Método para aprobar Mecánica
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Hace ya unos años este que escribe tuvo la mala suerte de tener que estudiar (y aprobar) una infernal asignatura de entelequias físicas que se llamaba Mecánica. Era tan sumamente aburrida de estudiar que necesitaba alguna ayuda externa para ponerme a ello y no me refiero a estupefacientes. Lo que hacía era ponerme un cinta de música de un artista del que no revelaré su nombre para no herir susceptibilidades, que consistía en una eterna canción instrumental de casi una hora con los peores tópicos de las guitarras eléctricas de los años setenta. Era tan verdaderamente aburrido que prefería concentrarme en la Mecanica para obviar lo que estaba sonando. Hasta el día de hoy, que he sufrido este bochornoso Mallorca-At. Madrid, no se me ocurría una cosa mas soporífera que escuchar aquella cinta. Llamar partido de fútbol al esperpento que se ha visto hoy en el Ono Stadi del Mallorca es fundamentalmente mentira pero además un insulto para este deporte centenario. La intolerable pesadilla que nos han brindado hoy a los humanos estos dos equipo supuestamente profesionales de este deporte justifica todas y cada una de las campañas anti-fútbol que de vez en cuando emprende algún colectivo casposo de pseudo-intelectuales de tres al cuarto. Es difícil pensar en una forma más estúpida y aburrida de perder dos horas de tu vida.Me preguntaban esta semana mi opinión al respecto de la posibilidad de que el Atleti pudiese pelear por los puestos de Champions y mi sincera respuesta fue que dependía de como respondiese el equipo frente a equipos que rechazaran el balón y frente a los que hubiese que crear fútbol. Si tengo que sacar conclusiones respecto a lo que hemos visto hoy, en la primera ocasión en la que nos enfrentamos a un equipo de estos con Abel, me temo que lo primero que tenemos que hacer es asegurar los cuarenta y tantos puntos que nos dan la permanencia antes de pensar en otra cosa. Este equipo es incapaz de crear fútbol pero eso no es un problema de Abel o de Agüero o de los centrales. Eso es problema de la nefasta dirección deportiva de las últimas décadas y en concretos de las últimas tres temporadas. Durante todo ese tiempo los inútiles en cuya tarjeta de presentación pone que trabajan en dirección deportiva de este equipo han llenado esta institución de jugadores y entrenadores improvisados sin ningún tipo de criterio hasta llegar a la situación actual, que es una extraña macedonia de estrellas, esperpentos, medianías, ex-futbolistas y fantasmas con la que es muy difícil montar un equipo de fútbol. Como decía Michael Robinson hoy durante la transmisión, el Atlético de Madrid es una casa construida por el tejado. El centro del campo del Atlético de Madrid es una especie de broma macabra que los equipos rivales agradecen cada siete días. Gracias a la estupidez congénita del fracasado de García Pitarch y a la incompetencia supina del lugarteniente Aguirre, mantenido artificialmente demasiado tiempo, el centro del campo del equipo es lo que queda de una sucesión interminable de medios centros defensivos de similares características e idéntica incapacidad para crear fútbol. Maniche es un ex-futbolista, Asunçao es un buen medio centro defensivo de esos que cubren espacio y roban balones lo malo es que a la hora de darle el balón al que la sabe jugar se encuentra con que no hay nadie de esas características y al que ve es, por ejemplo a Raúl García, que es como si necesitas un abogado y te mandan al tipo ese que contacta con Raticulín. Raúl García es de los jugadores más sobrevalorados que han pasado por este equipo en los últimos años (y a su vez más malos). La eterna promesa que tiene unas “buenas características” pero que en la práctica se traduce en un cero a la izquierda (cuando no directamente en un paquete). Si esto es lo mejor que hizo Aguirre prefiero no pensar en que es lo peor. Camacho es otro Asunçao pero más bajito, más joven y blanco y Ever Banega es famoso en el mundo por razones ajenas al balón. Esta equipo Comansi es el encargado de crear fútbol en el Atlético de Madrid t claro, así nos va. A esta colección de troncos súmenle los Cleber Santana (hoy repartiendo patadas en el equipo contrario), Costinhas (no sé ni donde está), Gabi (¿en segunda?), Luccin (¿en el banquillo del Racing?) y entenderán lo difícil que es entender a que pretende jugar el Atlético de Madrid. ¿Cuanto hace que no tenemos un centrocampista vistiendo de rojiblanco que no se nos caiga la cara de vergüenza de decirlo?
Pero aparte de la escasa capacidad de este equipo para crear fútbol lo que ha sido verdaderamente lamentable del partido de hoy ha sido la actitud de unos jugadores que a pesar de salir al campo sabiendo que todos los que luchan por lo mismo que nosotros habían ganado han demostrado un compromiso más bien dudoso con el escudo que les paga. Sin ritmo, sin tensión, sin ganas... y sin fútbol. Era descorazonador ver al equipo jugando andando, caminando para recoger el balón por debajo en el marcador o a ese petulante portero que tenemos en la portería tardando tres veranos en poner el balón en marcha. Empiezo a sospechar que en este equipo hay más de un jugador que sólo decide mancharse las manos cuando las cámaras y los periodistas están delante y eso sólo ocurre contra los equipos grandes.
¿El partido? Sinceramente no merece la pena hablar de el. El Mallorca planteó un cerrojazo anti-fútbol típico de Manzano, al que conocemos bien porque estuvo aquí al ser el tipo de estratega que gusta en las oficinas del Calderón, dejando el balón y la iniciativa a un inoperante e indolente Atleti que no sabía que hacer con el. Pasado el minuto 20 un despeje erróneo de Pablo (probablemente junto a Ufjalusi lo menos malo el Atleti) Heitinga que se queda enganchado en la salida del fuera de juego con lo que el balón llega a Aduriz que bate a Leo de Vaselina. Tras el gol el Mallorca se hizo fuerte en su cerrojazo y el Atleti siguió en su cruenta cruzada contra la diversión y la ilusión y lo hizo además a base de imprecisiones, patadones, errores mil, la penosa incapacidad de los pivotes del centro del campo para utilizar esa cosa redonda que rueda por el césped y mucha falta de personalidad. Lo más destacable, y encima negativo, son las lesiones de A. López (aparentemente un tirón) y sobre todo de Heitinga que tras un fuerte choque de cabezas tuvo que ser retirado y trasladado a un hospital para observación.
La segunda parte fue más de lo mismo. Ni los acertados cambios de Abel (Sinama en la banda derecha por Heitinga y Banega por un desdibujado Camacho) sirvieron para nada. La única jugada centrada del equipo en todo el partido acabó con un tremebundo derechazo de Maxi que casi parte el larguero pero eso fue todo. Al final del partido en una contra mal defendida el Mallorca puso el segundo en el marcador que certificaba con unos segundos de antelación la debacle colchonera.
¿Quien se atreve a soñar después de esto?
1 comment
La verdad es que la segunda temporada de Raúl García está siendo bastante decepcionante, sí.
De todos los que has mencionado el mejor era Luccin, que se ha hecho con un puesto de titular en el Racing en los últimos partidos.
A Camacho también habrá que darle tiempo.
Creo que desde Pantic, Caminero o Schuster, lo mejor que hemos tenido en el centro del campo ha sido Movilla (que aún lo haría mejor que muchos de los que hay) y las últimas patadas de Albertini.
Lo de ayer, vergonzoso, pero al Mallorca no se le puede culpar: lucha por no bajar a Segunda y fue capaz de ganar. ¿Y nosotros?
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