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¡Un abrazo!

Carpe Diem

Málaga 0 - At. Madrid 1

Leí una vez a un escritor americano de ciencia ficción llamado Steven Brust decir que la lucha siempre merece la pena si el fin merece la pena y si los medios son honestos. Me he acordado de ello hoy, viendo jugar al Atleti, porque la línea del equipo es exactamente esa. La lucha diaria con honestidad. El momento. Dar ahora todo lo que tienes como si no hubiese mañana, pero no como una suerte de caparazón defensivo, que te impide ver el universo que te rodea, sino como una forma sólida y efectiva de aferrarte al camino que te has trazado. Esa preciosa meta que vista desde la línea de salida da vértigo y que es preferible no mirar desde la distancia para no tropezar con lo más próximo que tienes bajo los pies. Mientras los periodistas cortos de entendederas (o saturados de mala hostia) siguen su campaña de ridiculizar la filosofía impuesta por el entrenador, queriendo demostrar que las palabras de Simeone son una farsa barata o una excusa ruin para esconder no sé que aspiración peregrina que está gente pretende intuir, el que suscribe cada vez lo tiene más claro. Cada vez entiende mejor ese mantra del Partido a Partido como una verdad absoluta a la que aferrarse. La única forma, para aquellos que no son beneficiarios del poderío mediático ni sobre todo del económico, de no perder el norte. De ser conscientes de tu pasado, de tu legado, de tu fuerza y de lo que eres. De intentar conquistar lo que tienes a la vista, independientemente de lo que venga detrás. Porque al final el tiempo le da la razón y esto de jugarte el honorífico título de campeón de invierno en tu casa, frente al Barça y habiendo perdido un único partido, no deja de ser un pequeño milagro construido a base de trabajo, esfuerzo y confianza. Un milagro que no debe distorsionar nuestra razocinio, el de los colchoneros, llevándonos hacía esos debates tramposos que propone la prensa tramposa y que pretenden alejarnos de esta zona de confort que tanto esfuerzo nos ha costado construir y en la que vivimos con tanta placidez. Señoras y señores, olvidense del cuento de La Lechera y disfruten del momento. Nada más. Carpe Diem.

El partido contra el Málaga se presentaba complicado, como lo serán todos a partir de ahora, y con ciertas dificultades añadidas por las bajas de jugadores clave. Complicado porque enfrente teníamos un buen equipo que si bien mermado en su plantilla y con ciertas dudas al inicio del campeonato venía de completar una buena racha en los últimos partidos. Pero el equipo malacitano me ha decepcionado. Sí, sé que mi opinión no es compartida con la de mucha gente con criterio que piensa que los de Shuster han hecho un partido muy serio, pero es lo que yo pienso. El equipo andaluz ha saltado al césped con un planteamiento ultra-defensivo al que le ha faltado fútbol y ambición. Nunca quiso ganar y se limitó a no perder, lo que nunca puede ser una opción. Saltaron al campo muy bien, es cierto, con una defensa de cinco y dos mediocentro defensivos que dinamitaban el centro del campo y con altas dosis de intensidad y agresividad que complicaron mucho la salida de balón madrileña. Los del Cholo, muy a lo campeón, salieron dominando, llevando la iniciativa y tratando de llevarse el partido pero sin profundidad ni capacidad de creación. La primera media hora siguió más o menos ese espeso guión en en el que el Atleti tenía el balón sin demasiada profundidad y sus creadores se estrellaban con la agresividad malacitana. Arda lo intentaba pero se perdía entre las piernas rivales. Lo de Óliver, tremendamente apagado toda la primera mitad, era todavía peor. Fuera de sitio fue incapaz de encontrar su momento ni su lugar. El muchacho dio signos de valentía y de querer entrar en juego pero desgraciadamente también iban acompañados de errores de esos que no se perdonan en el fútbol de elite. Mal primera parte del canterano que le costó quedarse en la caseta tras el descanso. Pero el resto del equipo tampoco estuvo espectacular, precisamente. Koke, con preocupantes signos de fatiga, no conseguía mover al equipo desde su posición en el centro del campo. Diego Costa se peleaba con todos pero estaba bien cerrado y desasistido. Villa, como viene siendo habitual, ni estaba en el campo no se le esperaba. Es incomprensible que siga siendo titular en el equipo. Solamente Tiago, para mí el mejor del partido, y Juanfran parecían estar un punto por encima de los demás. Suya, de Juanfran, fue de hecho la mejor jugada de la primera parte en una diagonal personal que paró Caballero. Una pena esa absurda amarilla que recibió en un dudoso lance y que le impedirá jugar contra el Barça. El Málaga se estiró algo en los últimos minutos pero apenas una llegada por la derecha con tiro fácil para Courtois fue lo único que hicieron ofensivamente en todo el partido.

Tras el descanso Simeone puso en el campo a Adrián, que recibía así una nueva oportunidad de su entrenador y así volvía a desperdiciarla. Flojo partido otra vez del asturiano al que le sigo viendo lento de cabeza y sin chispa. Pero el Atleti seguía queriendo ganar el partido. De hecho era el único equipo en el césped que parecía querer ganar. Como fuese. Haciendo lo que hiciese falta hacer. Arda se colocó algo más centrado para intentar organizar el ataque pero pocos minutos después Simeone también lo sentó. Incomprensible cambio desde mi punto de vista. Especialmente cuando Villa seguía en el campo. El Cebolla puso algo más de ímpetu y velocidad a la cruzada colchonera. El Atleti no estaba haciendo un buen partido pero para un seguidor colchonero, que ha vivido con estoicismo las últimas décadas, era un placer y un orgullo ver a su equipo irse a por el partido en el campo de un contrario con el que hace cuatro días nos peleábamos en la tabla de la clasificación. Y así, por empuje y tesón, llegó el gol. Arranque de Diego Costa desde la izquierda hasta el lateral del área que tiene la inteligencia de pausar. El hispano-brasileño mete un buen pase entre líneas pero el remate de primeras de Adrián es repelido por el cancerbero que sin embargo no logra atajar un balón que sale rechazado y que recoge Koke para empalarlo a la red.

Los espectadores que habíamos estado viendo el partido sabíamos que con el 0-1 se había terminado. El planteamiento ultra-ofensivo del Málaga dejaba poca esperanza de que las cosas fuesen a cambiar en poco tiempo y aunque su entrenador trató de cambiar los mimbres a la desesperada, poniendo más talento ofensivo en el campo, la realidad es que no era un problema de jugadores sino de planteamiento. De mentalidad. El Málaga había salido a otra cosa y normalmente cuando sales a empatar pierdes. Que se lo digan a Aguirre o a Ferrando o a Manzano. Que nos lo digan a los colchoneros. La única duda era si el orgullo del equipo andaluz, a base a de algún balón o jugada a balón parado, sería capaz de inquietar a los rojiblancos, cosa que no ocurrió. Los del Cholo son auténticos expertos en el arte de la defensa y tienen normalmente el nivel de concentración suficiente como para que no ocurran sorpresas. No las hubo. Ni un solo remate a puerta. El Atleti ganó el partido.


Así que falta de una jornada para terminar la primera vuelta el equipo colchonero está en lo más alto de la tabla. Algún aficionado atlético, de memoria frágil y minúscula capacidad de raciocinio, empieza a quejarse de estupideces que ha escuchado de algún gañán o leído en algún sitio. A vociferar cánticos y lemas que no se corresponden con un Club como el nuestro. Odas al engreimiento y la petulancia que no nos sientan nada bien y que de hecho apestan. Les pido desde lo más profundo de mi ser que no se dejen llevar por esta moda del histrionismo y que no piensen en galaxias del futuro ni en cantos de sirena. Les pido que disfruten del momento de su equipo. Nada más. Carpe Diem.  

4 comments

Anónimo 5 ene 2014, 11:52:00

Muy buenas Ennio, una vez más es un placer leerte y coincidir de pleno con tu crónica. Eres capaz de ver y plasmar como nadie las crónicas de nuestro Atleti.

Ya sé que no te conozco pero últimamente estoy llevando la web la vida en rojiblanco, si no te parece mál, subo tu crónica a la misma, para que no siempre estén las mías y alternando con las de Don Emilio Muñoz.

Si quieres en un mensaje directo en twitter te mando mi correo personal para culquier cosa que necesites.

Un abrazo rojiblanco.

Fernando Altarejos

Anónimo 5 ene 2014, 16:53:00

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Anónimo 5 ene 2014, 16:58:00

A mi me desconcertó también el cambio de Arda por Cebolla cuando creo que el sustituido debió ser Villa, incluso antes que Óliver. Luego tratando de entender a nuestro pastor, llegué a la conclusión que a Simeone le importaba más tener al turco (apercibido de sanción, si veía otra amarilla) contra el Barca. Una dedicatoría para los agitadores mediáticos que le afean el: partido a partido.
Raúl Ávila

Ennio Sotanaz 7 ene 2014, 9:20:00

Muchas gracias Fernando, no nos conocemos pero como si lo hiciéramos. Es lo bueno que tiene esto de internet. Además eso tiene fácil solución. Abrazos.

Estimado y apreciado Raúl, un placer leerle por aquí. Lo que cuenta de Arda tiene sentido pero a mí me cuesta creer que Simeone estuviese pensando en ese momento en dos partidos después. Aunque yo tampoco lo entienda, creo que verdaderamente fue un cambio táctico.

Abrazos,