Frozen
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Champions League 2013-2014,
Chelsea,
Mourinho
At. Madrid 0 - Chelsea 0
Si el amable
lector es progenitor de niñas pequeñas, por alguna razón tiene retoños de corta edad en su entorno más cercano o simplemente es un aficionado al cine de
animación, sabrá, como yo, que Frozen es la última película de Walt Disney. En
una adaptación muy sui generis de un cuento de H. C. Andersen bastante más
complejo, la película nos presenta a una princesa con poderes para transformar
en hielo todo aquello que le rodea. Un poder que no logra controlar y que se
hace mucho más intenso, peligroso e incontrolable cuando el miedo aparece en su
portador. Cuando el tal Eriksson, inefable árbitro del encuentro, pitaba el
final del partido de la ida de las semifinales de Champions league con el
marcador anunciando un triste cero a cero, fue Frozen, su princesa Elsa y esa
capacidad para congelar todo su entorno, lo que me vino a la cabeza. Porque eso es
lo que para mí fue el Chelsea. Un poderoso Príncipe de los Hielos con una capacidad
sobrehumana para congelar todo lo que ocurría a su alrededor.
El partido era
una fecha señalada, no ya para los aficionados colchoneros que tenemos la suerte
de portar un abono que nos permite sentarnos en la grada, sino para la propia historia
del club. Pocas veces el Atleti ha jugado una semifinal de la
máxima competición europea así que actuar como si no fuese así (que a algún iluminado
he visto) sería muy petulante e incoherente por nuestra parte. Pero tampoco tenía sentido
acudir con la cabeza gacha y sensación de inferioridad porque, igualmente, no era la primera vez que el Atleti estaba en esa tesitura como club (como
también algún iluminado, en este caso supuesto profesional, ha tratado de hacer ver).
Simeone ha puesto equilibrio en el sentimiento y por fin nos ha hecho estar, física y espiritualmente, en el lugar que nos
corresponde. Afortunadamente el entorno, a diferencia de otras veces, creo que está
respondiendo. Los aledaños del Calderón eran ya una caldera de orgullosos, animados y
optimistas aficionados una hora antes del pitido inicial, pero los segundos
previos elevaron todavía más la temperatura. Los mosaicos de la
grada o el himno a grito pelado de la afición recordaron a la mágica noche de
la eliminatoria anterior y todo apuntaba a noche épica, aunque el sol brillaba
todavía en el cielo cuando el balón comenzó a girar… Entonces apareció el Chelsea y
su poder para transformar todo en hielo. A la vez que el sol caía, se apagaba la grada,
se apagaba la intensidad, se apagaba el ritmo y se apagaba el fútbol. Así
durante 90 minutos hasta que se apagó el partido para dejar todo congelado.
Es muy difícil
hacer una crónica futbolística del Atleti-Chelsea sin recurrir a fríos datos
estadísticos (¿congelados?) o sesudas y aburridas disquisiciones tácticas.
Hagámoslo rápido. Mourinho entendió desde el principio que el Atleti es un
equipo grande y como tal planteó el partido. Estudiado su rival decidió
destapar su particular tarro de las esencias. Ese que, recordémoslo, le ha
hecho campeón de Europa. Planteamiento ultra defensivo, espectacular capacidad
de repliegue, brutal habilidad para cerrar espacios o anular el dinamismo de
Diego Costa y elevadísimo nivel de intensidad y concentración en sus jugadores.
El miedo, como la princesa Elsa, hacía que su poder de congelación fuese
todavía más intenso y se multiplicase hasta límites incontrolables. Y lo consiguió. Eso sí, a costa de
renunciar al balón, a la transición en ataque, al centro del campo como línea de creación
y al juego de delantera. El Atleti desde mi punto de vista planteó bien el encuentro.
Tuvo la iniciativa, movió el balón, trató de ganar y anuló la potencial salida
vertical del Chelsea. El único pero que podría ponerle es quizá no tener algo
más de calidad en su plantilla y algo más de paciencia a la hora de elaborar la
jugada esperando el momento adecuado. Pero es evidente que el Atleti no se encuentra
cómodo en esa tesitura de dominar el partido con el balón en los pies sin
espacios y también era muy complicado hacerlo, sabiendo que un error en
un pase horizontal de los centrocampistas era una ocasión clara del
Chelsea y la posibilidad de perder la eliminatoria.
El partido fue una
sucesión de intentos del Atleti por hincar el diente al autobús londinense,
principalmente por banda y colgando balones laterales, que realmente provocaron
muy pocas ocasiones de gol y de escasa relevancia todas ellas. Enfrente había una
roca impenetrable. Inofensiva también. Ya desde la primera, parte pero mucho más
en la segunda, apareció además ese otro fútbol (a la Caparrós) que a mí, a
diferencia de cualquier planteamiento táctico, sí que me parece lamentable. Uno
puede entender el fútbol tácticamente como quiera y será siempre formalmente
lícito (aunque moralmente cuestionable) pero lo que entiendo que no es lícito,
ni legal, son las continuas pérdidas de tiempo en cada saque a balón parado,
tirarse al campo con repentinos ataques epilépticos cada dos por tres y ese
infinito catálogo de recursos al borde del reglamento para congelar el ritmo
del partido. El tiempo real de juego fue mínimo. Claro que mucha culpa de ello
la tiene un árbitro lamentable que, sin ser crucial en ninguna jugada clave
(quitando la tarjeta a Gabi y la no segunda tarjeta a Lampard), desarrollo un
ejercicio lamentable de filibusterismo que favoreció (¡sorpresa!) al equipo
rico. Un ejercicio que los periodistas calificarán de “político”.
El partido
terminó como empezó, congelado, pero con un Atleti, probablemente sacado de
quicio por la actitud del rival, que en los últimos minutos se fue excesivamente
arriba, corriendo unos riesgos a la espalda que sinceramente a mí me parecieron
gratuitos. No entendí esa necesidad de arriesgar tanto en ese momento del
partido viendo lo que estaba ocurriendo y sabiendo que un gol del Chelsea era
prácticamente renunciar a la eliminatoria. En el capítulo de sucesos cabe
destacar la significativa lesión de Cech tras entrada de Raúl García (no he
visto la repetición pero en el campo me dio la sensación que empujaban al
navarro) que provocará la ausencia del buen cancerbero en Stamford Bridge. Tampoco
estará allí nuestro capitán, Gabi, pieza que se me antoja tan importante o más
que la baja del rival.
Así que las
espadas están en todo lo alto. Realmente es como si la ida no se hubiese
disputado y todo se tuviera que decidir en el feudo de los blues. Personalmente
creo que tenemos las mismas posibilidades que teníamos al inicio de la
eliminatoria. Ni más ni menos. Veremos lo que pasa. En la película lo que
provoca que se rompa el hechizo y se descongele la preciosa ciudad de Arendelle
es simplemente el amor verdadero. Pero no el amor verdadero de las películas
clásicas de Walt Disney en las que un príncipe apolíneo y musculado besa a una
princesa frágil y sumisa, sino el amor entre hermanos, que es mucho más poderoso.
Un tipo de amor que evidentemente no puede corresponderse con el dinero masivo y moteado
de polvo que viene del esquivo sistema monopolista del gas natural ruso, sino
del de miles de personas aferradas a fuego, e independientemente de los
resultados, a un sentimiento abstracto y centenario. Saliendo del
estadio escuché el himno y lo vi claro: donde luchan como hermanos…
5 comments
El partido fue frío, pero creo que es un buen resultado para el atleti, le vale ganar en Londres o empatar a goles, si el atleti hubiese ganado 5_4 habría sido una noche llena de emociones pero con la misma ventaja.
Siempre da gusto leer sus crónicas. Por su puesto que fui a nuestro estadio. Pero si no hubiera ido, su alocución me serviría perfectamente para saber que ha ocurrido en el partido.
Pienso que el resultado es bueno. De hecho esto nos ha servido para conocer a un rival y saber como atacarle. Soy optimista respecto al partido de Londres.
Rios de tinta se han escrito del racano juego del Chelsea. Pero les informo que su entrenador no engaña a nadie. En todos los equipos en los que ha estado a realizado el mismo juego, gastándose cientos de millones de Euros y luego quemar por completo todo lo que le rodea. Un jugador de ventaja.
Orgulloso de mi equipo y de su afición. Asi es como me siento.
Gracias por plasmar en palabras lo que sentimos los atléticos.
Saludos.
CESAR. CAR.
Fuimos los únicos que pusimos fútbol para ganar, Llourinho renuncio a presentar batalla y creo sinceramente que se equivoca completamente,los nuestros se sienten cómodos en los desplazamientos y en Stanford van a comerse literalmente a Chesea.
Orgulloso de estos chicos. Tienen crédito infinito para cualquier buen Atlético.
Un abrazo Don Ennio.
Jesus
Buenas noches Don Ennio, así que me quedé con el resultado. Frozen total, sin saber qué decir o qué pensar. Ni bueno ni malo, el resultado es el que quiso Mourinho y eso es lo único que me da miedo.
Hoy cierta gente me ha dicho que el Atleti jugó a lo que juega cada jornada cada domingo el Atleti y creo que esa gente sabe de fútbol lo mismo que de física cuántica sé yo, es decir, cero patatero, pero no un cero cualquiera, cero patatero.
También me vale esa expresión para el partido que vi ayer. Fue de cero porque "ganó" el destructor, porque el malo se salió con la suya y porque este hombre no sabe jugar a otra cosa.
Al llegar al trabajo y después de hablar con ciertos compañeros de trabajo y de simpatía de colores, he llegado a la conclusión de que no es tan malo el resultado. A ellos sólo les vale la victoria, a nosotros la victoria cualquier empate a partir del 1-1.
Sigo pensando que la Historia está escrita y tendremos nuestra final contra nuestro rival alemán y habrá triunfo final en eso espero que si nos parezcamos y muchos a los finales de las pelis de Walt Disney.
Un abrazo rojiblanco
Fernando A.
Otra crónica más de auténtico lujo. Pienso igual que los demás compañeros del foro, que es un buen resultado. Que orgulloso estoy de mi equipo.
Saludos a todos los atléticos.
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