
Ahora dependemos de nosotros mismos para conseguir lo único que podemos conseguir a estas alturas que es un triste cuarto puesto que nos de la ansiada plaza europea. La dichosa liga de campeones personalmente me parece una estafa que prostituye de forma lamentable el concepto de copa de Europa que había antes. Una competición que un equipo como el Liverpool es capaz de pelearla año tras año e incluso de ganarla cuando hace 30 años que no gana la liga inglesa no puede llamarse copa de Europa y mucho menos liga de campeones. Aun así reconozco que es una competición que merece la pena jugar y que al fin y al cabo es donde se encuentra la elite del fútbol de nuestro continente que es donde todos creemos que deberíamos estar.
La pregunta sin embargo es, ¿cómo vamos a salir a jugar esa competión? Si es como hemos salido a disputar la copa del rey por dos veces o la copa de la UEFA este año o la mayoría de los partidos de liga, es decir si salimos con Aguirre de entrenador, es difícil que incluso pasemos de la fase preliminar y caso de que lo hiciéramos no creo que fuese bueno para nuestro escudo hacer el ridículo después frente a los primeros espadas de este deporte en lugar de hacerlo, como lo hicimos este año, contra el Bolton. Espero que sean verdad todos esos rumores que independientemente del resultado que obtengamos sitúan al mejicano fuera de nuestro equipo porque como decía el conde de Chesterfield, lo que es digno de hacerse, es digno que se haga bien.
4 comments
Estuve en Montjuïc y reconozco que no me enteré mucho del partido, me costó ubicarme: puñetera pista de atletismo. Creo que un Espanyol sin Kameni, Jarque, De la Peña y Tamudo es poco Espanyol; además, vi un equipo realmente tocado y hundido y a una afición muy quemada. Aún así, jugamos bien las cartas y hasta pudimos marcar más... en todo caso, ahora ya no se trata de jugar bien sino, únicamente, de ganar. De todas formas, la champions debería ser la normalidad para el Atleti. Saludos.
se ganó bien y fácilmente. Ahora sólo falta una victoria más y la Champions en el bolsillo. Un abrazo.
LA BANDA DEL GACHUPÍN
Montaña de Montjuïc, once rojiblancos saltan al césped a jugarse el reintegro de un cuarto premio.
Estrategia: la improvisación, como los buenos músicos de jazz, a fin de cuentas hace mucho que dejamos de ser un equipo, ahora formamos una banda. La banda del gachupín que está en la banda.
Colocación: Uno en la puerta, cinco defienden y cinco atacan. Lógica simple conjugada con el más absoluto equilibrio. De los que definen, un tal Forlán que está tan pasado que el olor a quemado tira p’atrás, el otro, no se llama Diego pero cada vez se parece más al mejor Maradona. El resto, con la excepción de un lamentable Pernía, buenos especialistas que se pierden en el mar de dudas de un equipo que no sabe a lo que juega.
Una vez decantado el partido con dos discretos goles, el hastío, el aburrimiento y la impotencia por la incapacidad de noquear a un rival que tenía las dos rodillas sobre la lona. Y como epilogo, lo peor, la sensación de que vamos a tener que soportar una temporada más al gachupín, un tipo simple y primitivo para el que la creatividad es sólo una floritura. ¡¡¡¡ Manda guacamoles ¡¡¡¡¡
Billie, estamos pues de acuerdo. ¿Qué tal el estadio olímpico? ¿Es de verdad ese sitio tan frío y aséptico que aparece por televisión?
Cris, si te das una vuelta por post anteriores verás que pienso exactamente igual. Espero que este tipo desparezca del club cuanto antes.
Abrazos para todos
Publicar un comentario