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¡Un abrazo!

Decíamos ayer

Quince minutos después de comenzado el partido en el tramposamente remozado Vicente Calderón (todo fachada), tras esos primeros cinco minutos fulgurantes (había ganas de fútbol en el ambiente), cuatro tipos que se sentaban detrás de mí en la grada ya estaban diciendo que Jackson Martínez era una mentira. Que no corría, que no hacía nada, que sobraba. “Una mezcla entre Mandzukic y Raúl Jiménez”, llegó a decir uno de los aventajados analistas. Podría pasar por una anécdota pero no lo es. Me consta que escenas parecidas se repitieron por todo el estadio. Son los nuevos tiempos. Es el resultado de esa especie de inmediatez insolente, promovida desde los canales oficiales de comunicación, que tapona los poros de respiración del aficionado al fútbol. El estilo chiringuito. Los gritos. El “y tú más”. Los equipos siempre por detrás del repeinado jugador. Las frases hechas. El depurado código binario que cada año es más aterrador. Enterrar la tradicional búsqueda de la alegría de los colchoneros para concentrarse desesperadamente en la necesidad artificial del placer inmediato. Intuyo que eso es con lo que tendremos que lidiar de aquí en adelante los que no estemos infectados. Estén preparados. Sean fuertes. 

Decíamos ayer que el Atlético de Madrid es un equipo compacto. Sólido en defensa, solidario tácticamente. rocoso y muy competitivo en cualquier situación y en cualquier circunstancia. Decíamos ayer también, varias semanas antes de la bochornosa parade de titulares y mermelada de caspa en la que se han convertido los veranos mediáticos, que el Atleti necesitaba una vuelta de tuerca en la zona de creación. Hasta el propio Simeone lo dijo. Parece que fueron relatos de verano. Lectura ligera. Amores estivales que nacen y mueren como un suspiro. Afortunada o desgraciadamente, nunca se sabe, me temo que hoy, recién comenzada la temporada 2015/2016 con una tranquilizante victoria balsámica frente a la Unión Deportiva Las Palmas, podemos seguir diciendo básicamente lo mismo. 

El inicio de liga no ha sido más que un partido típicamente veraniego pero con puntos de por medio. Equipos estáticos, faltos de ritmo, todavía sin referentes emocionales, con jugadores recién llegados y aturdidos y probablemente también con carencias físicas. Los futbolistas ocupando su posición en el campo como muñecos de futbolín y jugando con un ritmo acorde a la temperatura de agosto. El Atleti era muy superior, y lo sabía, mientras que Las Palmas se frotaba los ojos viéndose en la máxima categoría y manteniéndose 90 minutos metidos en el partido, con la posibilidad incluso de aguar la fiesta a los colchoneros en cualquier momento. Bastó un gol de Griezmann (otra vez) de falta directa para sellar un pacto de no agresión que parecía beneficiar a todas las partes. 

Principal conclusión personal: el Atleti, ahora mismo, es el mismo equipo que la temporada pasada. Jackson juega de Mandzukic, Óliver Torres juega de Arda Turan (¡puaj!), Giménez juega de Miranda y Filipe Luis (¡gracias a Dios!) juega de Siqueira. Son jugadores diferentes que, evidentemente, aportaran características diferentes al juego pero el sistema es el mismo. Aquello de retrasar la línea de creación un poco más atrás con Koke ha terminado siendo un brindis al sol. Dejando al margen la significativa mejora que supone jugar con Filipe Luis, hasta que Óliver destape el tarro de las esencias, Jackson coja tono, Yannick Carrasco aparezca en escena y Vietto se quite la presión de encima, lo que tenemos es un prolongación de lo que teníamos. Ojo, no es una frase pesimista sino todo lo contrario. Lo que teníamos estaba bien pero tenía líneas de mejora. La simiente está plantada. Demos tiempo al tiempo. 

Dato para la ilusión: Correa. Basta verlo 5 minutos en el campo para notar que es un jugador diferente. Capaz incluso de hacer jugar a Simone con un emocionante 4-3-3 durante algunos minutos. Más allá de la calidad (ese recorte nada más salir…), la intuición o el desparpajo, es de esos jugadores que cambian el partido. De los que contiene el aliento de la grada sólo por si acaso. Tiene ángel. Y es del Atleti. 

Principal duda: ¿Adivinan? Efectivamente: el mediocentro. Pero esto, como decíamos ayer, es recurrente. 

Bienvenidos a todos. 

Un placer estar de vuelta. 

 @enniosotanaz

1 comment

Juan 23 ago 2015, 17:28:00

Menudo “monazo” de Atleti que tenía… Y reconozco que un poco de leerte también…

Me gusta mucho lo de “inmediatez insolente”, porque refleja a la perfección lo que le ocurre a tantos y tantos… Coincido también en que el Atleti de ayer fue reconocible. Ahora bien, da la sensación de que con Óliver, Koke y sobre todo, si Correa gana minutos, el equipo puede adquirir otro tono más vistoso...Veremos… Queda pendiente la “incógnita Carrasco”, el “ruletas”…

Estoy de vacaciones en la playa, y mi abono lo empleó mi hermano, pero de lo que vi por la televisión me quedo con la tremenda importancia que tienen los laterales en el equipo, con el buen hacer de Gabi ayer (no estoy solo, qué conste…), los detalles de Óliver, la “pintaza” de Correa y sobre todo, con que, como ya comentamos la temporada pasada, tenemos portero de los que al final de temporada te dan de 10 a 15 puntos. Ayer, para empezar, nos dio dos.

Dos cosas más sobre Óliver y el mediocentro.

De Óliver, que tiene clase a raudales, únicamente me preocupan sus pérdidas de balón en zonas de peligro. Ayer, tuvo al menos cuatro en la primera parte, que contra los de arriba, pueden resultar caras. Es lo que más me preocupa pensando en el Cholo… Escribo esto, quede claro, porque a mí Óliver me gusta mucho y creo que merece la pena darle tiempo (la gran diferencia con el barbudo que jugaba en el Atleti el año pasado, es que el barbudo no perdía un balón…jodida clase…).Enorme curiosidad sobre si el Cholo le mantendrá contra Sevilla y FCB, o si, como creo, escogerá a Saúl o Carrasco, o incluso a RG8. A mí me gustaría ver a Óliver, pero creo que elegirá a Saúl… Veremos.

Si tu queja por el mediocentro es referida a la confección a la plantilla, nada que objetar. De acuerdo. Creo que en eso había mucho consenso en la afición. Ahora bien, ayer Gabi me gustó especialmente. Perdió un balón en una zona mala, pero por el contrario dio a Torres un pase de gol (ojo si hubiese recibido ese pase Vietto), se asoció constantemente con Juanfran y, sobre todo, estuvo omnipresente. Las críticas de algunos (y me refiero exclusivamente al partido de ayer), me recuerdan al del aficionado ocasional al baloncesto, que era incapaz de ver las ayudas de Carlos Jiménez a sus compañeros… esas que ayudaban decisivamente a cubrir espacios o impedían canastas bajo el aro y que llevadas al fútbol implicaría frenar contraataques o transiciones… Pero da igual. Yo lo tengo asumido: De Koke y Óliver (jugadorazos, eh), muy poquitos se atreverán a afearles un mal partido, y hablar bien de Tiago es mainstream… Así que no tengo ninguna duda de que todas las bofetadas irán a Gabi. Juegue bien (como ayer), o regular (como pasó varias veces la temporada pasada.)… De momento, unos amiguetes y yo hemos empezado una singular porra: Dividir el partido en cuatro períodos de tiempo, y adivinar en cuál de dichos tramos algún conocido periodista va a sacudir a Gabi… Predominio del minuto 23 al 45…

Dicho lo cual, también creo que hace falta un mediocentro que acompañe a uno de los dos “veteranos”. Pero no por el partido de ayer.

Un saludo,