Y no pasa nada
Llevábamos tanto tiempo flotando en el aire que se nos había olvidado lo duro que estaba el suelo. Lo que cuesta volver a tener que andar por el asfalto. Es duro hacer cola después de haber entrado por la puerta de artistas y es duro tener que compartir habitación después de haber tenido una en propiedad pero no pasa nada. Nadie se muere por ello. Que sí, que cuesta tener que mudarse a un piso más pequeño o tener que ponerse a cocinar después haber tirado de restaurantes pero insisto, no pasa nada. Nada en absoluto. La dignidad sigue intacta. Los sueños también. Es más, eso es la vida. Entrenar. Estudiar. Ensayar. Caerse y volver a levantarse. Lo que es absurdo es alimentarse de melancolía o quedarse estancado pensando en lo que pudo ser y no fue. Lo que es estúpido es quedarse parado y ponerse a llorar.
El Atleti acaba la primera vuelta en la cuarta posición, con muchos puntos por detrás de la cabeza y con demasiadas dudas en el zurrón. Aunque los números en Champions y Copa siguen siendo excelentes, las sensaciones no son buenas y negarlo sería vivir en una fantasía tan irreal como la de los histéricos que ven el Apocalipsis con cada pase de Gabi.
El equipo de Simeone acaba de sacar un empate de San Mamés en un partido entretenido, rápido y emocionante que sirve como certero epílogo a una primera vuelta de transición. El equipo salió muy bien. Con esa intensidad marca de la casa que tanto bien les ha hecho y que habían olvidado en partidos anteriores (buen síntoma). Dominando el ritmo, dominando el balón y dominando el marcador. En pocos minutos construyeron una gran combinación por la izquierda que acabó con un pase al área de Koke que no sé si llega a tocar Griezmann pero que acaba igualmente en la red.
El partido estaba controlado, el Athletic algo aturdido y todo se parecía demasiado a muchos otros partidos de temporadas anteriores. 0-2 en un contraataque y a dormir. Pero no fue eso lo que ocurrió. Mientras hace años los de Simeone hubiesen pausado el juego, controlado el ritmo y minimizado los riesgos, el actual equipo se ha dedicado a despejar el balón. Como suena. Pelotazos en vertical, que hacían que el equipo bilbaíno necesitase poco para seguir dominando el balón en campo contrario. Pasada la media hora los vascos ya dominaban no sólo el balón sino todos los ángulos del juego. Se lo habían creído y creo que había sido culpa nuestra. A pocos minutos del final un despiste en la defensa (creo que de Filipe) dejó un balón franco en la frontal del área y el equipo de Valverde empató con un golazo. Los fantasmas volvieron a salir de la madriguera. Todos.
El Atleti de Simeone es lo que es gracias a su defensa. No es que sea sólo defensa (que hay mucho cafre con ganas de confundir) sino que lo que es, lo es por su defensa. Una defensa rocosa, adulta, eficaz y que apenas cometía fallos. Hoy no y no es nuevo en esta temporada. Algo pasa ahí.
Los madrileños salieron con ganas de ganar en el segundo tiempo (otro buen síntoma). Aumentaron las pulsaciones y volvieron a tirar de intensidad pero todo se enfangaba en una lucha constante por el balón. Pero es que el rival también juega y además juega muy bien. Las ausencias de Augusto y Tiago hacen que el centro del campo colchonero carezca de la pausa necesaria para partidos así. Hoy lo volvimos a acusar. Pero el Atleti insistía y no estaba siendo peor que su rival. Es más, creo que era mejor y que empezaba a dominar. No había ocasiones pero uno era optimista. Hasta que llegó un nuevo fallo en la defensa. Impropio de un central de alcurnia como Godin pero tampoco algo nuevo este año. El uruguayo salió conduciendo en exceso, perdió el balón, recuperó tarde (y mal) y el contraataque vasco por la derecha hizo que su lateral, sí, su lateral, rematase completamente solo en el corazón del área.
Los fantasmas estaban de fiesta a esas alturas. Salió Torres y el equipo se descompuso todavía más. Puede que sea casualidad. Puede que no. Soy consciente del amor (merecido) que El Niño despierta en la grada pero yo lo veo completamente perdido. No entiendo porque Simeone sigue insistiendo con él sobre el campo. Quizá tenga que ver con que el otro 9, Gameiro, está poco mejor. El francés es un buen jugador (no lo dudo). Corre como el que más (es así), pero resulta intrascendente. Da igual que esté o que no esté en el campo. Lleva un gol en diez partidos, un dato que es indefendible por mucho que corra. Creo que ya se le ha terminado el crédito. No es el jugador que creíamos y no creo a estas alturas que ya lo pueda ser. Problema. Ojalá me equivoque.
Pero en esa ensalada de caos, justo cuando los cenizos llenaban con sus caracteres las calles de Twitter, el equipo tiró de orgullo (otro buen síntoma). No salía nada y todo parecía un desastre pero me gustó ver al equipo tirar de corazón. Mucho más cuando ese jugador espectacular que es Griezmann se sacó un disparo de la nada que se coló por la base del poste. Golazo de esos que pagan por sí mismo una entrada. El partido se abrió y podía haber acabado de cualquier manera pero no pasó nada más.
El empate es un resultado pésimo pero es justo. El partido, con todo, ha sido además muy divertido. Una bofetada amistosa a esa estirpe de rapsodas, los talibanes del peloteo estéril, que me parece tan nociva para el fútbol.
Sí, sé que no he hablado del árbitro pero ha sido aposta. Creo que hoy nos perjudica igual que en Eibar nos ayudó. Normal. Fútbol. De eso no merece la pena hablar. Lo que no es fútbol (ni suerte, ni casualidad, ni irrelevante), de lo que sí merece la pena hablar, es de lo que pasa en cada partido del otro equipo de la capital. El equipo de todos, ya saben.
Culminada la primera vuelta, a punto de iniciarse el tramo final de las competiciones de copa no se me ocurre mejor momento para dejar de experimentar, agarrarse a lo que tenemos con fe, olvidarse de la histeria posmoderna y subirse, más que nunca, al genuino: partido a partido. No hay otra. Toca caminar por el asfalto porque en el asfalto (que no fuera de la carretera) es donde estamos. Toca arremangarse y alcanzar al que va delante porque no queda otra. Pero no pasa nada por tener que hacerlo.
@enniosotanaz
(Foto: La Vanguardia)
5 comments
Quien pensara que iba a ser una temporada fácil es que no tiene idea, ya no de fútbol, sino de la vida. Recibir un mazazo (dos casi seguidos) de las dimensiones de lo que ha sufrido este equipo en esas dos finales innombrables hace que, en mi opinión, la temporada sea de notable alto. Estamos luchando contra el mejor Sevilla de la historia y aún así, creo que es posible alcanzar el objetivo real de ser terceros a final de año. En la primera vuelta hemos visitado todos los campos a priori más difíciles de la categoría salvo el de nuestros vecinos. Además, nos hemos partido con dos lesiones muy importantes y largas como las de Augusto y Oblak, hemos recibido una sanción sin poder fichar y estamos jugando sin delantero centro.
Con todo y con eso, estamos a dos partidos de una final y a seis de otra. Quien quiera bajarse del barco que lo haga ahora pero no moleste más. Con los míos muero.
Muy bueno, Ennio.
Excelente análisis como siempre, maestro, muy de acuerdo con lo comentado, que por otro lado, cualquiera que no sea talibán puede verlo claramente, como también suscribo lo escrito acertadamente por Gonzalo.
Ahora lo que toca, no queda otra, es acularse contra el paso de Termópilas, mantener bloque con el escudo firme, y cada ocasión, despacio, pasito a pasito, meter la δόρυ hasta el fondo, eso nos ha hecho lo que somos, y de eso tenemos un montón.
Ahora mas que nunca, saludos colchoneros.
Jesus
Excelente y sigo creyendo que todo es posible, sin hacerlo bien somos cuartos y queda toda la segunda vuelta, quien dice que todavía no se pueda ser tercero puntos para ello quedan y margen de mejora también.
Coincido con lo que apuntas, Ennio. Me ha gustado especialmente el primer párrafo. Esta temporada creo que los atléticos haríamos bien en tratar de disfrutar recordando lo importante que es estar entre los cuatro primeros, y continuar en la élite. Dicho lo cual, ya veremos cómo acaba esto en mayo. O junio.
Dice bien Gonzalo que el Atleti se está pegando con el mejor Sevilla historia. Es verdad y no es un dato menor. Añadámosle los 32 errores arbitrales que han favorecido al RM según publica hoy un medio catalán, y los puntos que los errores arbitrales han dado al Sevilla (Deportivo, Osasuna y Betis creo recordar.) Todo suma. Hoy leía a Uría que también llevamos varios años pegándonos con FCB y RM, y que mantener ese ritmo todos los años, resulta poco menos que imposible. Y lleva razón.
Es evidente que jode llevar tiempo flotando, y volver a tocar el suelo. Sobre todo el año que parecía que teníamos más fondo de armario (yo así lo pienso). Pero, sin dejar de exigir al equipo, nos haríamos un favor si disfrutamos de lo que tenemos.
En lo futbolístico, tan solo una referencia a Carrasco. Siendo sincero, le veo cosas de crack: potencia, desborde, gol, rapidez... No obstante, esa reticencia a jugar donde le quiere el Cholo, su individualismo y pérdidas de balón, me tienen un poco despistado. No obstante, he de reconocer (y ya me ha pasado este año más de una vez), que no gustándome su juego en algún que otro partido, ha metido goles importantes, lo que hace que entienda la apuesta de Simeone. Quede claro lo que he dicho al principio, se le ven detalles de crack total. No lo niego, pero no sé macho... Tengo más ganas de ver a Gaitán. Ya lo he dicho (me ha costado)
Un saludo,
Un estupendo entenador que tuve de joven, cuando las cosas se torcían nos arengaba, " no piensen, jueguen" pues eso...a seguir pedaleando...
Orgulloso de nuestros jugadores!!!
Forza Atleti.
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