Spectrum-Fútbol Manager
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Luis García
Uno que pertenece a esa generación que vio nacer el mundo de la informática, las telecomunicaciones y los video-juegos es de esos afortunados que en un momento dado de su vida tuvo un spectrum 48k en su casa. Aquel ordenador que pertenece a la prehistoria de la era de Internet nos dio a los chicos de mi generación miles de horas de diversión a base de juegos tremendamente originales muy a pesar de los pocos recursos con los que contaban (¡ocupaban 48 ks!) y que en la mayoría de los casos provocaba muchas limitaciones. Uno de aquellos juegos, desde luego no el más popular ni el más logrado, era uno que si no recuerdo mal se llamaba “Fútbol Manager” y que fue pionero en esos video-juegos de la siguiente generación que simulaban la gestión integral de un club de fútbol. En aquel juego eras el presidente-entrenador y fichabas, vendías, alineabas, etc… sin preocuparte realmente de los partidos en si puesto que en ellos no podías hacer nada más que verlos. De hecho había una opción en la que podías no ver el partido e ir directamente al resultado y que normalmente era la que yo solía utilizar. A algo parecido es a lo que ha quedado reducida mi afición al Atlético de Madrid en esta temporada, a un aburrido juego en el que no puedo hacer nada y que lo único que me interesa es el resultado. Ojala pudiese hacer efectiva esa opción de no tener que tragarme el partido entero e ir directamente al resultado pero “desgraciadamente” mi compromiso con este blog (y este equipo) es bastante mayor que el de la mayoría de profesionales que desgraciadamente hoy por hoy se disfrazan con la camiseta de mi equipo y saltan al campo.Si, lo sé, el Atleti ha ganado 0-2 en Sevilla, se pone a un punto de la Champions y tenemos tres partidos en casa… ¿y qué?. El equipo sigue estando muerto y si entrar en Champions es tener la excusa barata de todos los años para incidir una y otra vez en hacer las cosas con los pies, en confundir gestión con estulticia o en seguir adormeciendo a la adormecida afición con juegos de trilero, sinceramente me parecerá engordar para morir. Necesitamos ser conscientes de una puñetera vez de la verdadera dimensión de este equipo (patética y penosa), asumirla e intentar construir desde ahí, prácticamente desde cero. No vale para nada las huidas hacia delante que año tras año nos lleva a la posición de salida pero con la cara más demacrada, menos recursos y más mentiras. Me temo que hay que morir para volver a nacer.
El partido de hoy, digan lo que digan mañana los periódicos, ha sido malo, soporífero, reprobable, prescindible, dañino y vergonzoso. Sólo la cruel situación del equipo bético, un árbitro condescendiente y el inmenso talento de Diego Forlán han hecho que a estas horas no estuviésemos lamentándonos por enésima vez de lo mismo. Si, vale, el equipo salió algo más concentrado y con algo más de criterio pero muy lejos de lo que debería ser un equipo de primera división luchando por los puestos de cabeza. El Atleti para variar acumuló jugadores en el centro del campo si, pero no para tener más el balón y tratar de utilizarlo para jugar al fútbol, porque es algo que no saben hacer, sino para que el contrario no lo hiciese. Tampoco hacía falta porque el contrario tiene el agua al cuello y cuando el oxígeno no llega al cerebro es difícil pensar pero ahí estaban nuestros tarugos para cerrar el camino. El centro del campo del Atleti volvió a ser una broma macabra con los mismos protagonistas de siempre a los que se sumo el bueno de Banega un tipo que no lo quieren en Valencia y donde en un equipo como este, donde no hay un solo jugador con sus mismas características, es incapaz de ganarse la titularidad. Un jugador mediocre entre jugadores mediocres. Miguel de las Cuevas le puso voluntad y ganas pero no termina de cuajar y ya van unos cuantos años. Maxi, en el nivel de sus últimas temporadas, podría jugar al otro lado de la línea de fuera de banda que el equipo ni lo notaría.
El gol de Forlán vino como consecuencia de la única jugada en la que el equipo vestido de rojiblanco practicó algo parecido a ese precioso deporte que en este país llamamos fútbol o balompié. Un espejismo en mitad de un pantano pestilente y espeso. A partir de ese momento el equipo colchonero se sumó al histerismo contagioso del Real Betis y se dedicó a hacer todo lo que no hay que hacer cuando te pones delante en el marcador: perder el balón, perder el ritmo, abrir hueco entre líneas, transmitir miedo, olvidarse de la creación y echarse atrás. En esa ensalada de despropósitos la primera parte se consumió como una vela metida en una cueva que nadie visita.
Pero es que la segunda parte fue exactamente lo mismo. Sopor, sopor, sopor y sopor. El Betís se fue arriba con más corazón que cabeza pero tampoco inquietó realmente la portería del impertérrito Leo Franco. Patádones, faltas e imprecisiones enmascaraban la agonía de un equipo histórico que se hunde y otro que está hundido. Pongan los colores correspondientes donde quieran. Con ese panorama aparece un penalti que a mi me parece claro de Ufjalusi que termina de enardecer al respetable y buscar su excusa para una propuesta ciertamente lamentable) y muy poco después llega un patadón desde atrás que deja a Luis García (posiblemente en fuera de juego) encarando en diagonal la portería sevillana pero dejando al Forlán delante del portero gracias a magistral taconazo que nos hizo recordar a ese magnífico jugador que jugó en el Atleti, Barcelona y Liverpool llamado Luis García. Poco antes del final el bueno de Forlán estuvo a punto de hacer firmar el hat-trick.
Fin del partido. Los datos están descritos arriba. La realidad también.
Se me va a hacer muy duro tragarme los partidos que faltan pero es lo que hay. Ahora los medios continuaran su campaña contra la “injusta” afición que critica “injustamente” a sus jugadores. Tiene narices. Con estas cosas siempre recuerdo una tarde que presencié un leve choque de tráfico entre un taxista y otro coche que sin hacer caso ni a semáforo ni señales y pensando que la carretera era suya le endiñó al taxista en la puerta trasera sin ningún sentido. El taxista salió indignado dirigiéndose a su agresor y diciendo: “periodista, que eres un periodista”.
1 comment
Partido aburrido, como tantos otros, lo curioso es que el Betis quería jugar menos que los rojiblancos (ya es noticia). El partido se decidió por ahí y por la calidad de Diego Forlán. Cómo sería si tuviese un centrocampista en condiciones por detrás...
Y a pesar de que la Champions sea engordar para morir, me da que engordaremos. La pelea por la cuarta plaza toma tintes tragicómicos, parece que nadie la quiere y dependiendo del partido contra el Valencia en dos jornadas iremos o no, te adelanto que apuesto por nosotros. Los valencianos tienen Madrid y Villareal además, a poco que sumemos por inercia...¡zas!
Luego dicen que competimos con la Premier por la mejor liga, cuando nuestro tercer clasificado tendría problemas para jugar UEFA allí. Qué tristeza, de equipo y de liga.
Un saludo.
Pd: qué envidia me dio ayer el Barcelona, eso exactamente no pido, pero sí un gusto por tocar la pelota, ¡coño! Si es que jugamos a otro deporte..
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