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CONCLUSIONES DE KYLE XY (Barcelona - At. Madrid)

Decía George Orwell que la manera más rápida de terminar una guerra es perderla y eso es precisamente lo que habrá pensado el bueno de Aguirre en el descanso del Barça-At- Madrid. No sé cuales serán las sensaciones de la familia colchonera tras el partido de hoy pero las mías son que otra vez más vamos a perder la oportunidad de hacer algo digno de este club por razones ajenas a los tipos que se calzan las botas y saltan al césped. Creo que tenemos la mejor plantilla desde que volvimos a primera división pero desgraciadamente también creo que tenemos el peor entrenador.

El partido comenzó dando la sensación de que sería un gran partido. El Barcelona tiene (en mi modesta opinión) la mejor platilla de largo de toda la liga española con lo que perder en el Camp Nou evidentemente entra dentro de la lógica. Sin embargo, a diferencia del año pasado donde nos limitamos a jugar como un equipo recién ascendido, esta vez parecía que queríamos ganar el partido. ¡Bien por mi equipo! Probablemente empujado por la inercia de las últimas jornadas en las que los jugadores se sintieron por fin jugadores de fútbol en un equipo de fútbol (para variar) hicimos lo que hay que hacer para ganar al Barça: quitarle el balón, no dejarles jugar con comodidad cerca del área, ser rápido en los huecos a la espalda y jugar rápido el balón en vertical o hacia delante. Lamentablemente en nuestra portería estaba un señor italiano que no encontró peor día, ni peor momento, ni peor escenario para demostrarnos que no parece ser un gran fichaje.

Un error garrafal contra el Barça y 1-0 perdiendo. Eso no es culpa de Aguirre evidentemente. Tampoco lo es que el Barcelona tenga la suerte de contar con una delantera (y un centro del campo) que envidiaría cualquier equipo del mundo menos aquellos que, como el nuestro, tienen entrenadores que desprecian determinado tipo de jugadores. Yo no soy de esos y yo envidió un equipo donde tipos como Ronaldinho o Messi (este último en estado de gracia) se dedican a hacer paredes en una baldosa como si estuviesen bailando un chotis balompédico. La pared del segundo gol del Barça es una obra de arte sin duda alguna. Paredes, ese recurso obsoleto del que los entrenadores de la escuela Aguirre dicen estar pasado de moda. 2-0 perdiendo en el marcador haciendo las cosas bien. Irónico. Los resultaditas dirán que mira a lo que nos lleva el intentar ganar los partidos. Yo les pediría que miraran a donde nos ha llevado ni siquiera intentar ganarlos.

Estoy seguro de que esa era la sensación de los aficionados colchoneros al descanso: mala suerte y la certeza de que contra el Barça no se pueden hacer cagadas como la nuestra del primer gol sin pagarlas. Si hubiese acabado entonces el partido yo estaría apelando precisamente a eso, la mala suerte, para justificar la derrota abultada de nuestro equipo hoy pero desgraciadamente faltaba la charla en el descanso y las geniales acciones de estrategia de la segunda parte.

Si Kyle XY hubiese aparecido en la tierra en el camp nou y en el mismo momento en el que empezaba la segunda parte, a los 15 minutos de partido hubiese sacado la siguiente conclusión: o el atlético de Madrid está ganando el partido o tiene tanto miedo del rival que haciendo caso a George Orwell prefiere terminar la batalla perdiendo. Lógicamente acertaría. Tras los 45 minutos de la segunda parte, viendo el planteamiento del equipo y los cambios, un tipo racional como Kyle XY llegaría a otra conclusión: o el entrenador del Atlético de Madrid le da igual sacar puntos o de verdad lo que quiere es que no le metan más goles en la portería. O eso o es que el entrenador del Atlético de Madrid no sabe que para ganar en este deporte hay que meter más goles que el contrario.

La segunda parte de nuestro equipo es todo un elogio al miedo y la mediocridad. Lejos de quitarle el balón al Barça se lo regalamos, lejos de presionar arriba reculamos y lejos de no dejarles jugar cómodos cerca de nuestro área les esperamos dentro de la misma aplaudiendo sus triangulaciones. Magnífico. ¡Todo eso perdiendo 2-0! El Barça, un equipo muy bueno, muy bien entrenado y que juega muchas competiciones de envergadura, se dedicó simplemente a dejar pasar el tiempo llegando de vez en cuando y metiéndonos otro mirlo cuando quisieron hacerlo. Como no sabemos jugar frente a un equipo parado atrás, porque nuestro genial entrenador reniega a jugar con ese tipo de jugadores y pase lo que pase morirá jugando con dos centrocampistas defensivos de exactamente las mismas características, lo único que tenían que hacer era tapar las bandas y cubrir a Agüero ya que Forlán (otro magnífico entrenador desaprovechado) se cubría sólo gracias a la genial directriz de Aguirre de bajar al medio campo “a echar una mano”. Me recuerda mucho a Torres de la temporada pasada.

Pero faltaba lo mejor: los cambios. Tal y como estaba el partido en la segunda parte sólo había una forma de hacer un gol al Barça y era haciendo una jugada imprevisible y genial o a balón parado. Si tenemos un jugador genial e imprevisible en esta plantilla este se llama Kun Agüero. Fuera del campo. Si hay alguien que sabe sacar las faltas y los saques de esquina en esta plantilla se llama Reyes pues bien, fuera también. No se puede hacer peor.

¿Por qué? Pensará la parroquia rojiblanca. Para mí sólo hay una explicación: miedo. Aunque ya lo decía un escritor francés llamado Henry Home Kames: la ignorancia es la madre del miedo.

Felicitaciones al Barça por un magnífico equipo que pretende siempre ganar jugando al fútbol. Algo tan simple me da mucha envidia.