¡Qué pena! (o como mentir con la verdad)
At. Madrid 2 - Zaragoza 1
Ennio periodista serio (es decir asalariado del sistema y deudor de sus palabras):
Lo que hoy publicarán los periódicos será algo así: por un fin una victoria colchonera que injustamente se le venían negando al sufrido equipo madrileño. La noche prometía emoción y fútbol con la pasión desmedida de una afición que como siempre está con su equipo en los momentos que hace falta.
El partido no fue una maravilla pero se observó una significativa mejoría de los colchoneros. El encuentro entró tras el tempranero gol de Jurado en una fase de toma y daca constante hasta que en un desajuste de la defensa madrileña dejó a Jorge López delante de David De Gea que llegó tarde al dribling y cometió penalty como paso previo a convertirse en el héroe de la noche parando la pena máxima a Babic y provocando el parto prematuro del nuevo ídolo del Calderón. La segunda parte se gestó con los mismo parámetros de lucha, juego y entrega que la primera con un Zaragoza más ambicioso y un equipo colchonero contenido para salir a la contra. La reaparición de Reyes fue aplaudida a rabiar por la grada y casi queda en anécdota lo que pasó después: un gol de Antonio López de saque de falta magistral en la frontal del área y el posterior penalty justito de Ufjalusi, el flamante nuevo lateral derecho del equipo, transformado Everthon. Lo que no fue una anécdota fue la excelente parada de De Gea en las postrimerías del partido a saque de falta peligroso de los aragoneses. En definitiva tres puntos que invitan a soñar con la incipiente recuperación de un equipo que volvió a recuperar su identidad.
Ennio aficionado (y por tanto dueño de sus palabras):
Primera victoria del Atleti en un cada vez más desconocido Calderón que parecía un sucedáneo barato de lo que ha sido ese campo no hace muchos años y que no hace más que enmascarar la realidad de un equipo sin alma y sin cuerpo, sin volante y sin ruedas. Un equipo que llegará donde tenga que llegar en base a la suerte puntual, al impredecible efecto mariposa o al efecto telúrico de la alineación de los planetas en la vía Láctea pero jamás por el talento rupestre de sus mimbres, por la inexistente dirección o por la empatía que se le supone a cualquier deporte de equipo.
La afición, esa masa impersonal que otrora era la envidia del mundo, ese grupo compacto y homogéneo que era orgulloso y ambicioso a la vez que fiel y generoso con quien lo merecía, ayer fue el fiel reflejo de en lo que se ha convertido. Un heterogéneo puñado de compra-periódicos que interioriza todos y cada un de los mensajes que llegan desde los medios oficiales pero que son incapaces de mirar alrededor con los anteojos de un verdadero aficionado atlético. Ajenos a la crisis institucional y deportiva que sufre de forma severa este club la afición se dedicó a ocupar religiosamente y a la hora precisa su puesto en la comedia. Aplaudiendo a los profesionales que tanto respeto tienen por la camiseta que les paga, ignorando las voces críticas (y me refiero a ignorar y despreciar, no a cuestionar o refutar que podría tener sentido), ignorando el insultante vodevil que se sufría en el césped y conviviendo de forma animosa y divertida con los personajes que ocupan el palco. La afición se dedicó a aplaudir todo lo que pudiese ser aplaudible (y a lo que no), a intentar animar hasta a los banderines del córner, a aplaudir a los "chiquillos descarriados", a sonreír después de cada bostezo y a deglutir los tres puntos como si se tratase el delicioso maná que todo lo cura. La afición se comportó de forma patética en un fiel reflejo de cual es la situación de este club, de este equipo y de esta masa social.
¿Y el fútbol? Dirán ustedes. ¿Qué fútbol? Diría yo. El partido de ayer fue el enésimo bodrio que tenemos que tragarnos en el Calderón. No es que espere disfrutar de una excelsa versión de este deporte echando un vistazo los nombres que conforman domingo tras domingo el once colchonero pero lo mínimo que reclamo es ver un partido de algo parecido al balompié y no a esta especie de engrudo entre el fútbol australiano y la lucha greco-romana en que se han convertido los partidos del Atleti. Tuvimos la suerte de marcar un gol en el minuto 2 (tras un millón de rechaces, no piensen que de jugada elaborada) y eso fue todo. A partir de la ahí el equipo cobarde y reservón que plantea el cobarde y reservón de Abel en el campo se dedicó a rezar de rodillas para que el partido acabase cuanto antes y el Zaragoza dejara de sacar faltas y córners colgados al área. Un desastre lo mires por donde lo mires. La defensa no merece la pena más comentarios pues salga quien salga y se ponga donde se ponga es un coladero sin contundencia, si arte y sin fe. Perea, probablemente el jugador peor dotado técnicamente de la primera plantilla, fue el encargado de crear la mayor parte del juego (como en tiempos de Aguirre) así que se pueden imaginar el resto. El centro del campo otro despropósito. Mientras Simao se dedicaba todo el partido a comentar las entrevistas de Belén Esteban con las primeras filas de la grada y Asunsao a repartir leña a diestro y siniestro (debería haber sido expulsado dos veces), Jurado le decía a Cléber: “anda vete tú a la banda que a mi me da la risa”. Abel, por supuesto, había marginado a Jurado (insisto, el único que está medianamente en forma en esta tropa) a la sempiterna banda dejando la zona noble del campo al hormonado dicen que centrocampista brasileño, pero su inoperancia era tan patética que decidieron de motu propio cambiarse los papeles por el bien de la humanidad. El centro del campo colchonero es como un capítulo repuesto en blanco y negro de los chiripitiflauticos, una locura sin pies ni cabeza. Pero es que lo poco que teníamos bueno, la delantera, es otro desastre. Esa estupidez del valiente de Abel de marginar a Forlán a jugar en el centro del campo hace que el pobre uruguayo se desgaste en tareas defensivas, haga el ridículo en la presunta creación y esté siempre 30 metros lejos del lugar donde debería estar si jugase en la posición que lo ha hecho famoso. Pero claro, Abel no puede renunciar a su “innovador” 4-2-3-1 en una muestra más de lo inflexibles que son con el sistema los malos entrenadores. De eso sabemos bastante en el Calderón. Los muy malos entrenadores que incluso con una plantilla sin jugadores suficientes (no ya buenos) para jugar así se emplea en insistir en ello como la única alternativa. Agüero en este equipo y en este bochornoso esquema del, dicen que entrenador toledano, es como el señor que lleva la pandereta en la tuna, un tipo que lo pone todo para llamar la atención pero a quien el resto de la tuna mira como diciendo ¿Quién es este?
Me da por pensar últimamente con bastante frecuencia que con este equipo a veces las derrotas podrían tener un efecto más positivo que las victorias. ¡Qué triste!
8 comments
firmo tu artículo al 100%. Coincidimos muchísimo en la forma de ver al equipo y la afición.
Y la última frase es tan triste como cierta.
un abrazo.
¿Insinúas con la última frase que deseas que pierda el Atleti?
Si es así cada vez os entiendo menos.
Un saludo desde http://derojoyblanco.blogspot.com/
Adal, Jamás he deseado ni desearé que pierda el Atleti. Jamás. El día que ocurra cuelgo "las botas".
Lo que quiero decir es que los tres puntos de ayer no cambian absolutamente nada pero para la prensa y una gran parte de la afición parece que lo es todo. Parece que es necesario estar nadando en el fango de la clasificación de forma definitiva para que algún iluminado se de cuenta (meses después y cuando no se puede hacer nada, claro) que esto así no funciona.
Que lo diga un imbécil juntaletras que se gana la vida lamiendo traseros pues bueno, pero que lo piense un aficionado del Atlético de Madrid... pues me pone malo, la verdad.
Saludos,
De nuevo, totalmente de acuerdo con Ennio. Lo expresas genial ;)
Estoy bastante de acuerdo con tu post pero con algunos matices. No creo que el Atleti estuviera reservón hasta el 2-1, ahí estuvo acongojado y contra las cuerdas, lo que pasa es que no da para más. Tampoco estoy de acuerdo en que Jurado estuvo en la banda, quizá tapó aquella banda pero no se limitó a subirla y bajarla sino que se vino al centro permanentemente. Además, Zidane también ocupaba la banda izquierda en el Madrid de Del Bosque (supuestamente) y De la Peña también en el Español.
Cuando Abel fue al Nou Camp con Assunçao, Jurado, Maxi y Simao, todos los blogs dijeron que fue un planteamiento suicida y ahora que pone tres tipos en medio campo es conservador... eso no lo entiendo.
La España de Luis, campeona de Europa jugaba sin bandas y no había problema, no es un tema de planteamientos, no lo veo así. Ni veo el 4-2-3-1 por ningún lado.
La pregunta es ¿qué once pondrías tú? Me da igual la respuesta, sea cuál sea le sacaré diez o doce problemas y/o inconvenientes. Esta plantilla es la que es y no hay más.
En cuanto a la victoria, animicamente es vital. Otro partido más empatado o perdido y la falta de confianza y de compromiso sería evidente.
El Barça no estuvo mejor que el Atleti y son el mejor equipo del mundo. Por eso, el sábado era ganar o ganar. A mi, sólo de pensar en la Segunda división me tiemblan las canillas.
Un abrazo.
Billie, el equipo regalo el balón y se metió en su campo después del primer gol. Si eso no es ser reservón (especialmente si regalas el balón en tu propio campo y frente a un recién ascendido) entonces es que estamos hablando de cosas distintas. Hasta De Gea perdía tiempo recordando al ínclito de Leo Franco en un precedente que asusta.
El hermano mayor de un amigo mío que tenía el título de entrenador (furibundo atlético que hace tiempo tiró la toalla) me dijo hace tiempo que la mejor forma de saber el planteamiento de un equipo era algo tan sencillo como ver la disposición de los jugadores en el saque inicial. Sin ser infalible es bastante verdad. Todos se colocan más o menos en el sitio donde les han dicho que jueguen. En la tele es difícil verlo bien pero en el campo se ve de maravilla. Es un ejercicio que hago siempre desde entonces. Te aseguro que Jurado en las dos partes estaba en la banda. Y estoy de acuerdo: Zidane e Iniesta o de la Peña o casi todos los del Arsenal o los centrocampistas de la Roma o los del Madrid o los del Barça... ninguno juegan por la banda. En la banda están generalmente los delanteros o los laterales o ninguno y de hecho lo que caracteriza el fútbol moderno de los grandes equipos es la movilidad en las posiciones de centro campo para adelante cosa que en el Atleti no ocurre. Son todos como muñecos de futbolín que mantienen la posición. Jurado se venía al centro pero el inútil de Cleber no hacía el relevo sino que se quedaba como un pasmarote en el centro también haciendo lo que mejor sabe hacer que es estorbar. De hecho vi como Abel echaba la bronca a Jurado más de una vez por no tapar su banda (Jurado y Reyes fueron los más gritados).
Lo del Barça no me pareció suicida sino incoherente. Si sacas dos mediocentros defensivos durante 75 minutos contra el Apoel o el Racing o el Málaga no entiendo porque contra el Barça saca sólo uno debilitando el aspecto defensivo. Contra los otros equipos lo normal sería llevar la iniciativa, tener la pelota y crear fútbol porque estás frente a una plantilla de presupuesto inferior que presenta una defensa muy cerrada que necesita de fútbol más que de músculo pero contra el Barça algo así es más difícil. Si hubiese sacado a Jurado en el medio centro en todos los partidos y también contra el Barça tratando de quitarles el balón no creo que nadie le hubiese tachado de nada porque sería morir con tus ideas pero hacer lo que hizo no tiene ni pies ni cabeza.
Abel juega siempre con dos mediocentros defensivos en horizontal y en paralelo más dos jugadores de banda. Uno es Simao que apenas sale de allí y el otro es el que toque. Cuando es Sinama es tan de banda como Simao y cuando es Jurado se va de vez en cuando al centro pero no para cambiar la posición sino puntualmente. Cuando sea Reyes (que será) tendremos la fotocopia de Simao pero por el otro lado. Por delante de ellos está Forlan, 20 metros por detras de su posición natural, haciendo las veces de una especie de mediapunta de creación (que no sabe hacer) y conteniendo la salida de la defensa contraria (que lo penaliza para atacar) y luego Agüero en punta. Lo que realmente le gustaría es jugar con un sólo delantero y Jurado por detrás (como hacía el Mallorca o como hacen todos los equipos de abajo o como hace el Sevilla) pero tiene el “problema” de tener que sentar al Kun o a Forlán y además no se fía de las tareas defensivas de Jurado. 4-2-3-1. Así es como juegan la mayoría de equipos en primera división especialmente los de más abajo.
sigue...
Efectivamente la plantilla es una mierda y no hay más, en eso no hay discusión, pero pon lo mejor que tengas y hazlo bien. Si las bandas están bien y quieres jugar con bandas quita un delantero. Si quieres jugar con dos delanteros los centrocampistas tienen que crear y ocupar la media punta en lugar de irse a la banda. O si no invéntate algo original que para eso eres entrenador.
¿Anímicamente vital para qué? ¿Para ganar a duras penas en casa y perder fuera? ¿Para salir a empatar en Londres y decir que se ha hecho un buen partido? ¿Para estabilizar el equipo y quedarnos a 12 puntos del cuarto? El barça jugo mal y ganó y la gente estará contenta porque el Barça no ofrece ninguna duda y porque el otro día en un pésimo partido gano sin recibir una ocasión en contra. Incluso aunque hubiese perdido nadie se preocuparía porque el equipo está bien construido, juega bien, está bien entrenado y sobre todo su trabajo les precede. El Atleti en un partido de mierda resultó ser el mejor de la temporada y su única victoria. La diferencia entre ilusionarse (o no preocuparse) en uno u otro equipo creo que presenta una ligera diferencia.
No sé porque razón hay una corriente que dice que hay que ser optimista o eres mal atlético con la que no estoy para nada de acuerdo. Precisamente como buen atlético, tanto como el que más, ni puedo ni quiero ser optimista. No puedo por razones evidentes y no quiero porque no quiero más huidas hacia adelante. No quiero que el equipo se consolide en esta mierda de juego y con esta plantilla de chiste para que luego me vengan con el cuento de que se ha “cumplido el objetivo”. Ya he pasado muchas veces por lo mismo.
Un abrazo,
Estoy de acuerdo con todo lo que escribes, pero pierdes perspectiva. Se trata de una cuestión de prioridades. La gente se cansó de devorar entrenadores y optó por la estabilidad.
Después del batacazo de tener que jugar dos años en segunda, el nivel de exigencia de la afición bajó notablemente (en realidad no, pues antes del descenso ya las pasamos canutas el año anterior).
Comprendemos la gran crisis que asola a nunesro club, generada únicamente por la incompetencia de sus dirigentes y no exigimos grandes fichajes.
Pero la gente comienza a ser consciente de que se ha acabado una etapa y se ha de empezar otra. Hay que elevar el listón de exigencia, hay que hacer un equipo compensado, ha de pensarse en alcanzar cotas más altas.
Si hace 6 años era bueno pelear por puestos de UEFA, ahora eso comienza a ser una consolación inaceptable.
Se ha acabado el período de transición después del descenso.
Yo, por lo menos, si el próximo verano no atisbo soluciones reales a todos los problemas del Club (falta de transparencia en la gestión, decisiones unilaterales e inexplicables, falta de inversión, apertura del accionariado a la masa social, destitución del Secretario técnico, fichajes coherentes, ...), me daré de baja después de 28 años de socio.
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