Primeras reflexiones
Estando tocado todavía por el efecto estupefaciente de un maravilloso viaje a Hamburgo que hizo pasear mi alma entre las nubes y una cruel reyerta liquidada a navajazos que desató la rabia y las lágrimas del mismo inquilino de mi cuerpo, quizás no sea el mejor momento de hacer balance de una temporada larga, áspera, extraña y complicada pero me temo que nunca va a ser un buen momento.
Dentro de cuatro días las mentes pensantes de este país pondrán el “cerrado por vacaciones” y la sociedad se paralizará para atender desde debajo de una sombrilla, virtual o no, al esperpéntico desfile estival de rumores, fichajes, promesas, ladrocinios y sueños. Paralizados por la angustia de deducir el jugador que nos van a quitar (angustia que durará hasta unos segundos antes de cerrar el plazo) pero sobre todos distraidos por la rabiosa actualidad que marcará el tamaño de los tríceps del nuevo galáctico que tenga a bien venir a la mal llamada casa blanca, cuando nos queramos dar cuenta estaremos comenzando la competición y lo pasado, pasado estará.
Lo primero que tengo claro es que la afición del Atleti, posiblemente la mejor afición del mundo como dice el anuncio, me ha dejado claro que no va a echar a sus dirigentes actuales aupados en una ola de éxitos deportivos. En momentos muy lamentables la afición apenas fue capaz de soltar un poquito el codo así que dudo que se produzcan altercados a poco que el equipo marche bien y yo quiero que el equipo marche bien. Me duele asumirlo pero es así y quizás sea el momento de cambiar de táctica y separar de forma clara y radical las dos cosas: fútbol y dirigencia. Gestión deportiva y gestión administrativa. Estoy harto de que una gran mayoría de atléticos piense que la “oposición” se alegra de las desdichas deportivas del equipo. No comulgo con ese “cuanto peor, mejor” que algún avispado quiere colocar como San Benito (y que probablemente exista en alguna mente complicada). Tendrá que llegar el día en el que se pueda criticar a Cléber sin que eso suponga defender a Gil o poder denunciar el bochornoso reparto de entradas sin que te tachen de ser anti-colchonero. Tenemos que aprender a poder hablar de fútbol, del entrenador, de táctica,… sin que eso se interprete como desviar la atención de la cruda realidad.
Ligado con lo anterior me temo que el tándem Gil/Cerezo sale injustamente favorecido del inesperado éxito final del equipo. Basta echar un vistazo a la prensa del movimiento para leer frases como “un club mejor dirigido de lo que se cree” y cosas parecidas que dejan a las claras por donde van y van a ir los tiros en los próximos días. Algo debemos estar haciendo mal cuando los éxitos deportivos del equipo van en contra del discurso de los que no estamos de acuerdo con los dirigentes actuales. Algo debemos estar haciendo mal cuando la pésima gestión deportiva, las mentiras sobre los fichajes, las mentiras sobre la ciudad deportiva, las mentiras sobre el estadio, las mafias de las entradas, etc… se ponen en la misma balanza pero en el lado contrario que los éxitos deportivos del equipo. Prometo hacer autocrítica sobre ello.
En cuanto al balance de la dirección deportiva, independientemente de las finales, más que tacharla de desastre es más justo decir que fue inexistente. No existe dirección deportiva en la primera plantilla del Atlético de Madrid. No sé sabe a qué se quiere jugar ni con que esquema ni con qué filosofía ni con que patrón. Tampoco se saben los objetivos ni los medios ni las aspiraciones ni los miedos. Mientras las categorías inferiores parecen responder todas a un mismo patrón de juego y una misma filosofía de fútbol la primera plantilla juega en función de las circunstancias y de lo que buenamente se pueda hacer “con lo que hay”. No es que no existan dos jugadores por puesto sino que ni siquiera sabemos que puestos son los que necesitan dos jugadores. Se llena la plantilla de mediocentros defensivos olvidándose de equilibrar el equipo con jugadores de creación. Se satura el equipo de centrales porque están baratos (la mayoría pésimos) y se olvida los laterales. Inviertes en un portero de las mismas características de lo que ya tienes en casa destrozando la carrera de un profesional de gran futuro. No es un desastre, es que no hay planificación. El resurgir de la cantera Atlética ha sido a pesar de Pitarch que hizo todo lo posible para cerrar la carrera de De Gea (fichando a Asenjo y Roberto por delante) y la de Dominguez (Eller, Ze Castro, Juanito, Cabrera,…). En la liga, el torneo de la regularidad que es el que mejor mide a las plantillas, deja el escalofriante dato de que hemos perdido más partidos de los que hemos ganado.
El “gorrón de los focos”, Suso para los amigos de la prensa, actúa por instinto juvenil según se le presentan las oportunidades o los problemas sin que parezca que todas sus lamentables decisiones tengan un patrón común. Mejor pensar así puesto que si pensara que ese patrón existe sólo podría ser el de hundir esta institución. El achispado y animoso Pitarch que chupaba protagonismo en la celebraciones de forma rastrera y lamentable debería haber sido destituido a la vez que Abel (o antes) y por supuesto debería ser cesado de inmediato (porque un caradura así nunca dimite) pero el que a día de hoy siga en la disciplina del club significa que el “plan” del año que viene estará infectado por sus manazas pase lo que pase. Me preocupa.
Quique podrá caer bien o mal, podrás estar de acuerdo en su forma de entender el fútbol o no y generará todas las dudas a si su forma de jugar pueda ser la idónea para este equipo o no pero lo que es evidente para todo el mundo con cantidad suficiente de cerebro es que debería estar renovado ya. Quique debería haber disputado las dos finales sabiéndose entrenador del año que viene e independientemente de lo que ocurriera después para no tener que pasar esta bochornosa situación de incertidumbre. Sólo la enigmática lógica de MA Gil y su alter ego Cerezo es capaz de explicar la estúpida decisión de mantener todavía la tensa espera. Quique ha recompuesto el flagelado sistema defensivo con las mismas piezas que teníamos sin mermar la capacidad goleadora. Ha conseguido que hacer el ridículo en el campo sea una excepción más que una norma. Ha conseguido aumentar las dosis de entrega y compromiso de sus jugadores, ha sido constante en su apuesta por los muchachos de la cantera (en los que cree), sabe que el equipo necesita equilibrio en la creación y por eso hizo a Tiago indiscutible desde el principio y ha hecho que creamos que jugadores como Reyes o Jurado pueden ser no sólo válidos sino determinantes. Personalmente no apostaba por nada de ello así que se ha ganado mi respeto y admiración y por eso espero que sea el entrenador del año que viene y espero también que pueda participar en la confección de la plantilla.
De los jugadores hablamos otro día.
Lo primero que tengo claro es que la afición del Atleti, posiblemente la mejor afición del mundo como dice el anuncio, me ha dejado claro que no va a echar a sus dirigentes actuales aupados en una ola de éxitos deportivos. En momentos muy lamentables la afición apenas fue capaz de soltar un poquito el codo así que dudo que se produzcan altercados a poco que el equipo marche bien y yo quiero que el equipo marche bien. Me duele asumirlo pero es así y quizás sea el momento de cambiar de táctica y separar de forma clara y radical las dos cosas: fútbol y dirigencia. Gestión deportiva y gestión administrativa. Estoy harto de que una gran mayoría de atléticos piense que la “oposición” se alegra de las desdichas deportivas del equipo. No comulgo con ese “cuanto peor, mejor” que algún avispado quiere colocar como San Benito (y que probablemente exista en alguna mente complicada). Tendrá que llegar el día en el que se pueda criticar a Cléber sin que eso suponga defender a Gil o poder denunciar el bochornoso reparto de entradas sin que te tachen de ser anti-colchonero. Tenemos que aprender a poder hablar de fútbol, del entrenador, de táctica,… sin que eso se interprete como desviar la atención de la cruda realidad.
Ligado con lo anterior me temo que el tándem Gil/Cerezo sale injustamente favorecido del inesperado éxito final del equipo. Basta echar un vistazo a la prensa del movimiento para leer frases como “un club mejor dirigido de lo que se cree” y cosas parecidas que dejan a las claras por donde van y van a ir los tiros en los próximos días. Algo debemos estar haciendo mal cuando los éxitos deportivos del equipo van en contra del discurso de los que no estamos de acuerdo con los dirigentes actuales. Algo debemos estar haciendo mal cuando la pésima gestión deportiva, las mentiras sobre los fichajes, las mentiras sobre la ciudad deportiva, las mentiras sobre el estadio, las mafias de las entradas, etc… se ponen en la misma balanza pero en el lado contrario que los éxitos deportivos del equipo. Prometo hacer autocrítica sobre ello.
En cuanto al balance de la dirección deportiva, independientemente de las finales, más que tacharla de desastre es más justo decir que fue inexistente. No existe dirección deportiva en la primera plantilla del Atlético de Madrid. No sé sabe a qué se quiere jugar ni con que esquema ni con qué filosofía ni con que patrón. Tampoco se saben los objetivos ni los medios ni las aspiraciones ni los miedos. Mientras las categorías inferiores parecen responder todas a un mismo patrón de juego y una misma filosofía de fútbol la primera plantilla juega en función de las circunstancias y de lo que buenamente se pueda hacer “con lo que hay”. No es que no existan dos jugadores por puesto sino que ni siquiera sabemos que puestos son los que necesitan dos jugadores. Se llena la plantilla de mediocentros defensivos olvidándose de equilibrar el equipo con jugadores de creación. Se satura el equipo de centrales porque están baratos (la mayoría pésimos) y se olvida los laterales. Inviertes en un portero de las mismas características de lo que ya tienes en casa destrozando la carrera de un profesional de gran futuro. No es un desastre, es que no hay planificación. El resurgir de la cantera Atlética ha sido a pesar de Pitarch que hizo todo lo posible para cerrar la carrera de De Gea (fichando a Asenjo y Roberto por delante) y la de Dominguez (Eller, Ze Castro, Juanito, Cabrera,…). En la liga, el torneo de la regularidad que es el que mejor mide a las plantillas, deja el escalofriante dato de que hemos perdido más partidos de los que hemos ganado.
El “gorrón de los focos”, Suso para los amigos de la prensa, actúa por instinto juvenil según se le presentan las oportunidades o los problemas sin que parezca que todas sus lamentables decisiones tengan un patrón común. Mejor pensar así puesto que si pensara que ese patrón existe sólo podría ser el de hundir esta institución. El achispado y animoso Pitarch que chupaba protagonismo en la celebraciones de forma rastrera y lamentable debería haber sido destituido a la vez que Abel (o antes) y por supuesto debería ser cesado de inmediato (porque un caradura así nunca dimite) pero el que a día de hoy siga en la disciplina del club significa que el “plan” del año que viene estará infectado por sus manazas pase lo que pase. Me preocupa.
Quique podrá caer bien o mal, podrás estar de acuerdo en su forma de entender el fútbol o no y generará todas las dudas a si su forma de jugar pueda ser la idónea para este equipo o no pero lo que es evidente para todo el mundo con cantidad suficiente de cerebro es que debería estar renovado ya. Quique debería haber disputado las dos finales sabiéndose entrenador del año que viene e independientemente de lo que ocurriera después para no tener que pasar esta bochornosa situación de incertidumbre. Sólo la enigmática lógica de MA Gil y su alter ego Cerezo es capaz de explicar la estúpida decisión de mantener todavía la tensa espera. Quique ha recompuesto el flagelado sistema defensivo con las mismas piezas que teníamos sin mermar la capacidad goleadora. Ha conseguido que hacer el ridículo en el campo sea una excepción más que una norma. Ha conseguido aumentar las dosis de entrega y compromiso de sus jugadores, ha sido constante en su apuesta por los muchachos de la cantera (en los que cree), sabe que el equipo necesita equilibrio en la creación y por eso hizo a Tiago indiscutible desde el principio y ha hecho que creamos que jugadores como Reyes o Jurado pueden ser no sólo válidos sino determinantes. Personalmente no apostaba por nada de ello así que se ha ganado mi respeto y admiración y por eso espero que sea el entrenador del año que viene y espero también que pueda participar en la confección de la plantilla.
De los jugadores hablamos otro día.
3 comments
Pues ya está anunciado, el Puto Idiota Tonto Alelado Robaperas Cabrón Hijoputa (sin que de ello sea culpable su madre, bastante pena tendría por tener semejante hijo), sigue. Y todo porque jugamos en Europa.
Quieren dejar al inútil de Pitarch para tener un cabeza de turco para cuando las cosas vayan mal, que las criticas se centren en el y no suban mas para arriba, no me explico si no que hace este cantamañanas ahí cuando se ha demostrado no solo que no haga nada si no que encima estropea. Y que deje de poner la excusa de la falta de dinero para fichar, (que por otro lado es verdad, esta directiva no se quiere dejar un euro en fichajes contrastados) hay otros equipos con bastante menos presupuesto, y que han quedado mas alto en la tabla que nosotros, cuyos directores deportivos si han sabido confeccionar buenas plantillas localizando a jugadores nada caros, pero claro, para eso hay que trabajar y ver mucho fútbol cosa que este patán no hace, solo se pega unos viajecitos a Brasil y Argentina para luego nada, bueno, no quiero seguir hablando de este sujeto que me pone mas enfermo todavía que los de arriba.
Se puede y se debe criticar al equipo cuando todo lo que hace sea criticable. Uno no es más del Atleti por ser antimadridista, antigil o al revés. Hay que comprender que en este mundo hay sitio para casi todo, siempre que sea razonable, y las críticas suelen llevar a la reflexión y a mejorar. También es cierto que la memoria, sobre todo en estos tiempos mediáticos donde algo medianamente bueno puede borrar de un plumazo años de desaciertos, es corta y posiblemente habrá gente que crea que este triunfo se debe a la buena gestión del equipo. Yo te animo a que sigas escribiendo. Me gustan tus crónicas donde abunda la sensatez y lo razonable dentro de una muy buena prosa. Un saludo.
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