180 min.
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Una frase muy típica entre entrenadores cuando se les pide comentar una eliminatoria de copa es eso de que es un partido de 180 minutos. Mentira. Son dos partidos. Si el partido de la semana pasada dura 180 min. al equipo madrileño le caen seis en lugar de tres goles. Si el partido de hoy dura 180 min. ocurre exactamente lo mismo pero con el Recre como damnificado. Gracias a Dios la Copa del Rey es así, con dos partidos, que además cuando tienen que jugarse como el de hoy, a muerte, hacen que tipos resentidos con el fútbol como yo pueden volver a vivir lo que es divertirse viendo un partido de fútbol. Adoro este tipo de competiciones. Creo que los torneos del KO son generalmente injustos (no gana el mejor) pero me temo también que hoy por hoy son el único reducto de lo que es el fútbol en estado puro, ese deporte en el que dos equipos intentan por todos los medios meter gol en la portería contraria.
Como no podía ser de otra forma el Atleti comenzó el partido a matar o morir. Con el esquema que según mi opinión mejor cara podría dar en este Atleti (especialmente en casa y contra equipos de perfil bajo). Hablo de ese 4-4-2 sin doble pivote y en rombo con Jurado por delante de Asunçao, dos interiores (que a mi me gustaría que vinieran más al centro para no dejar tan vendido a Asunçao) y dos delanteros basculantes y antiestáticos. Sin embargo el esperado arreón inicial, siempre a hombros de una bendita grada que a pesar de los pesares volvió a no fallar (sin llenar el campo), se hizo con más corazón que cabeza lo que provocó alguna que otra duda fugaz en la afición. La presión era intensa pero sin orden. El ataque era constante pero cargado de una buena dosis de ansiedad que provocaba la ineficacia colchonera. Estos desajustes iniciales facilitó el que el Recreativo se olvidase de complejos y miedos y plantease el partido con bastante dignidad sacando la defensa de su área, intentando congelar el ritmo y sin despreciar la pelota. Pero el corazón muchas veces es más que suficiente para derribar cualquier barrera y así ocurrió. A veces se nos olvida que defendiendo nuestra camiseta tenemos a Agïero, Forlán, Simao, Reyes, Jurado,... y si esta gente es capaz de tener el balón y pasárselo las posibilidades de soñar se disparan de forma considerable. Así que cuando pasado el primer cuarto de hora sin demasiados apuros para los andaluces y cuando toda parecía indicar el partido entraría en otra fase diferente, un rechace en el área con un buen puñado de jugadores colchoneros en la zona es recogido por Simao que inaugura el marcador para delirio de la grada.
Entonces si que la olla se destapó, el Atleti se desmeleno quitando la presión y el Recre empezó a notar el aliento del infierno colchonero. Entonces si se pudo ver en el campo al tercer presupuesto de la liga frente a un equipo de segunda lo que indefectiblemente acabó en una preciosa jugada por la izquierda que el Kun se encarga de rematar a puerta con la zurda tras un pase de la muerte de catecismo. Para entonces la remontada tomaba cuerpo en la imaginación del respetable que por primera vez en la eliminatoria podía sonreír de esperanza. Se paró el ritmo pero sin perder la cara y cuando todo el mundo pensaba ya en el descanso, un gran saque de córner (¡noticia!) es rematado casi de escorzo por Ufjalusi que ponía el tercero en el marcador e igualaba la eliminatoria.
El más pesimista y reacio a esto que se llama fútbol moderno tenía entonces la idea de que la segunda parte guardaría en el armario esa primera parte de vértigo y emociones para desplegar otra sesión de táctica, control y sopor a las que tan acostumbrados estamos en el Calderón pero nada más lejos de la realidad. La segunda parte fue mucho más intensa, dramática y espectacular que la primera. En los primeros 6 minutos (¡seis minutos!) sucedió todo lo siguiente: Clara ocasión del Recre tras el primero de muchos fallos defensivos de los madrileños, gol anulado al Kun por dudoso fuera de juego, paradón espectacular de De Gea a tiro desde fuera del área del área de Fornaroli y Remate de Forlán al larguero. Casi nada. A partir de ahí, supongo que para desgracia de sus entrenadores el partido entró en una frenética y suicida partida de ping-pong hasta que pasado el cuarto de hora Agüero mete el balón en la portería contraria (al final parece que es en realidad en propia puerta) tras una extraña jugada que no terminaba nunca.
Pero cuando la alegría y la emoción se desparramaba por todos los poros colchoneros estando en ese momento clasificados para la siguiente ronda empezamos a ver por primera vez en la noche algunas de las desgracias de este equipo como son la falta absoluta de centro del campo para controlar un partido y sobre todo una defensa que no es digna de un equipo de primera división. Lo de Perea (por centrarlo en alguien) es digno de tesis. No puedo encontrar una razón basada en las leyes de la lógica que explique la razón de que este muchacho siga siendo titular en el equipo. Sin embargo el “héroe” negativo de la noche esta vez fue el bueno de Asunçao que superó al colombiano con creces. Asunçao que a pesar de todo es un jugador sobre el que creo que no merece cargar en exceso las tintas porque pienso que ha dado más que ha quitado. Cuando nadie se lo pedía y cuando ya se llevaban 25 minutos de la segunda parte no se le ocurre otra cosa que ponerse a regatear en el área pequeña (cosa que no hace ni en el área contraria) para que Carmona robe el balón y meta uno de los goles más fáciles de su carrera. Para terminar de rematarlo dos minutos después decide entrar como el mercancías por enésima vez en el partido dejándoselo tremendamente fácil al árbitro para que lo expulse cosa que el trencilla hace sin titubear. La expulsión es injusta pero como otras tantas veces eso no lo puede hacer un jugador profesional en esas circunstancias.
El panorama entonces era tremendamente sombrío y daba la sensación que tanta adrenalina se había derrochado en balde. Más todavía teniendo en cuenta que Quique tiene que sacar al campo a Raúl García para darle la manija del equipo y el navarro respondía como sólo él sabe hacerlo en estas ocasiones que es dando un pelotazo mandando el balón a la estratosfera la primera vez que lo toca. Pero el Atleti todavía tiene buenos jugadores y a base de esfuerzo y ganas por parte de los que quedaban (Agüero, Forlán, Simao, Reyes,...) se intentaba llegar al área contraria aunque con poco éxito y mucho desgaste. El Recre endureció el partido, paro el ritmo y todo se ponía muy difícil hasta que el Kun en jugada individual es derribado al borde del área permitiendo que Simao de una lección magistral al mundo de como se lanza una falta directa. Impresionante el golpeo del luso que quitó las telarañas de la escuadra y los demonios en las cabezas de los Atléticos.
A pesar de los nervios finales el 5-1 se quedó en el marcador, la sonrisa se quedó en la grada y la ilusión en los espíritus de los aficionados colchoneros. Que este equipo gane algo es francamente difícil pero soñar es gratis y al fin y al cabo somos el Atlético de Madrid. Eso debería bastar.
4 comments
Siempre acabas los post diciendo una frase mítica que retrata mi sentimiento. Te felicito ( si se puede felicitar una cosa así).
Un abrazo
Siempre Atleti!
Alfonso
Pues la verdad es que efectivamente el partido de ayer es para soñar y también para exigir.
La calidad de los futbolistas que tenemos es muy grande y tienen que sentir la responsabilidad de representar a un club histórico.
Lo de Perea, pues juega, porque no hay otro. Podría ser Juanito, pero tampoco ha dado esa seguridad que todos reclamamos.
Que locura de equipo. Hay muchas formas de vivir, pero no son tan apasionantes. Este año tendríamos que llegar a la final, no está difícil.Un saludo
Ayer me reconcilie con el equipo y disfrute como hacia muchos anios que no lo hacia... Que felicidad! Mi chaval de 16 meses, que no se enteraba de nada, el pobre,pero se ponia a gritar frente a la tele conmigo con cada gol :)
Aupa Atleti!
Y viva la Copa! (el torneo mas bonito de cuantos se disputan hoy en dia)
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