Incómodo
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Austria de Viena,
Champions League 2013-2014,
Diego Costa
Austria de Viena 0 - At. Madrid 3
Corría el minuto 80 del segundo tiempo. El marcador de
ese coqueto estadio austriaco en el que se jugaba el partido, y que daba la
sensación de albergar un ambiente precioso de fútbol, reflejaba un contundente
0-3. Aun así, los jugadores del Austria de Viena seguían corriendo como gacelas
tratando de sacar el balón de su propio campo. Pero no podían. Enfrente, esa
apisonadora moderna llamada Atlético de Madrid no les dejaba. La imagen de la señal de televisión se posó
entonces en un atribulado Bjelica, entrenador del equipo vienés, que resoplaba
incómodo. Era la misma imagen que habíamos visto en el minuto 5 del partido,
cuando el entrenado ya había tomado conciencia del incomodo ciclón que tenía
delante. Hace unos días Simeone decía en un entrevista que cuando fichó por el
Atleti, lo único que le prometió al MA Gil fue que construiría un equipo que
fundamentalmente fuese incómodo para los rivales. Que, a diferencia de lo que ocurría
cuando él llego, los equipos que estuvieran enfrente no quisieran estar. Que estuviesen muy lejos de sentirse cómodos. Que ganando o
perdiendo, fuese siempre una pesadilla jugar contra el Atlético de Madrid. Es evidente
que lo ha conseguido. El Atleti de Simeone es un equipo tremendamente incómodo con el que enfrentarse pero que además, cuando tiene la ocasión, juega muy bien. Por eso estamos donde estamos.
El partido comenzó con sorpresa en la alineación.
Diego Costa, presuntamente lesionado, era de la partida inicial mientras Villa
se quedaba en el banquillo. Personalmente lo recibí como una buena noticia. Más
que por sentar a un Villa que no está aportando prácticamente nada, por la
posibilidad de jugar con un claro dibujo de 4-2-3-1, con un solo delantero de
referencia, que creo que es la mejor formación para el tipo de juego de Simeone.
Costa es capaz de fijar la defensa y creo que la línea de mediapunta sale
reforzada ofensiva y defensivamente. No me gusta jugar a futurólogo pero intuyo también que Simeone está empezando a pensar en un plan B para el caso Villa. Tiempo al
tiempo. El Austria de Viena apareció en el terreno como un equipo alegre que
trataba de ser ordenado, físico y activo, pero sin demasiada capacidad para
dominar el juego. Ni siquiera para presionar a un Atleti que no acusaba el esfuerzo del equipo austriaco. Un equipo que tuvo además la mala suerte de toparse con la mejor versión
del cuadro colchonero. Los de Simeone salieron rápidos, concentrados, metidos en el partido
y mandones. Con balón y sin balón. A los 5 minutos ya habían dado
una lección de ocupar espacios, adelantar la presión, sacar el balón con
fluidez, ganar la superioridad por las bandas y de poderío táctico y físico. A
los 10 apareció Koke y eso son ya palabras mayores. El enésimo pase soberbio del
canterano dejó solo a Filipe Luis dentro del área que, con gran generosidad,
decidió ceder el balón a Raúl García para empujarlo a la red.
Diez minutos después, en los que el Atleti tiro de
fútbol y el Austria, sumido en la impotencia, de patadas, apareció Diego Costa.
Vestido de ese crack en ciernes que es y demostrando que para un jugador como él, que viene de abajo y que ha bailado con las más feas, no hay tobillo
doliente ni partido intrascendente, decidió dar otra lección de fútbol. Recogió un balón en el centro del campo, se
zafó de todo el mundo y metió un gol de esos que si se hacen con la camiseta de
algún equipo de la galaxia, aparecerían en todos los programas de televisión, desde Informe
Semanal a Corazón, Corazón. Brutal el hispano-brasileño que volvió a dar otra
lección de entrega, intensidad, coraje y, ya lo he dicho, fútbol. Mucho fútbol. Para entonces el
Austria de Viena y sus aficionados dirigían sus miradas al cielo buscando en
el Altísimo alguna ayuda. Solo la comprensible relajación colchonera en los
minutos finales pudo hacer que los austriacos aparecieran en el partido y
rondaran el área rival. Consiguieron incluso rematar al larguero en una jugada
que podía perfectamente haber sido gol y en la que Juanfran, otra vez, no anduvo precisamente fino a la hora de buscar a su marcador.
La segunda parte fue prácticamente un partido de exhibición
que incluso se hizo partido de entrenamiento cuando Diego Costa, de nuevo,
remató en boca de gol un balón abierto por Raúl García y que Insúa (que había salido por
Filipe Luis en el descanso) metió bien al área. El partido sirvió además para
volver a creer en las posibilidades de Alderweireld, que solucionó bien y con
solvencia todo lo que tuvo que solucionar, para ver al Atleti jugando con falso
9 (mensaje cifrado el que se llevan Villa y Adrián que estando los dos en el
banquillo, Simeone prefirió jugar sin delanteros) y certificar el buen partido de
Raúl García, algo que no me duele en prenda decir. También sirvió para cerciorarnos de lo buen jugador que es Tiago y la mala suerte que tenemos de haber recibido un jugador así en el ocaso físico de su carrera. Es sin duda, con cinco años menos, el medio centro que necesitamos desde hace siglos.
Contundente victoria de los rojiblancos en la
Champions League, algo que independientemente de los equipos que jueguen no es para
nada normal. El Atleti es el único equipo, de momento, que tiene 9 puntos (tres
victorias de tres) y teniendo en cuenta que el siguiente partido es contra el
propio Austria en el Calderón, parece que la clasificación está encarrilada. Esto
es más importante de lo que puede parecer porque permite relajar la competición, ahora que está a punto de empezar la Copa, plantearse jugar a limpiar tarjetas en la plantilla y casi asegurarte de que en febrero el equipo siga dando que hablar en Europa.
Que así sea.
4 comments
Suscribo, D. Ennio, punto por punto, incluído el leve ejercicio de futurología. Tiene mucha importancia afrontar los dos últimos partidos de la fase de grupos con los deberes hechos.
Que siga la fiesta y a ver si el indeciso asturiano se suma a ella (mala pinta tiene, desde luego.)
Buenos dias.
Impecable crónica del partido Don Ennio, desde Bombay solo pude ver la 1º parte por que era muy tarde, pero me fuí a la cama como un niño bueno al que le cuentan un cuento de héroes y luego le cantan una nana ja ja ja, me quedé dormido como un bendito.
Despues del tropezón ante el Español, levantarse, limpiarse el polvo y a seguir tu camino, casi casi sin tiempo de pensar que has caído.
Este equipo es una jodida indigestión para cualquier entrenador contrario, y no sabes que alegría me da.
Un abrazo.
Jesus.
Excelente crónica Don Ennio, escribes como nadie lo que muchos pensamos y no sabemos expresar.
Lo de Barcelona parece que fue una anécdota y ayer incluso los no habituales demostraron su calidad e integración en el método Simeone.
Don Ennio, permita me que le saque una tarjeta amarilla, no nos permitió deleitarnos con sus habituales, recorridos históricos de nuestros rivales europeos. Eso no se hace con los amigos.
Saludos
Estimado Magerit, fíjese que le agradezco incluso el tirón de orejas.
En mi defensa decirle que lo tengo escrito pero lo hice el lunes y la historia es tan bonita que no quería colgarla para que unas horas después, la misma crónica del partido le quitara protagonismo. Prometo colgarla un par de días antes del partido de vuelta, cuando los austriacos jueguen en el Calderón.
Saludos,
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