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Va en serio (Ath. Bilbao 1 - At. Madrid 2)





Decía Aristóteles que el carácter es el resultado de la conducta y seguramente tenga razón. Es difícil sacar conclusiones o teorizar al respecto de la asombrosa metamorfosis que ha sufrido el Atlético de Madrid pero lo cierto es que está ahí y tiene mucho que ver con la personalidad que como agua bendita ha terminado apareciendo en este equipo. Al comenzar el partido los colchoneros nos sentábamos en el sillón sacando pecho. Al acabar seguimos felices y contentos. Con todos los peros que se quieran pero felices y contentos. Felices por el resultado y el lugar privilegiado que nos deja en la liga y contentos porque lo que vemos en el campo es un equipo de fútbol. Un equipo de fútbol que ha desarrollado un carácter desconocido durante muchos años que no deberíamos abandonar nunca, ocurra lo que ocurra a partir de ahora. Esto va en serio.

A pesar de que los últimos años (quitando el pasado) hemos ganado en “la catedral” jugar contra el Athletic en su campo es complicado. Es complicado por el ambiente y la presión que tan bien sienta al los leones junto a ese violento y fogoso “juego” que impone su ilustrado entrenador. Pero el Atleti salió con el mismo talante de los tres últimos partidos, ese talante que respeta al contrario sin temerlo y que a base de rigor táctico y generosidad en el esfuerzo trata de imponer su propia personalidad en el terreno de juego. Y lo hizo. Adelantando un defensa poderosa y con el doble pivote ejerciendo de sólido stopper y primera punta de lanza de pases laterales a los cuatro de arriba el atleti se hizo con el dominio del partido que lógicamente llevaba en el paquete el balón. Sin especulaciones ni circulaciones absurdas el equipo colchonero trataba el esférico con criterio e inteligencia haciéndose poco a poco con todas las parcelas del juego mientras anulaba al contrario. Los primeros 15 minutos de los madrileños son como para asustar al resto de equipos.

El primer gol lo cambió todo. Un gol, perfectamente trazado por un equipo que juega como equipo. Con una velocidad brutal el balón llega al área tras otra gran jugada de Agüero (la enésima) para que Simao deja el balón de tacón a Forlán que hace lo que mejor sabe hacer, meter gol. A partir de ahí el equipo se echó peligrosamente atrás pero a diferencia de otras veces tengo la sensación de que fue más por el vigor y el empuje del rival que por decisión técnica. No me gusta ver al Atleti así pero al menos sirvió para confirmar la buena pinta que tiene la defensa este año con un Domínguez que sigue la línea de la pasada temporada y un Godín que para mí ha sido el mejor del partido. El urugayo ha sido el líder de una defensa que se las tenía que ver con Llorente y el permanente juego vertical de los bilbainos y que han sacado con un solvencia pasmosa. De hecho aunque el dominio del juego paso a manos de los vascos lo cierto es que De Gea no pasó un sólo apuro en lo que quedaba de la primera parte ni prácticamente todo el partido.

El problema es que el Atleti cayó en el juego bronco, fogoso y directo de los bilbainos lo que no le vino bien. Pelotazos, balones al aire, velocidad gratuita,... Mucha culpa de ello la tuvo la pareja de mediocentros, especialmente Raúl García, que olvidó su papel de centrocampista para meterse demasiado atrás entre los centrales. El navarro ha empezado bien la temporada a base de no intentar hacer lo que no sabe, conocer sus limitaciones y jugar con sencillez e inteligencia pero a veces eso no vale. Le falta talento para tomar las riendas del partido, bajar el balón y hacerlo circular. Entonces empecé a echar de menos a Tiago sin saber bien porque no había salido pero luego tuve oportunidad de comprobarlo.

La segunda parte comenzó de la misma forma pero mientras la primera había sido un partido fuerte, juego al límite pero sano y noble en la segunda los de Caparrós metieron otra marcha más en su particular forma de entender el fútbol y se fueron al límite de la legalidad. Detesto con todas mis fuerzas los equipos que se dedican a destruir el juego a base de patadas y Caparrós en un genuino representante de esa escuela. Alguno no verá demasiada diferencia entre lo que pasó en la primera parte y en la segunda. Yo si. Cada vez que los colchoneros robaban e intentaban armar el contrataque recibían una tarascada del primero que pasase por allí. Admiro mucho la filosofía del Athletic, su pasión y su forma de entender el fútbol pero esto no. Me parece insultante que encima se quejen de un arbitraje que ha sido excesivamente condescendiente con la violencia de los leones. De hecho no pasó mucho en el campo hasta que una entrada criminal de un tal Gurpegi le partía la rodilla al Kun Agüero. A esta hora no se sabe lo que tiene el argentino pero lo mínimo que le pueda pasar ya es gravé. No es que la entrada sea al borde del penalty (personalmente creo que no es) o que sea el último jugador o no (tengo mis dudas) es que la entrada es de expulsión directa ocurra donde ocurra. Tanto Cristiano Ronaldo y tanta monserga para que luego pasen sin pena ni gloria ejercicios de violencia como este que deberían dejar al tal Gurpegi en el dique seco unas cuantas semanas. Lamentable.

Y así siguió el partido, entre patadas, pelotazos verticales a Llorente y la sólida e infranqueable defensa del Atleti. Así hasta que otro buen contrataque de los madrileños acabó en Diego Costa (había salido por el Kun y aunque ha hecho cosas interesantes no me termina de convencer) que dobla el balón a Forlán y este a Simao que entra por la derecha. El portugués controla mal y remata muy escorado parando el portero el balón pero sin poder atajarlo lo que aprovecha Tiago (que acababa de salir por Reyes) para marcar de cabeza llegando desde atrás. 0-2 y partido encarrilado.

Decía antes lo de Tiago porque en estos minutos finales salió y se vio que el portugués no está todavía en forma. Lento, fallón y con errores tácticos que precisamente es un de sus mejores virtudes. El gol de Llorente llegó con una subida de Perea (muy bien todo el partido jugando de lateral) que le pilla en campo contrario y no puede acabar la presión. Tiago no cierra bien la subida del colombiano y por ahí entra el Bilbao desbordando con pasmosa claridad a Tiago y metiendo el balón letal en el área en el único fallo defensivo de los madrileños. Quedaban diez minutos que fueron de angustia pero que no impidieron que se hiciese justicia.

Por primera vez en muchos años este equipo supura seriedad y confianza. La plantillas es corta y los siguientes compromisos muy complicados con lo que es aventurado soñar con purpurina pero si logramos salir indemnes del próximo mes creo que viviremos tranquilos y esperanzados lo que queda de temporada. El tiempo dirá pero después de mucho tiempo estoy deseando que ocurra.

1 comment

Asun Gómez 12 sept 2010, 19:15:00

Excelente crónica, coincido absolutamente con tu punto de vista. Creo que la esencia del partido está perfectamente resumida en el primer párrafo: con sus más y sus menos, el equipo ha recuperado la personalidad y el carácter, y eso es lo verdaderamente importante. Se puede ganar o no, pero jugando así, los atléticos siempre estaremos orgullosos de nuestro equipo.

Y ahora, a reconquistar Europa.