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¡Un abrazo!

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Planificación


Hace dos días que ha terminado el último partido de la temporada 2010/11 para el Atlético de Madrid (aunque ni siquiera ha concluido oficialmente la temporada) pero la temporada 2011/12 ya es un desastre. El brutal descontento provocado por la desilusionante, penosa, aburrida, cruel y en definitiva lamentable temporada del equipo se había diluido con una serie de enigmáticas (en este equipo todo tiene que ser enigmático) y esperanzadoras promesas que perfilaban los pilares del nuevo proyecto: retirada de mercenarios y llegada de profesionales de pasado colchonero, modificación de la estructura deportiva, modificación la estructura interna, creación de elementos engrasadores entre directiva, vestuario, prensa y afición así como una apuesta por los escasos pero muy significativos valores deportivos del equipo. Pues bien, en apenas 48h todo se ha ido a la mierda.

Ayer lunes 23 de Mayo Toni Muñoz, el que iba a ser el director deportivo del nuevo proyecto, decidió no subirse a este infectado barco a la deriva. ¿Razones? Tiene miles de ellas pero sinceramente las oficiales me resultan peregrinas así que probablemente nunca las sabremos. Toni trajo al Kun Agüero y Toni dijo que dimitía si el equipo no entraba en UEFA y dimitió (cosa que en este país no hace nadie). Puestos a apostar por alguien no me importaba apostar por uno con estas premisas. Especialmente comparándolo con el actual ave de rapiña que tenemos como inquilino.

La pieza clave que sería el engranaje entre cuerpo técnico, directiva, jugadores y prensa iba a ser Kiko. No se me ocurre mejor persona para el cargo. Aunque a priori parecía un cargo vacío personalmente me parecía un gran acierto. No entendía sin embargo que alguien como el señor Narváez se prestase a ser el parapeto de un par de siniestros delincuentes pero el mundo del fútbol es harto complicado. En cualquier caso da igual este debate porque Kiko también rechazó la oferta alegando razones personales. De nuevo las razones oficiales resultan peregrinas y todo apunta a que en el fondo hay pus e infección. Dicen que Kiko se huele la tostada, dicen que a Cerezo no le gusta la idea, dicen que le sentó muy mal al propio Kiko la filtración que apareció hace unas semanas. Dicen que la filtración salió de la boca tóxica de ese inútil tóxico llamado Pitarch. El caradura de los viajes a Sudamérica ha continuado haciendo su labor destructora hasta el último día el muy desgraciado.

Pero por encima de todo ayer fue el día en el que el señor Agüero colgó un comunicado en su web (que dudo escribiese personalmente) explicando su deseo de abandonar el club con el que tiene contrato. Mi club. Sé que el tsunami Agüero despierta muchos comentarios y crea muchas interpretaciones e incluso simpatías para los atléticos pero creo que la mayoría de las cuales van cargadas de un perfume que se queda pegando en Agüero pero que no le pertenece. Conviene matizarlo.

La salida de Sergio Agüero tiene, sin lugar a dudas, un único culpable principal que se llama MA Gil. El señor Calamidad es el máximo responsable (sin entrar en temas judiciales) de una política errática y descabezada que ha transformado el tercer club en importancia de España en una mediocridad incrustada en la mediocridad del fútbol nacional. Ha cambiado los pilares de esta casa, orgullo y dignidad, por los elementos más zafios de la economía de supervivencia desnaturalizando en el camino la esencia de un equipo que sin sus pilares fundacionales no es más que una estúpida broma pesada. Durante décadas, respondiendo o no a un plan orquestado, ha improvisado una dirección deportiva humillante que apoyada en los intermediarios de cámara únicamente se preocupaba de que constantemente hubiese flujos de dinero y jugadores sin que estos respondiesen a ningún plan deportivo de futuro o de presente. Es el responsable, por apoyo directo y omisión consciente, de crear una imagen vejatoria para un club que podría estar acostumbrado a sentirse perseguido pero no a aceptarlo humillado. Es culpable de colaboración en esa campaña de desprestigio que durante más de una década se ha venido llevando desde los medios de comunicación que con una mano acariciaban el lomo del veterinario y con la otra echaban hierro incandescente en el patrimonio sagrado del Atlético de Madrid. MA Gil es el culpable de transforma un equipo genuino en una suerte de “más de lo mismo” cuya máxima aspiración es aspirar a ocupar la última plaza que da acceso a la Liga de Campeones vendiendo encima la cantinela de que eso es un gran éxito. MA Gil es el culpable de bajar la clausula de rescisión a todos los que valen algo, de no cumplir una sola promesa que hace y de engañar a todo el que se pone delante. MA Gil es culpable de asesinar al Atlético de Madrid. Por dentro y por fuera.

Ahora bien, no seré yo quien haga un mártir del señor Agüero. Agüero no sé lo que piensa pero sé lo que dice y con eso me quedo. No dice que aquí no puede crecer como futbolista (o lo que sea que quiera hacer en otro equipo) porque un par de indeseables lo impiden y no dice que se va desesperado y convencido de que esto es un desastre sin solución. No dice que se va porque está harto de que llenen el equipo de mediocres y porque está harto de jugar en un equipo que aspira a la cuarta plaza. Agüero no dice que quiere al equipo tanto que no puede quedarse viendo como lo asesinan. Agüero no dice nada de eso. Acepta las reglas de las prensa. Utiliza ese humillante argumento de que alguien que se va del Atleti no tiene que dar explicaciones porque es lo “lógico”.

¿Profesional? Ojo con eso. Agüero había alcanzado ya una categoría por encima de la profesionalidad en este equipo siendo capitán, estandarte y referencia del Atleti. Como profesional hubiese entendido que renunciase a todos esos “extras” en previsión de la oferta mejor que llegaría algún día pero no lo hizo. No me vale usar el sentimiento de estúpidos como yo para que luego me digan que ese sentimiento no existe en el fútbol profesional. Si haces eso estás jugando conmigo.

No tengo nada que reprochar al Sergio Agüero jugador de fútbol sino más bien todo lo contrario. Sólo puedo tener agradecimiento por los años en los que ha estado dándolo todo por mi club y por tantos buenos ratos que me ha hecho pasar. Eso si, como profesional, no como Atlético. Como Atlético (que no lo es y probablemente nunca lo ha sido) me ha decepcionado profundamente.

Cuando yo era pequeño los jugadores que abandonaban voluntariamente el Atleti pasaban a engrosar las filas del enemigo. No veo por qué tendría que ser diferente ahora. Especialmente cuando todo lo que tiene que decir el protagonista al respecto es lo que él mismo ha colgado en su web. Personalmente le deseo al señor Agüero lo mismo que a todos los que un día se fueron voluntariamente del Atleti dando lo misma explicación.

Inútil fin de fiesta (RCD Mallorca 2 - At. Madrid 4)



“La verdad siempre permanece al final, cuando ya se ha ido todo el mundo” (Julio Cerón)

Cuando todavía es verano y sortean el calendario de la liga por venir, uno siempre es tan ingenuo de mirar el último partido con la ingenua esperanza de que el Atleti pudiera estar jugándose algo en ese momento. Desgraciadamente en la última década el equipo suele jugarse algo pero también suele ser o un premio menor, casi de pedrea, o directamente un disgusto. Hoy era el primero de los casos y el escenario era el feudo del Mallorca.

Intentaré hacerlo rápido. Primero porque no merece la pena dar mayor valor a algo que no lo tiene y después porque el grado de intensidad con el que he seguido el partido ha sido realmente bajo estando distraído como estaba en otras cosas que se sucedían a la misma hora.

Y el caso es que el partido no ha estado mal y el Atleti tampoco. Frente a un Mallorca que salió en tromba pero tremendamente nervioso los colchoneros tuvieron un papel bastante inteligente al principio a lo cual lamentablemente no estamos acostumbrados. Sin perder la calma, sin dejarse llevar por la efervescencia del rival, tratando de que pasasen los primeros minutos sin grandes complicaciones el Atleti logró en pocos minutos asentarse y robar el balón. Primero para sacarlo en forma vertical hasta un Reyes que hoy jugaba de enganche y que acababa normalmente después en los pies de un Juanfran muy perfilado en su banda y bastante activo. Pero este Atleti sería un equipo del montón si no fuese por ese argentino que hoy tenía una cara rara y que juega en punta. Pasado los diez minutos Agüero cogió el balón en el área y fabricó la primera maravilla de la noche para inaugurar el marcador.

Mientras, el Mallorca se desesperaba el Atleti se crecía sobre todo por mediación de Tiago y Mario Suárez que tomaban el centro del campo y gracias a que tenían el balón. Reyes por su parte se convertía en ese jugador que esta plantilla no tiene y con el que Quique no ha querido jugar en toda la temporada. Así, con placidez y poderío llegaba el segundo gol en los pies de un Juanfran que volvía esta noche a meter más dudas en la afición a la hora de entender por qué Quique lo dejaba siempre en el banquillo.

El partido pintaba bien en el césped según pasaban los minutos y el rival se enfangaba en sus propios nervios pero fuera de la capital balear las cosas se torcían al saberse que Sevilla y Athletic ponían dos goles de por medio en sus respectivos partidos. Los minutos pasaban ya en la segunda parte y el cuadro permanecía igual dentro y fuera del campo así que cuando el Kun hizo el tercero tras un gran pase entre líneas de Reyes daba la sensación de que era mejor poner los ojos en los equipos que se estaban jugando el descenso que en otra cosa.

No fue así, porque pasaron varias cosas, pero como si lo hubiese sido. Los rivales por la Europa League recibieron goles y el Atleti también. Una cierta relajación unida al comprensible ataque de raza de los mallorquines hicieron que el rival recortara distancias significativamente con dos goles de Webo y De Guzmán en apenas diez minutos pero se olvidaban de que por allí estaba el de siempre. El último gol del partido, el último gol de Agüero en la liga y quien sabe si el último gol del Kun con esa camiseta es una auténtica obra de arte. Tanto la picada con la que regatea al portero como el posterior toque casi en la línea de fondo que besa la red. Pero Agüero parecía raro esta noche. Serio y sin celebrar los goles llevaba un traje que no conocemos los que llevamos disfrutando de su juego todos estos años. Malos presagios para uno de los pocos nichos de fútbol que nos quedan en este club. Malos presagios que espero que nunca se confirmen.

El Atleti finaliza una temporada mediocre que ya analizaremos y lo hace entrando en la Europa de los pobre y encima por la puerta de atrás que supone disputar la previa en el mes de Julio. La parte buena de todo esto es que será imposible esa nefasta gira asiática que el pesetero corrupto de MA Gil tenía en mente.

Bye, bye Atleti 2010/2011


PD. Desde aquí un abrazo enorme a mis amigos coruñeses. Lamento mucho ese descenso por ellos. Un abrazo y a volver cuanto antes.

PDD. Por otro lado: ¡¡¡Vámonos rayito, rayito, rayito...!!

La otra liga (R. Zaragoza 0 - At. Madrid 1)




Tras una semana llena de noticias, anuncios, respuestas y sobre todo emociones para los llevamos el Atlético de Madrid en la sangre, se presentaba en el césped no sólo la contundente certeza del lugar dónde hoy por hoy se encuentra este histórico equipo sino la rotunda realidad de que de haber perdido esta noche nuestro equipo el fantasma de la segunda se hubiese vuelto a presentar de forma presente. Era momento de olvidarse de otras cuestiones bastante más importantes que tres puntos pero bastante menos concretas y trascendentes, para apoyar el escudo de nuestros amores. Todo lo contrario de lo que mucho cretino teledirigido pueda pensar.

Llegados a este punto eso si el Atleti juega otra liga. La liga de la mediocridad, la de luchar en tierra de nadie por conseguir el éxito de no tener que pasar apuros. La liga en la que suelen moverse los entrenadores que vienen a sentarse en el banquillo del Calderón y al lugar por el que tienen querencia. En esa tesitura los madrileños, despojados de supuestos objetivos marcianos que ya nadie se cree, saltaron al campo con carácter dominador, colocados, sin presentar una alienación demasiado extravagante y tratando de tener el balón, algo que hizo que se me saltaran las lágrimas. Bien es verdad que una vez repuesto tomé conciencia de que enfrente estaba un equipo entrenado por Aguirre, que es algo aso como el rey de los entrenadores ladrillo. Ciertamente tiene menos mérito hacer algo así contra Aguirre (no se puede ser más Bartolo que el propio Bartolo) pero algo es algo.

El Atleti tocaba, no paraba apuros en defensa, el balón estaba en campo contrario, Reyes y Koke (buen partido del canterano) reforzaban el centro dejando la banda cada vez que tenían ocasión y el Kun haciendo del el Kun. Lamentablemente Forlán también se dedicó a hacer de Forlán Contemporáneo y apenas se le vio con el balón. Los colchoneros tuvieron varias ocasiones tímidas a lo largo de los 45 minutos pero fue en las postrimerías del descanso cuando llegaron las ocasiones más claras. Especialmente una gran jugada vertical con una soberbia pared de Koke en la frontal del área que Agüero desperdicia en el último momento por no estar más rápido en el remate. La jugada posterior de saque de esquina de nuevo es una clarísima ocasión con remate de Tiago que los aragoneses sacan en la misma línea de gol. Con la que está cayendo, buena primera parte del Atleti.

La segunda fue otra cosa. Un cambio táctico de Aguirre en el descanso ponía un Zaragoza más dinámico y ambicioso sobre el césped y sin llegar al área ni crear verdadero peligro el Zaragoza se hizo con el control del partido. El Atleti y su mítico centro del campo desapareció y las buenas sensaciones de la línea de tres cuartos con Koke y Reyes desaparecieron a la vez que el equipo perdía el balón. Los aragoneses crecían y el partido se enfriaba pero llegado el minuto 20 ocurrió la clave del partido, una clave que demuestra en una jugada muchas cosas: el corazón del jugadores del Atleti, la calidad del Kun y el factor suerte en el mundo del fútbol. Corazón porque un balón muerto en el área pequeña atlética sirve de muestra para ver como los jugadores zaragozanos entraban al balón como alimañas desesperaban mientras que los colchoneros se agarraban al factor pusilánime sin acertar a despejar el balón. El balón podía haberse colado en nuestra portería y hubiese sido el enésimo error de la defensa. Por el contrario, casi por casualidad, el balón acabó tras un rápido contrataque en los pies del Kun para que el argentino demostrase al mundo lo gran jugador que es. En apenas diez metros Agüero se va de su rival, se escora, gana hueco y mete gol. No creo que existan jugadores en el mundo mejor al Kun en esos 10m. Un minuto antes el Atleti podía ir perdiendo. Un minuto después el Atleti mandaba en el marcador. Un golpe de suerte hizo que ocurriese una cosa y no la otra.

Con el marcador por encima y un Zaragoza perdido en el campo las cosas pintaban bien para un conjunto colchonero que en contra de lo que ocurre tradicionalmente no renegó del baló e incluso a su manera continuó dominando el partido. El problema es que no consiguió matarlo a pesar de las múltiples ocasiones que tuvo, todas de ellas por contrataques bien tirados pero muy mal definidos. Los cambios de Quique sacando a Elias y Diego Costa terminaron de estropear el asunto dando pie a la postrera reacción de los maños que acabando el partido remataron dos veces seguidas al larguero ante el impasible estupor de De Gea.

Tres puntos importantísimos para huir de la zona peligrosa de la clasificación y perdernos en la mediocridad de la zona media. Espero conseguir la tranquilidad que espante el fantasma de la segunda definitivamente para así poder concentrarnos en cosas más interesantes.

I want to believe



Estamos a miércoles y no ha pasado nada. Bueno si, la charlotada de la renovación del Kun y la repugnante peregrinación por los estudios radiofónicos del régimen. Hemos llegado a un punto en el que todo apesta. Todo. Dan ganas de cortar el cordón umbilical para siempre (y espérate tú).

Lo del Kun es lamentable. Tiene toda la pinta de que está vendido pero, llamarme ingenuo, me cuesta creer que el destino sea el Real Madrid (aunque sinceramente, a estas alturas ya me la suda). Es una de las pocas cosas que todavía podría encender a una masa social resignada y eso siempre asusta. O lo mismo ni así es capaz de despertar.

En el plano deportivo van a ser cuatro meses de pesadilla constante que lo mismo nos hace coquetear con posiciones nada tranquilas. En lo periodístico van a ser cuatro meses soportando todos los días los rumores sobre ventas de Agüero, De Gea y hasta de las flores del córner del fondo sur (ósea, como siempre pero sin el parapeto de lo que pueda hacer de vez en cuando el equipo en el campo que ya es inútil). En el micromundo de internet seguiremos dándonos de ostias por encontrar una definición exacta para “aficionado colchonero”, porque el color de las bufandas de protesta debería ser “amarillo huevo” en lugar de “amarillo oro”, porque como no somos muchos yo no me muevo o porque es más fácil criticar a alguien que escribe en internet a la una de la mañana, que es cuando tiene un ratito, que hacerlo contra un delincuente, así reconocido por la justicia, que lleva 24 años viviendo del cuento.

Eso sí, los esperanzadores cantos de sirena de la atalaya minoritaria de Punto Radio, esos que se repiten cíclicamente y que sólo sirven para que algunos ingenuos salivemos un ratito y luego tengamos que tragarnos otra vez las babas, de nuevo se esfuman en el éter como si nunca hubiesen pasado. ¿Quién está pidiendo aumentar la presión? ¿Quién? Mala pinta tiene una solución que no quiere dar la cara hasta que huela a cadáver. Lo mismo para entonces el cadáver soy yo.

Necesito creer en algo de forma urgente. No lo soporto más.

Una cuestión de fondo (Hércules 4 - At. Madrid 1)





Ayer el Real Madrid y el Villarreal se enfrentaban en un entretenido partido de fútbol (porque el fútbol puede ser entretenido aunque cueste creerlo como seguidor colchonero) poniendo sobre el campo dos formas de entender el fútbol. Los castellonenses queriendo el balón para tenerlo, tocarlo y tener la paciencia para elaborar la jugada. Los blancos queriendo también el balón pero para salir en velocidad con el, sumando efectivos sin especulaciones ni demasiado desarrollo horizontal. De distintas maneras los dos querían el balón, querían dominar, querían jugar al fútbol, eran valientes y querían ganar. El Atlético de Madrid de hoy, al igual que el de ayer y que el de casi siempre en los últimos diez años, no quería el balón, no quería dominar, no quería jugar al fútbol, era cobarde y su principal objetivo era no recibir gol. ¿Alguien nota la diferencia? Existen algunos iluminados que sin sonrojarse dicen todavía que salvo el Barça el resto de equipos de la liga española juegan igual. Evidentemente los árboles no dejan ver el bosque o lo que es lo mismo te puedes pasar la vida señalando con el dedo al sol que algunos iluminados seguirán mirándote siempre al dedo.

A los cinco minutos de partido ya se podía ver cual era la propuesta futbolística (y perdón por la expresión) del Atlético Especulación dirigido por Quique: 9 o diez jugadores detrás del balón, desprecio absoluto del balón y pelotazos verticales cada vez que por casualidad aparecía la pelota en los pies de algún jugador colchonero. La idea de ganar un partido de fútbol para este club consiste en defender desde el principio con uñas y dientes contra cualquiera (hoy el Hércules, un equipo de presupuesto infinitamente inferior) y esperar un fallo del rival o un ataque de talento de las pocas estrellas que van quedando (hoy Kun y Reyes). Nada de crear, nada de querer, nada de llevar la iniciativa. Un insulto al fútbol. El mismo insulto que llevamos una década soportando y que algún iluminado todavía justifica con ignorancia en un equivocado concepto del histórico contrataque colchonero. Enfrente un modesto equipo bien colocado, con ambición que quería tener el balón, llevarlo a campo contrario y que tenía claro que la mejor forma de ganar el partido es si tú lo provocas. Una bocanada de aire fresco en un mundo del fútbol podrido. Una forma preciosa de respetar este magnífico y precioso deporte. Hoy hubo justicia y el valiente pasó por encima al cobarde.

A los diez minutos, tras jugar constantemente en las inmediaciones del área madrileña, se produce una indecisión entre Filipe Luis y Domínguez que aprovecha Tote para meter la pierna y colar el balón por el lado que De Gea debería tener siempre protegido. Quique culpará a los defensas de la debacle colchonera (como siempre) pero hay que ser muy cazurro para seguirse tragando la trola de los fallos defensivos como justificación de la vergüenza futbolística que es este Atlético de Madrid. Si el Atleti normalmente es un equipo siempre a merced del contrario cuando está con un gol en contra, gracias a las directrices del banquillo que han diseñado este equipo, directamente es una broma. Incapaz de saber que hacer con el balón cuando no les queda más remedio que hacerlo parecen algo que bordea el ridículo. Pero es qe encima hoy tenía enfrente al Hercules, que no es el Barça pero que es un equipo que ha querido seguir con el balón por delante en el marcador y que ante la pájara atlética ha seguido jugando al fútbol con criterio hasta clavar el segundo con un golazo de Valdez desde la frontal del área. El mismo guión se ha repetido toda la primera parte: El Atleti corriendo detrás del balón o dándole pelotazos y el Hércules, relajando los riesgos, controlando el partido. Con ese caldo de cultivo llegaron el tercero (Thormet de cabeza enfrente de Godin) y el cuarto (Trezeguet desde la frontal de preciosa jugada). Humillante y merecido correctivo a un equipo no tiene ningún reparo en humillarse a si mismo domingo tras domingo con su humillante forma de saltar al campo.

En la segunda parte el equipo salió en tromba (ya sabemos que esto de la épica le encanta a los entrenadores del corte Quique Sánchez Flores) y gracias a un voluntarioso Agüero se tuvieron en seguida un par de ocasiones que Fran Merida manda a las nubes y el propio Kun al poste de falta directa. Poste que respondieron los alicantinos con otro tras claro contrataque. El partido se transformó enseguida en un correcalles provocado por la desazón colchonera que enfrentaba los intentos alocados y desesperados de sobre todo un Kun Agüero herido en el orgullo frente a los contrataques relajados de los alicantinos. La huida desesperada sólo sirvió para agotar al Kun y a Reyes (muy inteligente otra vez Quique vaciando sin sentido a sus dos únicas posibilidades de hacer algo el jueves) y para ver en las postrimerías del partido un gol de Reyes típico de pachanga veraniega.

Llevamos diez años jugando a defender, a despreciar el balón, al doble pivote de tarugos, a esperar el fallo y a jugar en función del contrario. Llevamos diez años también haciendo el ridículo. Que los resultadistas hagan sus cuentas. Ningún equipo de presupuesto parecido tiene una propuesta futbolística tan cobarde y humillante ni un proyecto deportivo tan sumamente patético. Así es difícil hasta soñar. No es cuestión de fichar mañana al entrenador del Hércules o al del Villarreal. Es una cuestión de concepto. Una cuestión de fondo.

El Kun quita el frío (At. Madrid 3 - Rosenborg 0 )



Después de las muchas tardes y noches de sopor que he tenido que tragarme en el Vicente Calderón durante la última década uno, que ya no es un púber de virginal optimismo, se ha ido haciendo un experto en dos nuevas ramas de entre las que componen las ciencias de la vida. La primera es la de soportar con integridad y dignidad el aburrimiento extremo hasta conseguir ver algo de belleza través de la espesura. La segunda es la de especializarse hasta distinguir con cierta claridad entre distintos tipos de aburrimiento. El que vimos frente al Rosenborg es sin duda mi favorito y si por esas cosas de la vida en el mundo globalizado, las televisiones de pago y el fútbol comercial ya se ha decidido que tenemos que hacer del aburrimiento nuestra bandera, bandera que tenemos que ondear además orgullosos, convencidos y luciendo una enorme sonrisa profiden, pues por lo menos que sea como el de este partido.

Lo digo porque es siempre (a pesar de lo que diga y escriba algún que otro visionario e iluminado del fútbol de esos que creen ser los únicos que conoce las reglas de este deporte) es siempre mucho más agradable ver a tu equipo con la pelota que sin ella. El Atleti de la noche del Rosenborg fue un Atleti inédito en la competición europea ya que fue la primera vez desde que comenzó que el equipo salió desde el primer minuto a dominar el partido, a dominar el balón, a cercar al equipo contrario, a poner intensidad en el campo y a dotar de velocidad al juego. La cosas luego pueden salir o no pero el Atleti que se enfrentó al Rosenborg salió a todo eso a diferencia del Atleti que se había enfrentado al Aris o al Bayer.

Los prometedores primeros minutos siguieron ese guión pero el resultado no consiguió ser el esperado por varias razones. La primera es que el rival también juega y los noruegos habían plantado en el campo un “valiente” cerrojazo que acumulaba hombres en torno a su área que si bien no ejercían una presión asfixiante si que estaban bien colocados impidiendo la fluidez del juego. El Atleti sin embargo trataba de mover el balón sin especulaciones y con velocidad lo cual es una grata noticia pero las ocasiones no llegaban. ¿Por qué? Cada uno tendrá su teoría pero la mía es que cuando el centro del campo no funciona en la distribución imaginativa de balón (y sigue sin funcionar porque Tiago está bajo de forma y su presencia es demasiado intermitente) el equipo es demasiado plano en el ataque. Plano y previsible. Correcto en todas sus facetas pero mediocre y previsible en la ejecución lo que facilita la vida al rival. El Atleti de los últimos años sólo conseguía salir del terreno común de la mediocridad cuando sus “cuatro de arriba” tiraban de talento pero últimamente el talento parece apagado en esa zona. Simao no está desde hace tantos meses que ni me acuerdo. Cumple disciplinadamente en defensa (eso le salva para seguir de titular) y todo el mundo sabe que puede meter cualquier tiro directo en cualquier momento pero me parece un aporte muy escaso para uno de los jugadores con la ficha más alta de la plantilla. Simao es una versión mala del mejor Simao pero gracias a la “magnífica” dirección deportiva que tenemos aun así es titular indiscutible. Agüero estaba en el banquillo (Quique sabra) y Forlán, como acostumbra últimamente, como si no estuviese en el campo.

Lo del uruguayo huele especialmente mal. Hay quien dice que simplemente es un bajo estado de forma provocado por la sobreexposición y el esfuerzo. Ojalá sea eso y no tenga nada que ver con el estado anímico de un jugador, que como el mismo ha reconocido, no suele apelar a razones de orgullo o corazón para mover sus piernas. Me preocupa que un jugador que se declara ultraprofesional tenga problemas profesionales. No lo sé, pero la realidad es que el aporte de Forlán es nulo, la actitud lamentable y el resultado peor. Uno que ha visto en ese mismo estadio la mejor versión de Forlán (un jugador espectacular) no puede por menos que lamentar la situación y rezar para que cambie. El único que en la plantilla (con Agüero en el banco, claro) que es capaz ahora mismo de salir del país de la mediocridad es Jose Antonio Reyes y aunque el de utrera tiene calidad de sobra para ello es demasiada poca pólvora para que sea efectivo. El resto, hoy por hoy es demasiado previsible.

Aun así, el partido estaba completamente dominado y aunque la brillantez no aparecía por ningún lado la solidez de un equipo bien trabajado con actitud y valentía (¿dónde hay que firmar para tener esta fórmula todos los partidos?) era suficiente para controlar el partido. El gol podría haber llegado de cualquier manera (lo más normal es que hubiese venido en alguno de los miles de desmarques que tira Diego Costa a lo largo del partido) pero llegó tras un gran pase lateral de Reyes en una segunda jugada a balón parado que Godin remató con maestría a la red. Gran partido por cierto del otro uruguayo demostrando cada vez que juega el gran fichaje que ha sido. Bueno en su función defensiva lo mejor es el espíritu que transmite y contagia a sus compañeros en la zaga. Me gusta.

El segundo gol no llegaba pero el partido siguió controlado tras adelantarnos en el marcador y sólo en los últimos minutos se vio algo al Rosenborg (decepcionante el equipo noruego) más gracias a la falta de concentración local que por empuje del rival. Lo bueno es que así pudimos ver por primera vez al canterano Joel que hasta entonces había permanecido inédito. El canterano estuvo correcto aunque apenas tuvo trabajo. Tan sólo ciertas dudas a la hora de salir de la portería y en las salidas por alto (los problemas típicos de los porteros) pusieron alguna duda a su actuación.

La segunda parte fue exactamente igual pero más aburrida todavía… hasta que saltó al campo el Kun Agüero. El argentino es de esos actores que cambian la película con su mera presencia. Lleva la palabra peligro escrita en su frente y la palabra calidad en sus botas. Es de esos jugadores que hace mejor jugador a quien tiene al lado. Puede que sea anecdótico pero apenas segundos después de saltar al campo el equipo parecía tener más alegría. Algunos minutos después ya íbamos ganando 2-0 gracias a un gol del propio Kun (tras genial pase de Reyes). Desde ese momento hasta el final el partido ya si que fue una fiesta (fría y desanjelada, esos si, al estilo noruego). El flojísimo Rosenborg trató de hacer algo más que venir de visita a Madrid pero eso sirvió para que el Atleti desplegase un contrataque magistral. Joel saca el balón con la mano y pone el balón en el centro del campo en los pies de Reyes (para estas cosas sirven los entrenamientos de porteros). El sevillano lanza el balón en largo al Kun y éste fabrica una pared de fantasía que pasa el balón por encima de la defensa noruega para que Diego Costa remate de cabeza a la red. Golazo.

3-0 que encarrila algo una competición que tenía muy mala pinta y que sigue sin estar encarrilada. Lo bueno es que la situación obliga a ganar en Trodheim y Leverkusen lo que por lógica debería hacer que el equipo saliese también a ganar fuera de su estadio. Ojalá Quique piense igual.


9 Meses (At. Madrid 4 - Sporting 0)



At. Madrid 4 – Sp. Gijón 0

Hace menos de 9 meses, cuando estábamos intentando en las navidades del 2010 pasar con champán el seco nudo en la garganta provocado por nuestro equipo, el Atleti era un equipo desahuciado, echado a patadas de la Champions League tras hacer un ridículo espantoso, con un entrenador echado, en posiciones cercanas al descenso en la liga pero lo que es más importante, sin esquema, sin discurso, sin espíritu, sin fuerza, sin juego y sin corazón. 9 meses después el Atleti es campeón de la Europa League, finalista de la copa del rey, campeón de la supercopa de Europa y comienza la liga 2010/2011 con un soberbio golpe en la mesa que le hace situarse al frente de la clasificación. El fútbol es volátil, extraño, difícilmente predecible y entran a jugar un papel estelar un montón de factores incontrolables como la suerte, los árbitros, las lesiones, el estado anímico de un puñado de jóvenes malcriados además de otro buen puñado de cosas que no vemos. Es difícil saber qué es lo que ha pasado en este Atleti para pasar del cero al infinito, del infierno al cielo. El único dato real y tangible al que nos podemos agarrar, lo único verdaderamente objetivo que es diferente en todo este tiempo es el tipo que se sienta en el banquillo. Un entrenador que arrastraba un pasado blancuzco que estúpidamente le hacía generar dudas entras las cabezas del Calderón pero que ha demostrado, por talento o por lo que sea, ser el principal culpable de esta resurrección. Un amigo mío decía ayer que la diferencia con los últimos años es que ahora tenemos un entrenador de fútbol. Puede que tenga razón.

El debut liguero del Atleti pareció ser diseñado por un guionista acostumbrado a la perfección sin fisuras y a los finales felices. No se puede hacer mejor. Si el ambiente en una grada llena de colchoneros ansiosos de fútbol y emoción era espectacular, el equipo tardo apenas unos segundos en poner a hervir la sangre de tanto y tanto atlético sonriente. Como si fuesen un equipo acostumbrado a ganar (que es lo que deberíamos ser) apenas nos recreamos en la preciosa supercopa que correteaba por el césped y en seguido nos pusimos a golear al Sporting. Con ese nuevo 4-4-2 en el que la defensa es una roca liderada por Godin, donde Perea se siente mucho más cómodo sin tener que ser protagonista con el balón y los laterales tienen libertad para subir, donde los medio centros juegan muy juntos y procurando ahora sacar la pelota a los de arriba rápido y sin complicaciones (fun-da-men-tal), con dos interiores que ya no viven en la banda y vienen constantemente a la zona de enganche (la clave) y los dos de arriba que a estas alturas no necesitan presentación, el Atlético de Madrid es una máquina. Una maquina robusta en defensa, efectiva en el centro del campo y mágica en los tres cuartos de arriba.

A los 20 minutos de partido los aficionados seguíamos con la sonrisa en la cara, más grande aun si cabe, asustados de lo que estábamos viendo. Un Atleti mandón y sólido que dominaba el partido y la pelota y que lo hacía jugando muy bien. Rápido, vertical, sin fallos,…. con talento. Jurado y Reyes se encargaban de la creación en una de las claves de este renacido Atleti. Si el utrerano muestra el tremendo hambre de éxito que tiene y está en un estado de forma de dulce, el gaditano fue a jugar su mejor partido como colchonero el día de su despedida. Abrió el marcador con un soberbio empalme desde fuera del área y completó un partido muy bueno. Creo que el fichaje del Shalke 04 era inevitable por las condiciones con las que viene envuelto pero no me gusta vender jugadores un día antes de cerrar el plazo de fichajes.

Este Atleti además tiene la suerte de cara. En el único momento del partido en el que los madrileños se relajaron un poco y los asturianos parecían estirarse apareció el de siempre, Forlán, para en vísperas del descanso decidió concretar en la puerta de gol una excelente jugada del mejor de la noche: el kun Agüero. Lo del argentino es escandaloso. Ayer volvió a completar un partido mágico y espectacular participando activamente en todos los goles. El único problema que le veo al bueno del kun es la preocupante falta de gol que tiene pero el día que esto se corrija estaremos hablando de un superclase que podrá mirar a cualquiera como mínimo de tú a tú.

La segunda parte fue una fiesta. El Sporting era un equipo vencido pero nunca derrotado y desde aquí quiero felicitar la labor de Preciado con este equipo que manejando un presupuesto mínimo es capaz de sobrevivir mediante un equipo valiente que nunca rifa el balón, que no da patadas y que no tiene por costumbre cerrarse atrás. Chapeau señor Preciado. Pero está claro que anoche era la noche del Atleti y el tercer gol lo resume perfectamente. Una jugada de tiralíneas trazada a toda velocidad hasta la línea de fondo en la que Ufjalusi (brutal también el estado de forma del checo) devuelve el balón a Forlán en el pase de la muerte para que el uruguayo comience la liga con doblete. Espectacular.

Y entonces fue cuando apareció el run-run en el estadio que decía que un gol más nos ponía de líderes y todos nos ilusionamos. Quique, con inteligencia, empezó a reservar hombres y tirar de fondo de armario y así pudimos ver algunos minutos de Mario Suarez y Diego Costa. Los cambios y el orgullo asturiano enfriaron el partido y parecía que el 3-0 sería el resultado final pero entonces apareció el redescubierto Simao que viniendo del banquillo salto para hacer un gran gol que ponía el cuatro en el marcador y nos llevaba a lo más alto de la tabla.

Quince días para reflexionar pero para ser felices. Quince días para ser del Atleti más que nunca. Que no se pare la fiesta.



Transplante de médula


En un breve periodo de tiempo de apenas unos días he tenido que asistir con cara de acelga a la misma pregunta por parte de un montón de gente diferente: “¿Qué? ¿Vendemos/vendéis al Kun?”. Amigos, enemigos, colchoneros, vikingos, señores que pasaban por ahí, jefes, porteros, porteras, tipos con criterio y sin el, sinvergüezas, despistados,... todos se ponen de acuerdo en la misma pregunta. Mientras todas las mañanas aparecen tres nuevos jugadores para el Madrid o el enésimo esputo paleto de Florentino “el intocable” en los recovecos de la fosa de las marianas, donde aparece la información del Atleti, encontramos siempre tres nuevas ofertas por nuestros cracks y el mensaje de austeridad tan acorde con los tiempos que corren.

Sin entrar a valorar (otra vez) los delictivos y mafiosos códigos por los que se rige la prensa deportiva y el efecto de erosión constante que esto produce en el escudo colchonero lo que más me duele de este ataque constante al corazón de mi equipo son esas voces subliminales que intentan justificar la venta de la referencia actual de la afición colchonera, el Kun Agüero, hasta el punto de plantearlo como una acción positiva. Es algo que entra en mi ser como gotas de limón en una herida en carne viva. Me parece un inmenso error desde el punto de vista deportivo pero también y sobre todo desde el punto de vista de club. Del Atlético de Madrid.

El fútbol “desgraciadamente” es un deporte de equipo y en los deportes de equipo, “desgraciadamente”, influyen muchas más cosas que la calidad individual de los personajes. No siempre las mejores plantillas ganan, ni son mejores los jugadores más caros. No siempre una trayectoria previa significa éxito asegurado y no siempre una ficha alta se corresponde con un juego que marque la diferencia. No es tan fácil. La plantilla del Atleti debe ser de las más caras de la liga y hemos quedado los novenos. La lista de fichajes carísimos que no se han comido un colín con esta camiseta (y otras) es inmensa y la cantidad de jugadores que lo eran todo y ahora no son nada también. Creo que no hace falta dar nombres. Agüero estuvo apunto de ser un fracaso el primer año. Forlán fracasó en el Manchester. Por muchos millones que te dejes (aunque los millones ayudan a reducir la incertidumbre, es cierto) el que un jugador encaje en el equipo y el club para rendir según lo esperado no deja de ser una apuesta más o menos arriesgada. Que se lo pregunten a kaká o Ibrahimovic. Barça y Madrid se pueden equivocar pero nosotros no. El Kun funciona. El éxito de un equipo es evidente que depende de otras cosas y esas “cosas” son especialmente importantes en equipos como el nuestro que ni tiene ni va a tener los mejores jugadores. Si preguntamos a 100 colchoneros que digan cual es la columna vertebral del equipo los 100 pondrán al Kun en esta terna de jugadores. En el resto puede que existan dudas y no se coincida pero el Kun es otra cosa. Los equipos se construyen alrededor de la columna vertebral y a estas alturas hasta un tipo tan inteligente como Petón estará de acuerdo en que no se puede estar haciendo una trasplante de médula espinal todos los años. Por eso el 90% de la plantilla del Atleti es potencialmente material de especulación para lograr un equipo más compensado. El Kun no.

Pero mucho más sangrante es el tema de la identidad. Dentro de la inmensa particularidad de este equipo (particularidad que algunos desprecian, unos obvian y otros desconocen) el Atleti es un equipo no sólo ninguneado o agredido por la prensa y el imperio mediático nacional sino que de forma incomprensible es también sistemáticamente despreciado por la prensa y las instituciones locales. A pesar del inmenso número de seguidores colchoneros (cuyo grueso se encuentra en la capital y alrededores) y del potencial consumidor o de movilización que tiene (lo acabamos de ver al volver de Hamburgo) las instituciones y prensa local no sólo viven de espaldas al Atlético de Madrid sino que lo desprecian, lo ignoran y lo esconden. Súmenle dirigentes oscuros, inútiles dirigiendo los designios deportivos del club u otras desgracias y notarán objetivamente lo sumamente difícil que es ser aficionado al Atleti hoy por hoy. Aun así somos el tercer club en casi todo por mucho que algún henchido garrulo de abrillantada tonsura y repugnantes modos rupestres ladre estupideces que lo ponen en duda.

Por eso la afición del Atleti necesita más que nadie rasgos identitarios a los que agarrarse. Imágenes, conceptos, ideas, sensaciones,... cosas que justifiquen nuestra idiosincrasia. Fernando Torres mantuvo el orgullo y la esencia de este escudo en los peores años del club en toda su historia. No quiero ni pensar lo que hubiese ocurrido de no haber estado el de Fuenlabrada. Con su venta no se ganaban 40 millones de euros sino que se perdían los únicos pilares sanos que quedaban en el Atlético de Madrid. Seguimos de hecho ligeramente huérfanos de referencias y muchos niños colchoneros van con la camiseta del Liverpool o de la selección española. A Fernando Torres te lo tienen que robar con malas artes, poniéndolo difícil y peleando su marcha pero jamás puedes proponer su venta y alegrarte porque entonces nada tiene sentido. No tiene sentido que el Calderón esté lleno de camisetas del Liverpool y no tiene sentido que la supuesta esencia verdadera del Atleti esté viviendo en Inglaterra (espero que no se mude a localidades más cercanas) metiendo goles en contra. Puede que alguna vez fuese la verdadera esencia (yo creo que si) pero ya no lo es. No debería serlo.

Sergio Agüero, por muchas razones, es una versión infinitamente reducida de lo que significó Torres pero me temo que es lo más parecido que tenemos hoy por hoy a algo que se parezca a un símbolo. No un crack sino nuestro crack. Nuestro y sólo nuestro. Por eso su salida no sólo dejaría un hueco difícil de llenar en la delantera sino una carencia mucho más complicada de suplir (al tiempo) y sobre todo la peligrosa sensación de equipo mediocre y previsible que dejaría. El Atleti, por sus características, puede sobrevivir a cualquier cosa menos a la vulgaridad y la mediocridad. Los equipos grandes no venden a sus estrellas y en todo caso se las roban o se las extirpan.

Aunque ahora que lo pienso, ¿qué le importa todo esto a los “dueños” del club?

Seamos lo que somos






"Si Gattuso es una referencia, yo soy un cura"

La precisa frase no es mía sino que viene directamente del talento de un Luis Aragonés que de forma improvisada la soltó a un avispado periodista después de una rueda de prensa. La dijo por coherencia de su propia filosofía que es la filosofía que ha practicado toda su vida, esa que clava a fuego sus cimientos en la solidez de la personalidad propia y en morir con sus ideas. Lo dijo porque hay que ser muy peregrino para afirmar lo contrario como entonces muchos afirmaban. Lo dijo porque Luis Aragonés cree fundamentalmente en Luis Aragonés.

Luis Aragonés fue quien devolvió al fútbol español la gloria de la que ahora presume ese gran amigo de todo el mundo que se llama Del Bosque y lo hizo agarrándose a la idea de buscar la verdad en su propia casa olvidándose de los demás efluvios que siempre vienen del más allá. Durante años y años la selección española había jugado según las tendencias que supuestamente marcaba el fútbol europeo o el iluminado entrenador de turno, adaptando plantillas y jugadores a las características de la tendencia que tocase entonces como esa que por ejemplo obligaba a jugar con carrileros, o enganches, o un solo punta, o al contrataque, o con 5 en la defensa o lo que quiera que hiciese el equipo de moda de entonces tuviésemos o no jugadores para ello. De todos es conocido el éxito de La Roja siguiendo esa valiente filosofía. Cuando Luis Aragonés se puso al frente de la selección española cambió la forma de encarar el futuro y se planteó tres cosas que serían las premisas de una histórica trayectoria que todavía sigue viva. Encontrar a los mejores jugadores nacionales, encontrar la forma en la que los mejores jugadores pudieran jugar juntos y hacer un equipo con ellos que pareciese un equipo y no un conglomerado de figuras.

Olvidándose del doble pivote y las mismas tendencias del fútbol europeo que seguían vigentes desde que los franceses ganaron su mundial, pero sobre todo al contrario de lo que sus antecesores habían hecho y muchos de sus colegas siguen haciendo hoy en día, el bueno de Luis protagonizó la locura de tratar de inventarse su propio sistema. El que mejor se adaptara. Un sistema en el que entraran los mejores, en el que no supusiese un problema jugar con jugadores muy jóvenes, que no importara que las riendas estuviesen en manos de jugadores de aspecto frágil, huérfano de rutilantes y míticas estrellas y sobre todo que tratase de ser protagonista en cada partido sin importar el rival porque eso congeniaba con las características de sus jugadores. El consolidado rey del contrataque durante miles de años acabó “inventando” el fútbol de toque para ponerlo de moda en todo el mundo. Podía haber salido mal pero salió bien y siempre son más placenteras las cosas que salen como uno quiere.

Luis Aragonés dijo muchas cosas en su etapa de seleccionador. Algunas fueron muy graciosas, otras lindaban con el frikismo y otras muchas probablemente sobraban pero para cualquiera que quisiera escuchar y especialmente para sus admiradores (como yo) en esos años el de hortaleza dio toda una lección de cómo debe entenderse el fútbol. De Luis Aragonés he aprendido cosas como que es absurdo jugar a la italiana contra Italia o jugar a la brasileña contra Brasil. Es absurdo apelar al físico contra Alemania igual que es estúpido jugar contra las Islas Mauricio como si fuese la selección Inglesa. Luis dijo que había que jugar siempre siendo la selección española y hacerlo con los mejores porque si perdías con los mejores en el campo probablemente es que simplemente era imposible ganar. Por eso hoy me he levantado deseando ser esta noche el Atlético de Madrid y no otra cosa. Deseo que a nuestra dirección técnica sea consciente de la gloria en ciernes y se le quite de la cabeza esta peligrosa idea de intentar ser más Liverpool que el Liverpool. Somos el Atlético de Madrid.

Desde el pasado fin de semana se ha venido especulando sobre si hoy en Anfield el Atleti jugará con uno o dos puntas lo cual es un discurso que me provoca escalofríos sólo de pensarlo ya que yo no lo veo como un debate entre un sistema con uno o dos puntas sino como la posibilidad de que Agüero o Forlán se queden en el banquillo lo cual es algo que se parece bastante a una pesadilla. Si no estuviésemos hablando de un equipo que esta temporada ha perdido más partidos de los que ha ganado confiaría en las inteligentes labores inesperadas de la dirección técnica pero es que la realidad es francamente desoladora. Si no estuviésemos hablando de Agüero y Forlán, es decir dos de las pocas cosas ciertamente potables que quedan en la plantilla colchonera, sino de casi cualquier otro jugador de la plantilla me daría igual salir con uno, dos, treinta o ningún delantero pero es que estamos hablando de dos de las únicas razones por las que hoy estamos aquí. Dos de las pocas razones que este Atlético de Madrid tiene para huir de la mediocridad incluso cuando el partido se mueve por esos derroteros. Agüero y Forlán han jugado un millón de veces juntos y casi todos los buenos momentos que ha tenido este equipo en los últimos tres años han ocurrido con ellos dos en el campo. ¿Por qué dudar de su capacidad a estas alturas? ¿Por qué hoy es dudoso que puedan seguir haciendo lo mismo en el mejor escenario posible, en esos partidos que cualquier futbolista está deseando jugar?

El año pasado en Champions nos eliminaron con Forlán en el banquillo en un partido en el que un gol nos daba la clasificación. Pocos meses antes habíamos jugado dos veces contra el Liverpool y Agüero lo vio desde el banquillo. ¿Por qué?

Alguien dijo una vez que el que gana de suerte no suele tardar mucho en perder con justicia. La gloria me temo que es fundamentalmente de los valientes y también me temo que las derrotas son menos dolorosas cuando pierdes tú en lugar de una copia mala y descafeinada.

Esta noche puede pasar cualquier cosa en Liverpool y lo que ocurra dependerá sólo del Kun y Forlán sino de un millón de factores la mayoría de los cuales son incontrolables. Hay miles de combinaciones de circunstancias posibles, variedad de alineaciones, multitud de planteamientos posibles,… pero rezo para que esta noche seamos el Atlético de Madrid y ganemos o perdamos lo hagamos con gloria, dándolo todo y poniendo toda la carne en el asador. Como hacen los valientes. Como siempre ha hecho el Atlético de Madrid.

¡¡Forza Atleti!!

Liga escocesa


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At. Madrid 2 - Ath. Bilbao 0

Una liga en la que el cuarto clasificado (puesto de Champions) está a 24 puntos del segundo en la jornada 28 no me la pueden vender como la “mejor liga del mundo” sino más bien como una especie de liga escocesa aburrida y predecible pero sin tanta pasión. Sólo en una liga así de mediocre un equipo que ha perdido más partidos de los que ha ganado (estoy hablando del Atlético de Madrid) puede a estas alturas seguir teniendo posibilidades de conseguir el “objetivo” marcado pero lo crean o no es así. La Champions está a 8 puntos. La pseudo-UEFA a 5. Visto lo visto, cualquier cosa es posible.

Las últimas visitas de los bilbainos al Calderón siempre se habían saldado con derrota del Atleti pero no siempre de la misma forma y aunque en los primeros años el concepto tosco y al límite de la legalidad que impregna siempre Caparrós a sus equipos era suficiente para llevarse los tres puntos de un estadio otrora difícil, lo cierto es que últimamente los leones están ganando en calidad muchos enteros y su juego cada vez se aleja más de ese pundonor y búsqueda de la segunda jugada que parecía ser su única marca y se acerca con mucha dignidad a las reglas del fútbol. Mucho más que nosotros de hecho. En la primera parte el Athletic fue superior física, táctica y técnicamente a un Atleti perdido y desdibujado. El esquema inicial de Quique parecía sin embargo ambicioso y de apuesta por el fútbol con la incursión de Jurado en el doble pivote junto a Asunçao pero el andaluz ha vuelto a demostrar que es de esos jugadores que no están cuando se le espera y que se arruga cuando tiene que estirar. Una pena o un desperdicio de talento, lo que quieran, pero lo cierto es que Jurado no funciona salvo de forma intermitente y así no vale. Perdimos la pelea y perdimos el balón, dos cosas incompatibles con dominar el juego lo que provocó que el equipo se tuviese que limitar a defender y se olvidase, como de costumbre, de intentar crear fútbol y surtir de balones a los de arriba.

Con el centro del campo perdido en lo físico y lo técnico, el balón fue casi en exclusiva para los vascos que dominaban el ritmo y el tempo del partido a su gusto llegando varias veces con claridad al área y tirando varias veces a puerta para probar a un excelente De Gea que sigue sacando todo lo que le tiran. Gracias al canterano el Atleti se fue al descanso con empate a cero.

Era muy triste ver al equipo colchonero agazapado en su área y en su propio estadio a merced del rival simplemente a la espera de robar un balón (y encima muy atrás porque el equipo tenía que recular mucho) para soltar un pase de 50m a alguno de los delanteros y así poder iniciar su jugada particular. Esa y el saque en largo del portero eran las únicas armas del tercer presupuesto de la liga española. Simplemente patético e indigno de un equipo con la camiseta del Atlético de Madrid me cuente lo que me cuente tanto iluminado que anda suelto por la red defendiendo lo que no tiene defensa. Así, con sueño, frío y la sensación de estar vivos en el partido casi por casualidad se llegó al descanso.

Pero el fútbol es un deporte en el que lo que hay que hacer es meter goles y esto es lo que realmente cambia las cosas en el campo. La segunda parte pareció comenzar igual que acababa la primera pero una gran llegada de Valera antes de los primeros diez minutos acaba en un pase de la muerte que acaba en los pies de Forlán para que el uruguayo abra el marcador. Gran gol de Atleti que cambió por completo el panorama. Los bilbainos acusaron el golpe y los madrileños se reforzaron anímicamente en su rigor táctico lo que hizo que a los primeros se les acabara las ideas y el oxígeno y a los segundos se les abrieran las puertas del campo contrario y las ocasiones de gol. Varias llegadas acabaron en jugadas claras pero destaca por encima de ellas un remate de cabeza de Agüero a la escuadra que gracias a que le pilló bajando en el salto no pudo coger la fuerza necesaria para ser gol. Eran los mejores momentos del Atlético que con un De Gea imperial y una defensa muy solida (gran partido de Ufjalusi) que sacaban al equipo hacia arriba.

Caparrós decidió entonces poner toda la carne en el asador perdonando a Yeste sacándolo al campo y los dos equipos lo acusaron. Los leones recuperaron el balón, se acercaron al área con más brío y pareció volver el peligro al área colchonera. Quique, como viene siendo habitual, tardó en reaccionar pero reaccionó y lo hizo bien reforzando el centro del campo con Camacho mientras desplazaba a un inoperante Jurado unos metros más arriba. El canterano aportó mucho equilibrio al equipo y abortó la recuperación de los vascos ya definitivamente. La entrada de Salvio minutos después supuso otra pequeña desilusión al ver en el argentino un jugador fuera de punto, perdido y lento. Esperemos que sea cuestión de tiempo.

Y antes de que tuviésemos que vivir un final de esos del Calderón apareció, otra vez, el más listo de la clase, el Kun, para rebañar un balón y meterlo junto al palo colocando el segundo gol en el marcador y la tranquilidad en la grada.

5 puntos no son nada así que todo es posible. ¿Mira que si al final es verdad que se meten en Champions el año que viene?

Hubo un día...





At. Madrid 4 - Racing de Santander 0

Es curioso como cuando las cosas se hacen bien todo parece mucho más fácil y sencillo. La noche del Calderón, a pesar de las calvas, ha sido diga de una semifinal de copa y por una vez todos los elementos en juego han estado a la altura de las circunstancias. De la afición no tenían ninguna duda pero de los señores que componen el equipo las tenía todas y aunque había muchas razones para reforzarse en esa idea la realidad es que hoy, jugadores y entrenador, han dejado una muestra de que si es posible y de que si lo saben hacer. A partir de ahora me temo que las excusas para la mediocridad tendrán que ser más elaboradas porque sabemos que hubo un día en el que el Atleti fue el Atleti, ese equipo grande que todos queremos.

El partido empezó sin tiempo de hacer lecturas. Un ritmo vertiginoso, una intensidad impropia de este equipo (una lástima pero es así) y muchas ganas de hacerse con el balón y con el partido (igualmente impropio). Antes de que me pierda en otras disquisiciones fue la primera mejor parte de toda la temporada. Especialmente esos primeros 20 minutos donde pasó de todo para el Atleti y de todo bueno. El secreto del éxito en realidad no es tal secreto. Cualquiera sabe que si alguien fuese capaz poner el balón en la zona de tres cuartos colchonera el potencial de este equipo se multiplica por 100 y eso es lo que ocurrió. Asunçao y Tiago, enchufadísimos, robaban muy arriba y soltaban el balón a las bandas (¿por qué Simao y Reyes parecían mejores?) o a un Agüero estratosférico que cuando tiene el balón es imparable. Hoy más que nunca. El único que no estaba en el campo era Forlán, supongo que no lo suficientemente motivado al sentir que no juega en un equipo grande.

El Atleti aviso varias veces pero especialmente peligrosas fueron un remate sorpresa de Tiago al poste y una llegada por la banda derecha (los mejores minutos de Ufjalusi también) que el Kun remataba desviado. Pero fue sólo un aviso porque poco después era el Kun el que la colgaba desde la misma banda derecha para que Simao empotrara la pelota en la portería. El delirio en un Calderón con muchos claros y empapado de agua.

La mejor señal vino precisamente en ese momento cuando a “pesar” de ir ganando el equipo siguió manejando el partido con la misma intensidad, la misma tensión y la misma cabeza para leer los tiempos. Canales no conseguía sacar cabeza de la maraña colchonera, Munitis se tenía que ir a buscarse la vida a la banda (sin éxito) y Colsa perdía la batalla contra los portugueses del Atlético. Los colchoneros eran los únicos sobre el campo y las ocasiones seguían llegando, algunas especialmente claras como una excelente incursión de Ufjalusi por la banda que cuelga el balón al área de forma magistral para que el Kun, en el área pequeña, remate a las manos del portero rival. Pasados los 25 minutos el ritmo paró un poco pero el equipo colchonero consiguió mantener la cabeza fría lo suficiente como para seguir manejando el partido y seguir teniendo oportunidades. En una de ellas por fin aparece el confundido uruguayo (en una baja forma desquiciante) para rematar con la izquierda bien pero sin poder marcar gracias a una buena intervención de Coltorti. El segundo gol de los colchoneros era más que justo pero parecía que no llegaba a pesar de las muchas y buenas ocasiones, pero por esas cosas que tiene el fútbol al final apareció cuando menos se esperaba, en las postrimerías del primer tiempo y tras una jugada en la que se suceden los fallos en cadena de los cántabros y que Reyes mete dentro de la red. Me alegro por Reyes que también estaba haciendo un buen partido.

Es cierto que durante muchos tramos del partido el encuentro estaba roto y los equipos se rompían pero este atleti ha demostrado muchas veces que sale mejor parado del intercambio de golpes que de la especulación así que... ¿por qué seguir insistiendo? También hay que destacar la labor del árbitro que aunque tuvo errores importantes (especialmente contra los racinguistas) es de esos colegiados tipo británico que dejan jugar y no paran el partido por nimiedades lo cual es muy de agradecer desde el punto de vista del espectador.

La segunda parte fue algo más de control (probablemente porque Quique es consciente de las limitaciones físicas de este equipo) pero no desmereció un ápice el buen planteamiento y espíritu del equipo. Al Cesar lo que es del Cesar y hoy hay que felicitar a Quique y su planteamiento. Quizás hubo un pequeño bajón en torno a los diez minutos de la segunda parte pero esa mínima reacción se acabo al instante con un nuevo tiro al palo de Simao. La jugada definitiva llega sin embargo poco después cuando un error del Racing (típico de los colchoneros, irónicamente) provoca un vertiginoso contrataque bien llevado por los madrileños pero mal culminado por un Jurado que acababa de salir por Reyes lesionado. Digo mal acabado porque cuando debería haber tirado el balón a la izquierda se empeña en regatear en solitario con lo que favorece la falta del rival y el aborto de una ocasión clarísima de gol que es lo que ocurre. Ante la sorpresa de todo el mundo al árbitro pita sin embargo penalty una falta que ha sido claramente fuera del área. No creo que el colegiado pueda considerarse como crucial en el resultado pero sin duda el error es mayúsculo. Forlán se encarga de ejecutarlo poniendo el 3-0 en el marcador.

A partir de ahí el Atleti juega a placer. El Racing muerto intenta estirarse a la desesperada pero es imposible frente a un equipo madrileño muy bien plantado donde Tiago daba una lección de lo que tiene que hacer un medio centro moderno. Espero que Raúl García tomará nota de lo que él probablemente nunca sea capaz de hacer. Es pronto para tirar las campanas al vuelo pero Tiago parece el jugador que necesitábamos. Rigor táctico, intensidad, listo en la colocación y (¡gracias Dios!) con capacidad para mover el balón con calidad y sentido. Gran partido del portugués y gran partido de su escudero Asunçao que como sospechaba cuando tiene cerca un jugador de fútbol crece también como futbolista.

En una de esas jugadas de fantasía con las que el Kun nos ha correspondido durante toda la noche el argentino se hartó de caracolear hasta que lo derribaron a zancadillas en lo que esta vez si fue un penalty de libro. El uruguayo Forlán marcaba su segundo gol de la noche y el cuarto del equipo. Es curioso como el charrua se lleva dos goles en la buchaca haciendo un partido triste y ramplón muy por debajo de lo excelente jugador que es. Supongo que es lo que tiene tener la suerte de jugar en un equipo grande.

El único acercamiento de los cántabros (y por eso digo que me parece muy injusto culpar al árbitro en un partido en el que el Atlético a barrido a su rival del campo) fue alrededor de la media hora en un remate de cabeza de Canales que resuelve de forma magistral De Gea, un portero que crece por momentos y va camino de convertirse de un personaje clave para este club. Poco más porque desde ese momento hasta el final siguieron sucediéndose con la mala suerte de que ninguno se concretó y especialmente sangrante es lo que falla Jurado en el último minuto del partido sólo con la portería vacía.

Con el Atleti es difícil de asegurar nada pero el resultado es tremendamente contundente y la eliminatoria parece sentenciada. Si esto se confirma veremos al Atleti en una final después de más de una década lo que sólo de escribirlo me pone los pelos de punta. Espero que todos estemos a la altura ese día.

Estado de ánimo

At. Madrid 3 - Sporting 2


Dijo una vez ese vendedor de humo y artesano del titular llamado Jorge Valdano que el fútbol es un estado de ánimo y aunque me duela reconocerlo, que me duele, esta vez tenía bastante razón. El mismo estado anímico que otras tantas veces ha servido para perder partidos a última hora o descolgarte de ellos en los momentos clave es lo que ha servido hoy para llevarse los tres puntos en un partido aburrido y donde el Atleti ha dejado ver sus grandezas y fantasías pero sobre todo sus fantasmas y miserias.

Antes de que se me olvide decirlo desde aquí mi felicitación a Manuel Preciado, el entrenador del Sporting, por tener la valentía de apostar por una forma de entender el fútbol tan acorde con la esencia de este deporte. Desde que el equipo asturiano ha vuelto a primera este hombre ha apostado por saltar al campo sin complejos, salir a ganar los partidos y hacerlo teniendo en cuenta el que debería ser el principal protagonista del fútbol: el balón. En contra de la tendencia imperante en el fútbol moderno, esa tradición de entrenadores iluminados que se enfadan cuando en el césped pasan cosas, y desafiando con descaro a esa regla no escrita de que los equipos de bajo presupuesto deben basarlo todo en la fuerza y el músculo el Sporting apuesta siempre por controlar el partido controlando el balón y eso es mérito de su entrenador. Si yo fuese Quique (o Abel o Aguirre, o Manzano, o Ferrando, ...) me daría vergüenza manejar el tercer presupuesto de la liga con el espíritu de un equipo ascensor, especialmente con ejemplos como el de preciado.

Pero el Atleti salió en cualquier caso bastante enchufado al partido lo que ya es un triunfo en estos tiempos que corren y lo hizo además con presión e intensidad acompañado de bastante ritmo. Los asturianos aceptaron el reto sin recular con lo que el partido prometía ser divertido. En seguida llegaron las ocasiones como esa de Forlán que se quedaba sólo delante del portero pero un fuera de juego pitado injustamente impidió el gol del charrua aunque simplemente se retraso unos minutos que fue lo que tardó en volverse a quedar sólo delante del portero en una jugada rara de rechace en la que el más listo de la clase (Agüero) salta para que el balón le llegue claro al Uruguayo. Lamentablemente ahí se acabó el partido para el Atleti durante muchos minutos. Quique, militante de esa corriente de entrenadores que apuestan por dejar el fútbol y el balón como una mera anécdota dentro del juego, es de esos tipos que tiende a “manejar” las circunstancias del partido y eso indica que estando por delante del marcador el equipo tenga que estar anclando en su posición defensiva, especule con el balón y ceda el protagonismo al contrario. Eso es lo que paso. El problema es que con un equipo sin centro del campo y una defensa titubeante como la del Atleti es muy difícil manejar tácticamente nada y ocurrió que el partido se transformó entonces en un tostón en el que el Sporting parecía el equipo de casa y el Atleti el equipo modesto aunque para que Quique se arme de razones para su forma de hacer lo cierto es que los de Gijón tampoco eran capaces de llegar al área y el partido, con todo su centrocampismo estéril, parecía estar controlado. Hasta que llegó al excentricidad de la noche en las botas de nuestro flamante portero titular que gracias a la estupidez congénita de nuestra dirección deportiva al despoblar la portería del Atleti de experiencia y poblarla exclusivamente de talento sin pulir ha conseguido que un tipo de enorme potencial como Asenjo juegue tensionado y con miedo lo que provoca cosas como las de esta noche. El cancerbero salió del área pequeña sin ningún criterio y de forma torpe para tapar una jugada que no tenía que tapar tan lejos lo que provoco un penalty estúpido aunque dudoso (aunque a mi en la grada me pareció clarísimo). El Sporting aprovechó la ocasión para empatar y comenzar así sus mejores minutos del partido hasta el descanso con ocasiones de Carmelo y Camacho y en el que se hizo dueño absoluto de todo frente a un Atleti miedoso, cohibido y cobarde que dejaba el balón y el campo en manos del que lo quisiera.

Pero Quique debió ver otro partido, debía estar contento con lo que veía o no fue capaz de hacer nada en la caseta porque el comienzo de la segunda parte siguió exactamente el mismo guión: un Sporting dominante y lanzado y un Atleti encerrado y encogido aunque como desgraciadamente el fútbol no siempre premia al valiente o al que lo hace bien ocurrió el que un contrataque bien tirado por el Atleti diese con un centro lateral pasado que Forlán dejó de cabeza (dudoso y sale el balón del campo) para que Asunçao hiciese su primer gol desde hace siete años. El equipo asturiano acusó el golpe de forma casi terminal y el partido volvió a tornarse de color. El Atleti se asentó, el Sporting perdió el control de los tiempos y el balón con lo que se entró en una fase bastante cómoda para los madrileños que permitió ver al mejor Reyes desde que viste esta camiseta (de nuevo un partido muy completo) y a esa maravilla patrimonio de la humanidad que se llama Sergio Agüero (magistral esa vaselina característica que dio en el larguero). Pasado el cuarto de hora otra gran jugada del Atleti acaba con un balón suelto en el área asturiana algo escorado a la derecha que el canterano Ibrahima (había salido por un Forlán lesionado en lo que parece ser simplemente un esguince) recoge para inaugurar su cuenta goleadora con este equipo y poner la tranquilidad en la grada. Es muy refrescante y emociona ver a un jugador con tantas ganas de jugar. Tiene un cuerpo imponente y unas buenas hechuras de futbolista y aunque comete errores de inexperto lo compensa con sus ansias por jugar. Bienvenida sea gente así. Y bienvenido a Tiago que en los pocos minutos que estuvo en el campo dejo buena impresión y buenos detalles para ocupar ese ansiado centro del campo. En cualquier caso lo tiene fácil. Estoy convencido de que prácticamente cualquier mediocentro del primera división (excepto Cléber) lo haría mejor que el actual Raúl García que nos ha premiado con otro lamentable encuentro.

Entre jugadas del Kun, regates de Reyes y lujos de Jurado el Sporting intentaba jugar sus bazas a base de velocidad verticalidad y juego de equipo y lo consiguió en las postrimerías del partido con gol de Luis Moran con tiro desde fuera del área tras rechace. Faltaban tres minutos y no se sufrió en exceso pero si sufrimos la injustica de que la siguiente jugada no acabase en gol. El Kun cogió el balón de saque de centro y se regateo a todo el mundo hasta plantarse delante del portero.

Victoria que aparca definitivamente el fantasma del descenso y que destapa la caja de los sueños y la quimera de intentar llegar a ocupar las posiciones de la zona noble de la clasificación. Jugando así lo veo difícil pero ya saben... el fútbol es un estado de ánimo.

180 min.

Una frase muy típica entre entrenadores cuando se les pide comentar una eliminatoria de copa es eso de que es un partido de 180 minutos. Mentira. Son dos partidos. Si el partido de la semana pasada dura 180 min. al equipo madrileño le caen seis en lugar de tres goles. Si el partido de hoy dura 180 min. ocurre exactamente lo mismo pero con el Recre como damnificado. Gracias a Dios la Copa del Rey es así, con dos partidos, que además cuando tienen que jugarse como el de hoy, a muerte, hacen que tipos resentidos con el fútbol como yo pueden volver a vivir lo que es divertirse viendo un partido de fútbol. Adoro este tipo de competiciones. Creo que los torneos del KO son generalmente injustos (no gana el mejor) pero me temo también que hoy por hoy son el único reducto de lo que es el fútbol en estado puro, ese deporte en el que dos equipos intentan por todos los medios meter gol en la portería contraria.

Como no podía ser de otra forma el Atleti comenzó el partido a matar o morir. Con el esquema que según mi opinión mejor cara podría dar en este Atleti (especialmente en casa y contra equipos de perfil bajo). Hablo de ese 4-4-2 sin doble pivote y en rombo con Jurado por delante de Asunçao, dos interiores (que a mi me gustaría que vinieran más al centro para no dejar tan vendido a Asunçao) y dos delanteros basculantes y antiestáticos. Sin embargo el esperado arreón inicial, siempre a hombros de una bendita grada que a pesar de los pesares volvió a no fallar (sin llenar el campo), se hizo con más corazón que cabeza lo que provocó alguna que otra duda fugaz en la afición. La presión era intensa pero sin orden. El ataque era constante pero cargado de una buena dosis de ansiedad que provocaba la ineficacia colchonera. Estos desajustes iniciales facilitó el que el Recreativo se olvidase de complejos y miedos y plantease el partido con bastante dignidad sacando la defensa de su área, intentando congelar el ritmo y sin despreciar la pelota. Pero el corazón muchas veces es más que suficiente para derribar cualquier barrera y así ocurrió. A veces se nos olvida que defendiendo nuestra camiseta tenemos a Agïero, Forlán, Simao, Reyes, Jurado,... y si esta gente es capaz de tener el balón y pasárselo las posibilidades de soñar se disparan de forma considerable. Así que cuando pasado el primer cuarto de hora sin demasiados apuros para los andaluces y cuando toda parecía indicar el partido entraría en otra fase diferente, un rechace en el área con un buen puñado de jugadores colchoneros en la zona es recogido por Simao que inaugura el marcador para delirio de la grada.

Entonces si que la olla se destapó, el Atleti se desmeleno quitando la presión y el Recre empezó a notar el aliento del infierno colchonero. Entonces si se pudo ver en el campo al tercer presupuesto de la liga frente a un equipo de segunda lo que indefectiblemente acabó en una preciosa jugada por la izquierda que el Kun se encarga de rematar a puerta con la zurda tras un pase de la muerte de catecismo. Para entonces la remontada tomaba cuerpo en la imaginación del respetable que por primera vez en la eliminatoria podía sonreír de esperanza. Se paró el ritmo pero sin perder la cara y cuando todo el mundo pensaba ya en el descanso, un gran saque de córner (¡noticia!) es rematado casi de escorzo por Ufjalusi que ponía el tercero en el marcador e igualaba la eliminatoria.

El más pesimista y reacio a esto que se llama fútbol moderno tenía entonces la idea de que la segunda parte guardaría en el armario esa primera parte de vértigo y emociones para desplegar otra sesión de táctica, control y sopor a las que tan acostumbrados estamos en el Calderón pero nada más lejos de la realidad. La segunda parte fue mucho más intensa, dramática y espectacular que la primera. En los primeros 6 minutos (¡seis minutos!) sucedió todo lo siguiente: Clara ocasión del Recre tras el primero de muchos fallos defensivos de los madrileños, gol anulado al Kun por dudoso fuera de juego, paradón espectacular de De Gea a tiro desde fuera del área del área de Fornaroli y Remate de Forlán al larguero. Casi nada. A partir de ahí, supongo que para desgracia de sus entrenadores el partido entró en una frenética y suicida partida de ping-pong hasta que pasado el cuarto de hora Agüero mete el balón en la portería contraria (al final parece que es en realidad en propia puerta) tras una extraña jugada que no terminaba nunca.

Pero cuando la alegría y la emoción se desparramaba por todos los poros colchoneros estando en ese momento clasificados para la siguiente ronda empezamos a ver por primera vez en la noche algunas de las desgracias de este equipo como son la falta absoluta de centro del campo para controlar un partido y sobre todo una defensa que no es digna de un equipo de primera división. Lo de Perea (por centrarlo en alguien) es digno de tesis. No puedo encontrar una razón basada en las leyes de la lógica que explique la razón de que este muchacho siga siendo titular en el equipo. Sin embargo el “héroe” negativo de la noche esta vez fue el bueno de Asunçao que superó al colombiano con creces. Asunçao que a pesar de todo es un jugador sobre el que creo que no merece cargar en exceso las tintas porque pienso que ha dado más que ha quitado. Cuando nadie se lo pedía y cuando ya se llevaban 25 minutos de la segunda parte no se le ocurre otra cosa que ponerse a regatear en el área pequeña (cosa que no hace ni en el área contraria) para que Carmona robe el balón y meta uno de los goles más fáciles de su carrera. Para terminar de rematarlo dos minutos después decide entrar como el mercancías por enésima vez en el partido dejándoselo tremendamente fácil al árbitro para que lo expulse cosa que el trencilla hace sin titubear. La expulsión es injusta pero como otras tantas veces eso no lo puede hacer un jugador profesional en esas circunstancias.

El panorama entonces era tremendamente sombrío y daba la sensación que tanta adrenalina se había derrochado en balde. Más todavía teniendo en cuenta que Quique tiene que sacar al campo a Raúl García para darle la manija del equipo y el navarro respondía como sólo él sabe hacerlo en estas ocasiones que es dando un pelotazo mandando el balón a la estratosfera la primera vez que lo toca. Pero el Atleti todavía tiene buenos jugadores y a base de esfuerzo y ganas por parte de los que quedaban (Agüero, Forlán, Simao, Reyes,...) se intentaba llegar al área contraria aunque con poco éxito y mucho desgaste. El Recre endureció el partido, paro el ritmo y todo se ponía muy difícil hasta que el Kun en jugada individual es derribado al borde del área permitiendo que Simao de una lección magistral al mundo de como se lanza una falta directa. Impresionante el golpeo del luso que quitó las telarañas de la escuadra y los demonios en las cabezas de los Atléticos.

A pesar de los nervios finales el 5-1 se quedó en el marcador, la sonrisa se quedó en la grada y la ilusión en los espíritus de los aficionados colchoneros. Que este equipo gane algo es francamente difícil pero soñar es gratis y al fin y al cabo somos el Atlético de Madrid. Eso debería bastar.

No con mi cerebro

Hay cosas que todos los años se repiten periódicamente llegado el momento adecuado: los anuncios de juguetes cuando las navidades acechan, los coleccionables por fascículos de cualquier cosa en septiembre, los hosteleros quejándose de que los meteorólogos pronostiquen mal tiempo en Semana Santa, La visitas de políticos a los mercados de ultramarinos en periodo de elecciones… y por supuesto los rumores de que el Atleti venderá a su estrella cada vez que hay un parón liguero. No por conocida la tradición deja de tocarme las narices pero mis narices no entran entre las prioridades de ningún colectivo con ánimo de lucro y es que todo tiene su explicación. El impulso consumista de los Reyes Magos provocan los anuncios de juguetes, el sentimiento de culpa post-estival explica los fascículos para aprender inglés, los hoteles vacíos con un sol radiante (o no) explica el enfado de los hosteleros, la necesidad imperiosa que esos seres endiosados y corruptos que manejan nuestros impuestos tienen de aparecer como cercanos y amables explica la catarsis del político en periodo de elecciones y la necesidad de encontrar noticias “agradables” para la mayoría de los consumidores habituales de noticias futbolísticas cuando no existen noticias futbolísticas explican la periódicas mini-tragedias atléticas.

Recordemos que desde hace muchos años los “periolistos” deportivos, con la connivencia de esa numerosa afición atlética amante de la alfalfa adulterada, decidieron unilateralmente que las supuestas noticias en torno al Atlético de Madrid deberían ser siempre además de simples implementadas desde la perspectiva del aficionado medio madridista, ese que ni piensa ni quiere pensar pero que es el que consume mayoritariamente esa bazofia indigesta que algunos llaman eufemísticamente periodismo deportivo. Desde hace cinco o seis años las noticias del Atlético de Madrid no hablan de la realidad del club (gestionado por apropiación indebida desde hace lustros y manejado con destreza a velocidad de vértigo hacia el pestilente abismo casi desde entonces) ni de la realidad de su plantilla (mala, cara y descompensada) sino que lo hacen de otro tipo cosas. Pueden ser por ejemplo detalles folclóricos como una misteriosa cena en china, viajes de nuestros rupestres gestores por paraísos exóticos como Qatar o estadísticas absurdas realizadas probablemente en la Universidad de las Islas Caimán que llegan a conclusiones asombrosas como que la luminosidad del Calderón es compatible con la diabetes o que la afición del Atlético de Madrid es la que más veces repite la palabra “transmigración” en los últimos diez años. Es muy probable que también veamos sospechosas justificaciones respecto a la verdadera actualidad reciente del atleti como un reportaje sobre los baratos que son los abonos del equipo el día después de que el club engañara a sus abonados haciéndoles pagar por un partido que les habían prometido, una entrevista mamporrera al atribulado mandamás días después de que el mismo veterinario en paro volviese a cagarla públicamente o un video reportaje trucado sobre las excelencias de esa entelequia llamada Estadio Olímpico (o peineta) días después de que se firme otro de esos acuerdos misteriosos en torno al Vicente Calderón. También podemos leer (el que tenga estómago para ello, claro) “sesudas” y profundas entrevistas con los iconos rojiblancos del momento como Sinama, Pernía, Cleber Santana… que perfectamente podían haber sido contestadas por la voz en off que retransmite los partidos jugando al Pro Evolucion Soccer en la Play Station pero eso si, indefectiblemente desde que volvimos a primera división cada verano, cada navidad, cada semana santa y cada vez que juega la selección aparece la novedosa noticia de que el Atleti va a vender a Torres antes, Kun ahora y el que toque mañana.

Si juntásemos en un documento los artículos y noticias al respecto de la venta de Torres desde que se enfundó la camiseta del Atleti en Albacete conseguiríamos probablemente un documento del tamaño de la Enciclopedia Británica pero la cruel realidad es que Fernando Torres dijo en una vez que la primera oferta concreta que llegó por él fue la del Liverpool el mismo año que se fue. Probablemente el Kun Agüero diga lo mismo desde el poderoso club europeo que él elija y no desde cualquiera de los miles de otros clubes que los periodistas proponen pero dará igual porque todo seguirá igual con el siguiente que venga. El periodismo ha estado presente desde que el mundo es mundo en la vida pública y ha tenido un importante papel a lo largo de la historia pero la diferencia entre el periodismo actual y el periodismo clásico se basa fundamentalmente en dos premisas: La primera es que ahora la noticia no tiene por qué ser verdad mientras sea creíble puesto que el objetivo no es informar sino vender. La segunda es que en contra del primer principio de la termodinámica la noticia se crea, se destruye y se transforma.

Pero de nuevo la excelsa afición colchonera tiene un papel estelar en otro episodio del proceso de desnaturalización y asesinato a su identidad en el que se encuentra inmerso nuestro equipo no ya sólo alimentado al monstruo directamente con su “eurito” para el AS y el MARCA o indirectamente sintonizando con abyecta regularidad los centros de poder fáctico en las ondas sino además dándoles motivos para su causa terrorista cuando decidimos entrar completamente al trapo cada vez que nos proponen jugar a su maquiavélico juego.

¿Ósea qué después de todo lo que ha llovido el principal debate en el Atlético de Madrid esta semana es si vendemos al Kun con la lotería de Navidad para construir una plantilla en “condiciones”? Claro, y yo soy lagarterana. ¿Qué oferta? ¿Qué plantilla? ¿En qué condiciones? ¿No era esa la excusa para vender a Fernando Torres? ¿Qué equipo se ha construido después? ¿Alguien piensa todavía que el Kun no se largará el mismo día que quiera largarse? ¡No señores, no! No con mi cerebro. Para debates absurdos sinceramente prefiero seguir los de Muchachada Nui. Tienen más gracia y no me distraen de la verdadera realidad.

“Hay mucho que decir en favor del periodismo moderno. Al darnos las opiniones de los ignorantes, nos mantiene en contacto con la ignorancia de la comunidad.” (Oscar Wilde)